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Gastronomía 16 de febrero de 2018

Los nuevos desafíos de la carne: atender fanáticos, mercenarios y millennials

El IPCVA hizo un análisis de la composición del mercado argentino desde el punto de vista del marketing. Algunas claves para no perder consumidores.

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Si bien casi el 95% de los argentinos consume carne vacuna, al analizar la composición del mercado desde el punto de vista del marketing surge que no se trata de un nicho cautivo, según el informe de la Revista Carne Argentina de febrero.

La revista del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) aseguró que nadie “tiene la vaca atada”.

El mercado interno muestra una alta satisfacción y a muchos “fanáticos” de la carne vacuna, pero un gran porcentaje de “mercenarios” podría pasarse a productos sustitutos por el precio, mientras los “millennials” son impacientes y dicen tener menos tiempo, por lo que requieren opciones de compra rápidas y prácticas, indicó el reporte.

“Para la publicación del 95% de consumidores “nos encontramos, apelando al uso de categorizaciones de análisis de mercado, con los siguientes resultados: 43,4% de fanáticos, 39,6% de mercenarios, 11,8% de rehenes y 5,2% de terroristas”, manifestó el análisis.

La categoría de fanáticos de la carne vacuna es bastante obvia y fácil de interpretar, de acuerdo con Adrián Bifaretti, jefe de Promoción Interna del IPCVA y encargado de procesar los resultados de los diferentes estudios de la entidad.

“Los mercenarios”, sostiene “son aquéllos que pueden abandonar el consumo de carne por cuestiones de precio, en tanto que los rehenes son los que no dejan la carne porque no saben cómo sustituirla y los terroristas son los que ya reemplazaron la carne vacuna y no piensan volver a consumirla.

En tanto, “a grandes rasgos, como siempre decimos, es un escenario muy positivo pero que a la vez nos desafía a trabajar sobre nuevos aspectos referidos a la comercialización y el consumo”, manifestó Ulises Forte, presidente del IPCVA.

“Es la ventaja de contar con estudios serios que nos permiten realizar inteligencia de mercado para detectar amenazas, oportunidades y, al mismo tiempo, buscar la deseada complementariedad entre el mercado doméstico y las exportaciones”, dijo.

Según el trabajo, una de las claves principales está en el sabor, el atributo más valorado por los compradores por lo que, para Forte, “es uno de los elementos que deberán tomarse para mejorar la difusión del producto y aumentar la cantidad de compradores fieles”.

“Hay que tener en cuenta” -agregó Bifaretti- “que en términos de marketing si fidelizar a un cliente cuesta una unidad monetaria, captar uno nuevo puede costar entre cinco y diez unidades y recuperar a un cliente que se pasa a un producto competidor cuesta entre 20 y 50 unidades monetarias”.

Por su parte, los millennials (categoría que agrupa a aquellos que llegaron a la edad adulta después del año 2.000), mayormente entre hombres de entre 18 y 35 años de los niveles socioeconómicos más altos quienes, en líneas generales, desean un proceso de compra más veloz en los puntos de venta.

“Ahí tenemos otro gran desafío: trabajar sobre la góndola y el mostrador, sobre el proceso de compra, el packaging y las etiquetas”, precisó Bifaretti.