Un Duque para enseñar cómo se cae con estilo
El colombiano se adjudicó el "Salto al Fin del Mundo".
Podría sonar injusto para los demás, porque los siete fantásticos, además de sus excelentes capacidades técnicas, cautivaron con su simpatía y sus dotes de “tribuneros”.
Sin embargo, el colombiano Orlando Duque se había convertido en uno de los favoritos del público por su indudable carisma.
Y fue precisamente él, con su último salto, el único de toda la tarde que mereció incluso un 10 de calificación de uno de los jurados, quien finalmente se quedó con el premio mayor.
Duque, de 42 años, fue entonces el gran ganador de la competencia de High Diving “Salto al Fin del Mundo”, desarrollada en la Base Naval Mar del Plata ante una multitud, con un total de 417 puntos.
En la competencia auspiciada por el NH Gran Hotel Provincial y el Paseo Aldrey, Duque fue escoltado por el británico Blake Aldridge -segundo, con 415,04 puntos- y el estadounidense Andrew Jones -tercero, con 413,44 unidades-.
Las condiciones climáticas ideales, más allá de alguna ráfaga de viento que hizo atrasar unos segundos algún que otro salto, con una tarde a pleno sol contribuyeron a que se gestara un marco de público imponente, que sin dudas superó las expectativas de los más optimistas.
Las múltiples y tentadoras opciones del verano marplatense a veces hacen que sea difícil focalizar la atención en un evento determinado. Pues bien, los mejores clavadistas del mundo, en un espectáculo inédito, consiguieron ayer una asistencia fenomenal. Y con sus performances se ganaron merecidamente los aplausos y ovaciones de la gente.
Resulta muy difìcil estimar la cantidad de público en un escenario que no cuenta con tribunas. Pero el cálculo se hizo aún más complicado porque a lo largo de todos los niveles que presenta en ese sector la irregular geografìa de la costa marplatense permitió espectadores hasta en los lugares menos pensados. De todas formas, no es aventurado asegurar que unas 10.000 personas presenciaron el evento.
De hecho, la rotonda del Mar del Plata Golf Club, en la parte más alta del Boulevard Marítimo Peralta Ramos, lució repleta de gente, con la bandera argentina ondeando orgullosa como testigo privilegiado.
Para dar testimonio de lo que estaba sucediendo, y mientras el monstruo de mil cabezas no cesaba de disfrutar una y otra vez de las acrobacias de los siete participantes (en total hicieron 28 saltos en competencias más unos cuantos adicionals durante la entrada en calor), el propio Duque impactó con una declaración entre sus propias rondas. “Deberían haber visto cómo se aprecia desde allá arriba. Es una vista increíble toda la gente. Nos llega una gran energía. Lo agradecemos de corazón y estamos disfrutando como esperamos que lo disfruten todos”, dijo quien luego sería el triunfador absoluto.
Ofrecieron lo mejor
Los participantes se entregaron por entero al show y se generó un espectáculo maravilloso. Desde la plataforma ubicada a 27 metros de altura, los siete competidores tuvieron derecho a cuatro saltos cada uno. Los dos primeros, obligatorios, y los dos siguientes, sujetos a la creatividad de los “divers”. Claro, estas dos ejecuciones tenían un coeficiente de dificultad mayor, pero para recibir una mejor puntuación, debían respetar al máximo la descrpción previa que le habían entregado al jurado.
Los saltos mortales, tirabuzones y vueltas en el aire cayendo desde semejante altura ocasionaron indisimulables expresiones de asombro por parte de quienes observaban extasiados casi al borde del agua.
Una idea de lo difícil que puede ser arrojarse desde esa altura se grafica en dos cifras escalofriantes: Desde el despegue de la plataforma hasta ingresar al agua los clavadistas demoran menos de 3 segundos. Y el impacto con la superficie líquida se produce a una velocidad promedio de 90 km/h.
Promesa de regresar
“Es muy bueno poder comenzar la temporada de esta manera y poder llevarme el triunfo. Ha sido una experiencia fantástica, el público estuvo espectacular y nos llevamos un recuerdo imborrable de Mar del Plata. Ojalá podamos volver el año que viene”, expresó el ganador luego de recibir los premios correspondientes.
Para destacar, las medidas de seguridad funcionaron a la perfección, los participantes no sufrieron ningún tipo de inconveniente y el espectáculo fue ágil, sin “baches” de espera que suelen ser tediosos.
De hecho, el éxito rotundo de la prueba se tradujo en prácticamente la confirmación de que volverá a realizarse el año que viene, casi con seguridad otra vez en la Base Naval.
La iniciativa giró también alrededor de la consigna “El Mar Siente”, para generar conciencia en el cuidado del medio ambiente y especialmente de un recurso natural tan valioso como el agua de nuestro planeta.