No solo los gastos básicos como alimentarse, vestirse, pagar los servicios, cargar combustible o viajar en transporte público están considerablemente más caros en los últimos meses, también el costo de enfermarse o seguir un tratamiento impacta fuertemente en el bolsillo. Además de los aumentos aplicados en las prepagas y las prestaciones médicas, los precios de los medicamentos aumentaron más de un 120% tan solo en el último cuatrimestre.

Este verano, las farmacias de Mar del Plata vendieron casi un 10% menos de medicamentos. Es cierto que la ciudad recibió menos turistas y que muchas de las personas que llegan para veranear consumen medicamentos. Sin embargo, también el contexto económico lleva a muchos vecinos a no poder comprar determinados fármacos, o bien a alterar su consumo para postergar su reposición, en un intento desesperado por resguardar el bolsillo, con impacto en la salud.

El Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar) advirtió que los precios de los medicamentos más recetados aumentaron un 112% en un lapso de tres meses, de noviembre a enero, superando en más de 40 puntos al incremento del Índice de Precios al Consumidor durante el mismo período. En febrero hubo otros dos incrementos.

Ceprofar explicó que hasta finales de septiembre los precios de los medicamentos estuvieron “relativamente estables” debido a un acuerdo con el Gobierno anterior. Sin embargo, entre noviembre y diciembre los más vendidos se incrementaron más de un 90%.

Pero otro dato preocupante que amerita varias interpretaciones es que los aumentos pronunciados y sostenidos en los precios de los medicamentos han estado acompañados de una disminución en las compras, según señaló la entidad empresarial. El Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata confirmó una caída del 9% en la demanda, sobre todo de medicamentos de venta libre.

En relación con los precios, Mario Della Maggiora, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata, explicó en diálogo con LA CAPITAL que desde el 1° de noviembre hasta el 31 de diciembre se registró un aumento general del 92% en los medicamentos.

Luego, en enero se aplicó un incremento del 17% y en febrero hubo primero un incremento del 7,5% y, en los últimos días, otro ajuste del 5%, lo que suma en total más de un 120% de aumento en los últimos meses, concretamente, 121,5%.

Della Maggiora destacó la dualidad de precios y accesibilidad en el ámbito de los medicamentos y señaló dos realidades distintas: el precio de venta al público y el precio aplicado por PAMI. En Mar del Plata, este último es muy significativo (por la cantidad de adultos mayores que reside en la ciudad) y representa aproximadamente el 50% del consumo total de medicamentos.

“Gracias al convenio establecido en 2018 entre la industria farmacéutica y PAMI, el costo de los medicamentos para los afiliados se mantiene en un 50% del precio general. Por lo tanto, en este contexto, el impacto de los aumentos es relativamente menor”, explicó.

Sumado a eso, el presidente del Colegio de Farmacéuticos subrayó que PAMI ofrece una cobertura del 87%, lo que implica que el copago, es decir, lo que abona el jubilado, representa solo el 13% del precio, basado en el valor reducido del 50%.

“Aunque el consumo de medicamentos es significativo entre los afiliados de PAMI, el impacto económico es menor, a diferencia de la venta general al público. Además, aquellos afiliados que necesitan medicamentos para enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes cuentan con una cobertura del 100%”, agregó Della Maggiora.

Más caro, menos consumo

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Mar del Plata advirtieron una caída en las ventas de medicamentos, disminución que en la ciudad se da principalmente en los fármacos de venta libre y ronda el 9%.

A nivel nacional, la situación es aún más grave. Ceprofar destacó una preocupante caída en las ventas de medicamentos en enero en comparación con el mismo mes del año anterior, con una disminución del 18,2%. Las ventas de medicamentos recetados, en tanto, cayeron un 16%.

“El medicamento, en términos económicos, es un producto inelástico. La modificación del consumo no se da por el precio. Es decir, si aumenta el precio, no disminuye. Y si baja, no aumenta el consumo. Nadie elige consumir medicamento, pero es necesario hacerlo”, reflexionó Della Maggiora.

En el Colegio de Farmacéuticos hay registradas alrededor de 200.000 recetas de PAMI por mes, lo cual “se ha mantenido muy estable” durante todo el año pasado, aclaró.

Della Maggiora hizo referencia a la disminución en el consumo de medicamentos, sobre todo aquellos de venta libre, es decir, los que no cuentan con cobertura y han experimentado aumentos significativos.

“Según las droguerías, ha habido una disminución en la venta de medicamentos de este tipo cercana al 9% en comparación con el año pasado”, indicó.

Enseguida, planteó que desde el punto de vista sanitario, esta disminución “no es necesariamente una mala noticia”, ya que el uso excesivo de medicamentos de venta libre puede aumentar la automedicación.

Sin embargo, surge otro debate. Si bien nadie anhela consumir medicamentos, tampoco nadie busca quedarse sin la posibilidad de adquirirlos cuando son necesarios. En el contexto actual, surgen varias interpretaciones en torno a esta disminución en las ventas: según el Colegio de Farmacéuticos, podría estar relacionada con la menor afluencia de turistas que ha experimentado Mar del Plata este verano, dado que los visitantes también consumen fármacos durante sus vacaciones.

Según datos del Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc), desde el primero de diciembre hasta el 31 de enero arribaron a Mar del Plata 2.314.979 visitantes, un 2,9% menos que el mismo período de 2023/24. Durante los
feriados de Carnaval, otra fecha fuerte del verano, llegaron 237.967 turistas, un 10% menos que el año pasado.

En principio, resulta incomprobable asociar completamente la caída en la venta de medicamentos a la menor cantidad de turistas. Además, sería ingenuo hacerlo, más aún en el actual contexto económico. Pero además, porque hay una tendencia nacional en este sentido.

Por supuesto, la otra gran interpretación para comprender la disminución en la venta radica precisamente en el panorama económico. Evidentemente, hay personas que han dejado de consumir medicamentos porque no pueden costearlos. Además, según información obtenida por LA CAPITAL, hay marplatenses que modifican, fragmentan o “estiran” el consumo de medicamentos con la intención de prolongar su duración y postergar su reposición, como respuesta a los incrementos de precios aplicados.

Esta cara de la moneda es la más crítica, ya que implica a personas que, pese a necesitar medicación, dejaron de consumirla, lo que conlleva un impacto directo en la salud y pone en riesgo los tratamientos.

Abastecimiento normal

En las farmacias, el suministro de medicamentos no ha experimentado alteraciones significativas en los últimos meses. Desde el Colegio de Farmacéuticos aseguran que “el abastecimiento es normal”, reconociendo que, aunque ocasionalmente puede haber algún faltante puntual, esto se debe en ocasiones a cuestiones logísticas normales y no representa una situación fuera de lo común.