Los marplatenses fabricantes de tecnología de última generación
El polo industrial IT de la ciudad incluye la fabricación y ensamble de distintos dispositivos digitales, como notebooks, tablets y teléfonos inteligentes, entre otros. La evolución de una empresa con capitales marplatenses.
¿Sabía usted que quizás el dispositivo desde donde lee esta nota se fabricó en Mar del Plata? Así como la ciudad cuenta con una importante industria IT (tecnología de la información) también es sede de una de las dos únicas plantas productoras de dispositivos como notebooks, celulares y monitores que están instaladas en la provincia de Buenos Aires.
El Grupo Núcleo, desde hace 20 años, opera en la ciudad y cuenta con su propia planta de fabricación de SMT (surface mount technology) y de armado y ensamble de notebooks, netbooks y tablets, además de monitores y cámaras de seguridad. La planta, al igual que la que funciona en Parque Patricios (ciudad autónoma de Buenos Aires), está certificada por Intel, Microsoft y bajo normas de calidad ISO 9001. En la actualidad emplean a 260 personas y son proveedores del programar Conectar.
En la planta marplatense, ubicada en las inmediaciones de la estación ferroautomotora, fabrican dispositivos electrónicos, como memorias. El proceso se inicia en la línea de fabricación, que muchos en la compañía lo conocen como “el robot”, para ensamblar “un kit de placas y componentes, que es una especie de plancha, mientras que los componentes se van cargando en lìnea”, explicó Ignacio Mattera, de la división Producción y Desarrollo Tecnológico.
En una segunda instancia se le “agrega pasta de soldar, que es estaño contenido en un gel, en un proceso muy parecido a la serigrafía de las remeras”, añadió el especialista. Esa placa agujereada “rola la pasta, la gira, y se transfiere a la placa y se pasa al segundo equipo” mientras que desde una pantalla se sigue todo el proceso.
Diminuto
Precisamente, el proceso de control que se sigue a través de la pantalla se asemeja a “una foto de mucha calidad, que permite ver la sombra que hace la pasta, corrige la altura si es necesario y se mide”, agregó Mattera. La medición es una cuestión fundamental, ya que se trata de “micromilímetros. Este equipo controla la pasta bien posicionada y la cantidad que se ajusta. Después empieza el proceso de ensamble”.
En el ensamble se debe “llevar el punto A al B en la placa que lleva los componente, por lo que se apoyan en el lugar en el que van” a través de un proceso manual y exacto, ya que el tamaño de los componentes es diminuto y cada uno de ellos es parte del circuito, por lo que debe encajar a la perfección.
Luego se pasa a la soldadura, que se realiza en una “máquina” cerrada por la que la placa debe atravesar “10 zonas con diferentes temperaturas. El proceso es cerrado y cuando la pasta empieza a actuar todo se calienta y se funde. Entonces se evapora el gel y queda el estaño y ahí se forma la soldadura y queda la placa terminada”, explicó Mattera. El tiempo de fabricación varía de acuerdo a los elementos en fabricación.
Orden
Superada la primera etapa de fabricación, el siguiente paso es el ensamble de cada artículo que “depende del volumen que necesite ventas. Tratamos de proyectar el mes, entonces un día nos dedicamos a monitores”, ejemplificó el gerente de Producción, Lucas Ortiz.
El plantel de esta sección es joven, ya que las edades varían entre los 18 y 30 años, y para muchos resulta ser el primer empleo. Todos ensamblan cualquiera de los dispositivos para que el trabajo no se vuelva monótono.
El proceso de ensamble significa “tomar las piezas que componen el producto e ir armando cada una de esas piezas hasta tener el producto final”, detalló Ortiz. Para una tableta, por ejemplo, se necesitan “8 personas para desarrollar la tarea de ensamble, mientras que para un monitor 10 y para una notebook 15”, describió.
Por día, pueden ensamblar 500 unidades de notebooks, tablets y monitores.
Control
Luego se pasa a la fase testeo. “Se corrobora cien por ciento los productos que llevan sistema operativo, ya sea con Windows o cualquier otro como Linux. Se le da una carga de ‘estrés’ y hay que dejarlo una o dos horas en funcionamiento para que no tenga falla. Si todo está bien sigue la línea y va a empaque”, definió el gerente de Producción.
“No es testeo por muestreo -aclaró-, todos los productos pasan. Tenemos a Microsoft e Intel de ‘partners’ y el proceso de inyectar la licencia es virtual, se activa automáticamente al conectarse a internet”.
Una vez superado el testeo, el producto se cierra y “pasa al control final cosmético para ingresar al empaque”, que significa la colocación en la caja junto a los accesorios como el manual, cargador y cable de alimentación, entre otros.
Todo está roturado y con un número de serie que permite saber qué día se produjo ese equipo, qué operarios intervinieron y los números de serie. Luego se arman los palet y se los baja a Logística para que los facturen y los despachen para su comercialización.
Ese es el proceso que se sigue con cada uno de los productos generados en la planta.
“Hoy es un mercado con consumo retrasado, porque los artículos que fabricamos y comercializamos son los primeros que dejó de consumir la gente porque tiene otras prioridades. Pero ya se recuperará”, estimó el gerente operativo del Grupo Núcleo, Luciano Huarte.