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La Ciudad 5 de enero de 2025

Los libertarios le muestran a Montenegro los dientes del león

Le bajan el pulgar al presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva. Ya ocurrió en otros municipios de distinto color político. Aunque ahora su negativa es simbólica, el bloque está destinado a ser clave hacia el final del año electoral.

Cecilia Martínez y Emiliano Recalt, concejales de La Libertad Avanza.

Por Ramiro Melucci

“Votarle un presupuesto a Montenegro es como votárselo a Jorge Macri”, soltaron en el primer día hábil del año en la bancada de concejales de La Libertad Avanza. La frase es un anticipo del tono con que los libertarios afrontarán el debate del presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva que envió Guillermo Montenegro al Concejo Deliberante. Consecuencia directa del momento que atraviesa el vínculo de Javier Milei y Mauricio Macri.

La decisión del alcalde porteño de desdoblar las elecciones y proponer la eliminación de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires generó una eclosión. Entre los reproches de la Casa Rosada y las críticas de los libertarios porteños al jefe de gobierno, la posibilidad de un acuerdo electoral quedó malherida. Ya había otros puntos de discordia entre el PRO y La Libertad Avanza, como la licitación de la hidrovía, el proyecto de Ficha Limpia y la cooptación de Diego Kravetz, pero el cambio en las reglas electorales de la Ciudad de Buenos Aires agudizó la crisis.

En ese contexto comenzará el miércoles 15 el tratamiento del presupuesto municipal 2025 en el Concejo. Sucederá luego de un cambio de fechas que dejó en offside a la presidenta de la comisión de Hacienda, Cecilia Martínez, de La Libertad Avanza: el 17 de diciembre anunció que el tratamiento comenzaba el 7 de enero. El 23 le comunicaron que se había postergado una semana. “Una lástima, la fecha del 7 había sido consensuada hasta con Unión por la Patria”, reprochó, a sabiendas de que detrás de la modificación estuvo el radicalismo.


El Concejo comenzará el año con el tratamiento del presupuesto municipal.

El Concejo comenzará el año con el tratamiento del presupuesto municipal.


Pero la cuestión de las fechas es una anécdota. No bien terminaron de leer el presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva (que ajustan las tasas en función de la inflación), los concejales de La Libertad Avanza en Mar del Plata tomaron la decisión de no acompañarlo.

Esgrimen diversos argumentos. Uno es que hay tasas que en 2024 aumentaron por encima de la inflación, como la Girsu (Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos). Otro es que también “superó ampliamente la inflación” lo que se abona por la recolección de residuos, un servicio que generó quejas en los últimos días de 2024 por incumplir en algunos barrios el cronograma anunciado por el municipio.

Los libertarios cuestionan además el monto que se destinan al servicio 147, a la pauta oficial y a las políticas de género. Elementos suficientes, dicen, para rechazar el proyecto. De momento, sin embargo, se abstendrán en las comisiones. “Pero si la sesión definitiva fuera voy votaríamos en contra”, aclaran. Todavía hay tiempo para saber si esa postura se mantendrá o mutará: la fecha que quedó redondeada en el calendario legislativo para la realización de la asamblea de concejales y mayores contribuyentes y la sesión para votar todo el paquete presupuestario (presupuesto de la administración central y los entes descentralizados, presupuesto y tarifario de OSSE y ordenanzas fiscal e impositiva) es el 5 de febrero.


Montenegro y Emiliano Recalt, de La Libertad Avanza, saludan a empleados de Starbucks en la inauguración del local de esa cadena internacional. El intendente tiene afinidad ideológica y mantiene un buen vínculo con el Gobierno nacional.

Montenegro y Emiliano Recalt, de La Libertad Avanza, saludan a empleados de Burger King en la inauguración del local de esa cadena internacional. El intendente tiene afinidad ideológica y mantiene un buen vínculo con el Gobierno nacional.


Más allá de cualquier fundamento técnico hay una definición política. Los libertarios locales, Cecilia Martínez y Emiliano Recalt, responden a Alejandro Carrancio (hoy en el Inprotur, el Instituto Nacional de Promoción Turística), que junto al armador de La Libertad Avanza en territorio bonaerense, Sebastián Pareja, cumple instrucciones de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. De allí parte un posicionamiento unificado del partido en la discusión de los presupuestos comunales. Hubo votos en contra en municipios gobernados por el kirchnerismo, el radicalismo y también el PRO. En diciembre ya sucedió en tierras de Jorge Macri, Soledad Martínez (Vicente López) y Ramón Lanús (San Isidro), todos del partido que preside Mauricio Macri. A salvo de la ráfaga karinista quedó Diego Valenzuela, del municipio de Tres de Febrero, que hace tiempo se embadurnó de violeta como Patricia Bullrich.

Digresión: Valenzuela inauguró el año con un posteo que daba cuenta de la demanda judicial que el Ministerio de Economía presentó ante la Corte Suprema contra la tasa vial que se cobra en Lomas de Zamora. Milei, siempre agradecido con los que reconocen su liderazgo en el proyecto del cambio, lo reposteó.

Quizás por detalles como esos habría que tomar nota de otras dos circunstancias que se producen en Mar del Plata mientras el bloque libertario anticipa su rugido contra el presupuesto municipal: la estructura partidaria del PRO local alienta un acuerdo con la Libertad Avanza y ensalza el protagonismo de Carrancio; el intendente mantiene un muy buen vínculo con el Gobierno nacional.


Hay un posicionamiento unificado de La Libertad Avanza en la discusión de los presupuestos comunales. Hubo votos en contra en municipios gobernados por el kirchnerismo, el radicalismo y también el PRO.


Cuando agonizaba 2024, La Libertad Avanza se encargó de hacer mella en las señales de desgaste que se advirtieron en el interbloque oficialista. Votó a favor del pliego de licitación del estadio José María Minella recién cuando el expediente volvió a ser comandado por el concejal del PRO Agustín Neme: cuando estuvo en comisiones radicales se abstuvo. Luego se pronunció en contra del pliego del mobiliario urbano “por las modificaciones que le hizo el radicalismo”.

Hoy esos gestos son solo simbólicos: los concejales libertarios son apenas dos y el interbloque que conforman el PRO, el radicalismo y la Coalición Cívica tiene mayoría para aprobar los proyectos por su cuenta. Pero hacia el final del año es posible que todo cambie: el oficialismo debe renovar ocho bancas, por lo que, en caso de que la coalición sobreviva, necesitaría una elección demoledora para mantener la mayoría. De lo contrario, en sus últimos dos años Montenegro necesitará algún acuerdo tácito de gobernabilidad. Similar al que sostuvo con Acción Marplatense en su primer mandato. Por afinidad ideológica, sería razonable que intente rubricarlo con La Libertad Avanza, si es que no confluyen antes en un nuevo interbloque.


La estructura partidaria del PRO local alienta un acuerdo con la Libertad Avanza y ensalza el protagonismo de Carrancio, mientras el intendente mantiene un muy buen vínculo con el Gobierno nacional.


El 2025 no es un año cualquiera para el Concejo. Acaba de convalidar la prórroga por dos años del contrato de la recolección de residuos (LLA votó en contra), pero en los hechos ya transcurrió uno: Montenegro firmó el decreto en enero y mandó el expediente al cuerpo deliberativo a fines de noviembre. En limpio: el período de extensión contractual comenzó a regir el 12 de enero de 2024 y finalizará en enero de 2026. Quiere decir que este año deberá llamarse a una nueva licitación.

Un mes antes vencerá la extensión del contrato con las concesionarias de transporte. La prórroga, también por dos años, fue firmada por el intendente en diciembre de 2023. Por lo tanto, este año volvería el pliego de licitación al Concejo.

A la basura y el transporte se le sumaría la cobertura de vacantes en los Juzgados de Faltas. El Gobierno local se las reservó, acaso adrede, para el año electoral. Son dos cargos por cubrir y un tercero a crear.

Tales expedientes son fundamentales para el municipio. Y dependerán, con exclusividad, de las alianzas que teja o desteja Montenegro en un año surcado por el entramado electoral.

 



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