Volvió el cabaret. Versión 2017. Es lo que parece en la cancha, por el lío (puede servir otra palabra que es sinónimo) que se ve, por el desorden, por los groseros errores de funcionamiento. Pero también por lo que pasa afuera…
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En efecto, el efecto Superclásico fue un cimbronazo para el Mundo Boca. Que no terminó precisamente en el campo de juego. Parece que en el hotel, al regreso, hubo insultos en duplicado, o, mejor dicho, “mellizos”. Entre los técnicos y los laterales. Se “putearon” en en blanco y negro. Y dicen que no llegaron a las trompadas de milagro…
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Mientras tanto en Ciudad Gótica… O en realidad en Dubai, el presidente cenaba como si nada con Maradona. El otro presidente, en cambio, estaba abrazando al técnico ganador en el túnel del vestuario de la cancha en la que estaba ausente el anfitrión, a miles y miles de kilómetros.
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¿Cómo seguirá la historia? Al parecer el DT perdedor exigiría dos refuerzos específicos, es decir dos nombres propios, como condición para renovar. Si es que sale campeón. Porque si además de todo no se logra el título, ya el futuro será insostenible.
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La Luna de Miel se puso “caliente”. El periodista Horacio Pagani, uno de los mas reconocidos de Argentina, quizá el de más importante trayectoria en la especialización deportiva, y personaje esperado por todos, no podía faltar en el Superclásico, aun de viaje por su Luna de Miel en París, tras el casamiento con Cecilia Di Carlo.
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Es así como en el programa Pasión por el Fútbol, que conduce Sebastián Vignolo en Canal 13, Pagani salió directamente con un móvil cuando en Francia ya eran las cinco de la mañana. Horacio había visto el Superclásico en una Peña de Boca de París que lo invitó para que no se perdiera el partido.
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Estaba que “volaba”, sobre todo en las discusiones con Toti Passman…Pero cómo siempre, con el lenguaje del pueblo, dio en la tecla: “Barrios tenía que ser titular en Boca, Gago no puede patear los tiros libres a pesar del gol que hizo de casualidad y por Batalla”. Y se la jugó tanto como el periodista Pablo Falcone en Mar del Plata: “Hace mucho tiempo que digo que Boca no gana este campeonato…”. ¿Acertarán ellos o Juan Travesaño, que dijo que el título se lo lleva el equipo de La Ribera?
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Antes de esas definiciones y con discusiones muy acaloradas con “Toti” Passman, y del viaje a París, Pagani disfrutó un casamiento inolvidable, “el casamiento del año”, con la gran supervisión de su hijo Luis Pagani en la organización, en el que recogió el afecto de una trayectoria de más de 50 años en el periodismo. Fueron 270 invitados, entre ellos nada menos que uno de los entrenadores más importantes de la historia del fútbol argentino, “Coco” Basile, quien muy recuperado de sus problemas de salud recientes, bailó animadamente (tal como se lo ve en las fotos oficiales de la fiesta, de Silvina Stéfano y Ignacio Sottano, de fotolibroplus) y hasta se animó a cantar un tramo de “Tinta Roja” durante el set de tango de Esteban Riera, Hernán Genovese y Jesús Hidalgo, tres “capos” de la música ciudadana, parte de la nueva Selección Argentina junto a Ariel Ardit, quien dejó su saludo desde el exterior.
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La sorpresa de la fiesta, de todos modos, para muchos de los comensales, fue la aparición, en el medio del baile con orquesta en vivo, de “El Polaco”, cantante que arrastra corazones, soles y Lunas. Y también controversias y reclamos. Lo cierto es que el pibe, como dijo Pagani, llegó al casamiento “con la mejor onda y desinteresadamente” para dar un concierto a medida de la fiesta.
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Horacio Pagani, protagonista de lo que se llamó “el casamiento del año”, junto a sus ex prestigiosos compañeros de Clarín, Héctor Hugo Cardozo y Alberto Félix Fernández; Vito Amalfitano, de LA CAPITAL; y el doctor López Rosetti. Decenas de periodistas concurrieron a la fiesta. Pagani asegura que “Boca no gana este campeonato”. Fotos exclusivas Silvina Stéfano/Ignacio Sottano, en Facebook fotolibroplus

Cecilia y Horacio lograron juntar en su fiesta al elenco de Bendita con Beto Casella a la cabeza; la mesa célebre de La Raya de “Coco” Basile y compañía; toda la vieja guardia del periodismo, desde Carlos Ferraro a Ernesto Cherquis Bialo, o desde “El Negro” Cardozo a Alberto Félix Fernández; la “banda” jóven de TyC Sports; ex compañeras y compañeros de Radio Mitre, Canal 13, TN, DeporTEA; las bellezas de diferentes generaciones de Alejandra Maglietti y Teté Coustarot; y hasta en una mesa lograron juntar a “oficialistas” y “disidentes” de Clarín con un periodista de LA CAPITAL y el prestigioso promotor de boxeo Mario Margossian.
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También, y contra lo que muchos pueden suponer por aquella frase desafortunada del “payaso mediático”, estuvo Alejandro Fabbri, uno de los periodistas más jerarquizados (más allá de ese episodio) y de firmes convicciones, que es muy querido por Horacio. Las heridas entre la buena gente siempre cicatrizan.
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Uno de los más consultados en la noche fue el prestigioso médico Daniel López Rosetti, y también el nutricionista Diego Sívori, reconocido en todo el país, responsable de la figura que lució el propio Pagani en la fiesta y varios comensales, como Félix Orsatti, del Conte Hotel de Buenos Aires, nuestro punto de encuentro en la previa a la gran velada, después de haber llegado con Micro Mar (el transporte “oficial” de El Clásico de LU6) desde Mar del Plata.
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El concejal Marcos Gutiérrez (Frente para la Victoria) le entregó a Leo Gutiérrez la distinción de “Deportista insigne de Mar del Plata” en ocasión del partido despedida del capitán de Peñarol, justo en el Superclásico ante Quilmes y con victoria.
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El concejal Marcos Gutiérrez, del Frente para la Victoria, le entregó la distinción de “Deportista Insigne” de la ciudad a Leo Gutiérrez, en su emotivo partido de despedida.

Dice Marcos Gutiérrez sobre Leo Gutiérrez en su declaración como “deportista insigne de Mar del Plata”: “Líder dentro y fuera de la cancha, repasar su historia individual es repasar la historia colectiva del básquetbol argentino. Dueño de una carrera plagada de títulos y conquistas, que excede los colores de Peñarol. El jugador con más participaciones y con más títulos en la Liga Nacional de Básquetbol. Cordobés de nacimiento y marplatense por adopción. Integrante de la Generación Dorada. Leonardo Gutiérrez es esto y mucho más, sin dudas. Anoche, en su último partido como profesional, se convirtió en “Deportista Insigne” de todos los marplatenses y batanenses”.
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El último sábado, pese a lo mal que jugó el equipo, los hinchas de Alvarado tuvieron un motivo para alegrarse. No fue otro que el regreso del ídolo, Ezequiel “Trapito” Ceballos, símbolo de buenos viejos tiempos, esperanza de luz en un momento de oscuridad futbolística.
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Cuando el ex Racing ingresaba a la cancha para jugar, a un amigo de Tribuno se le ocurrió preguntar: “¿Y el otro Ceballos?”. El interlocutor lo miró perplejo. Casi se había olvidado de uno de los dos refuerzos que trajo Gustavo Noto en enero. Y tuvo que preguntar hasta dar con una respuesta que lo dejó satisfecho.
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El mediocampista que vino de Defensores de Belgrano de Villa Ramallo se resintió de una antigua lesión. La recuperación venía para largo y, literalmente, se olvidaron de él. Tanto que decidió cortar por lo sano, hablar con los dirigentes y negociar la rescisión de su contrato. El otro Ceballos ya no pertenece a Alvarado y regresó a sus pagos para, ahora si con los cuidados necesarios, encarar la rehabilitación.