La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) analizará esta tarde, en el marco de un plenario de delegados, los pasos a seguir frente a lo que entiende es “la situación de desinversión educativa y retraso salarial”.

Además, definirá la posición que llevarán los representantes del sindicato porteño al congreso nacional de la CTERA convocado para mañana, adonde algunos gremios ya adelantaron que propondrán el llamado a un paro docente a nivel nacional.

Por lo pronto, hoy a partir de las 17.30 se reunirán los delegados de la UTE para evaluar reclamos puntuales a nivel de la ciudad -como una recomposición salarial, entre otros puntos- y mandatar a los delegados que participarán del congreso nacional de CTERA de mañana.

En este marco, fuentes gremiales adelantaron que del encuentro de mañana, convocado para las 10 en la sede central de CTERA -ubicada en la calle Chile al 600, del barrio porteño de San Telmo- surgiría la convocatoria a un paro nacional docente para la semana próxima.

Entre otras demandas, además de un pedido de recomposición salarial que permita equiparar los sueldos con el nivel de inflación “para no perder el poder adquisitivo”, se cuenta el rechazo a los despidos y a la falta de continuidad de los programas nacionales socioeducativos.

También, los docentes reclaman un aumento del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y el incremento de la inversión en educación hasta alcanzar el 10 por ciento del Producto Interno Bruto.

En tanto, a nivel de la ciudad de Buenos Aires, la Unión de Trabajadores de la Educación evaluará los pasos a seguir para insistir con el reclamo de una urgente convocatoria por parte del gobierno porteño a la Mesa de Condiciones Salariales y Laborales “para recuperar el poder adquisitivo del salario que se vio deteriorado a partir del actual contexto inflacionario disparado por las medidas del gobierno nacional en relación a la devaluación, los tarifazos y el aumento indiscriminado de precios”, según consignó el gremio a través de un comunicado.

Allí, además detalló que sus reclamos comprenden también una solución a “la falta de más de 11.000 vacantes reconocidas por el Ejecutivo porteño, el aumento del presupuesto educativo a un piso del 30 por ciento, la declaración de la Emergencia Social que la UTE viene impulsando junto a otras organizaciones sindicales y sociales del distrito y el aumento de las asignaciones familiares congeladas desde hace más de tres años”.