En el SUM ubicado en el primer piso de la sede social de Luro 3868 se presentaron este lunes por la tarde los presidentes Marcelo Jiménez (Quilmes) y Alejandro Amoedo (Peñarol), quienes ofrecieron una conferencia de prensa-descargo, sobre los hechos de violencia que empañaron la última edición del superclásico del básquetbol, el último viernes.

Los máximos directivos de ambas instituciones estuvieron acompañados por sus respectivos vicepresidentes (Gustavo Arraiz y Esteban Giri) y se mostraron unidos y también consternados por un desenlace tan inesperado como inaudito. Y que puede generar enormes inconvenientes en el futuro inmediato. Además, emitieron un comunicado (se transcribe aparte), y también respondieron preguntas.

“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para que se entienda que la violencia no tiene lugar de ninguna manera en el clásico. Estuvimos 18 años sin incidentes, llevando adelante el mejor partido que puede ofrecer el básquetbol profesional y esto que pasó nos duele, nos golpea muy profundamente porque venimos trabajando mucho para que sea la fiesta de la gente. Tampoco podemos condenar el futuro de este partido por culpa de 20 o 40 inadaptados, ya que la inmensa mayoría de la gente asistió, en familia, a vivir una fiesta del deporte y no otra cosa, como debe ser. Quienes quieran otra cosa, tendrán que ir a otro espectáculo o a verse en otra arena, pero no en una cancha de básquetbol”, expresó Amoedo, titular del “milrayitas”.

Asimismo, afirmó que “Aprevide tiene todos los elementos para proceder a la identificación y, posteriormente, aplicar las sanciones correspondientes, como derecho de admisión y prohibición de ingresar a cualquier espectáculo deportivo. Se tiene que aplicar la ley, ni más ni menos. Y aquellos que hayan atacado esto que es de todos, que paguen en consecuencia”.

En la misma línea, su par quilmeño, Jiménez, indicó “Si entre los identificados que generaron los disturbios hay socios de ambos clubes, obviamente serán expulsados. Estamos a disposición de la Aprevide, en diálogo frecuente.

Es algo que nos afecta a todos y tenemos que poner nuestro grano de arena para que los desmanes de 20, 30 o 40 inadaptados no impidan que pueda seguir realizándose un clásico tan importante, en el que la gran mayoría de la gente se porta bien y lo disfruta”.

A su turno, Giri fue muy gráfico: “Quedamos expuestos a una sanción muy grande para los dos clubes. Ejemplificadora. Estamos trabajando para que eso no suceda. Detrás de Quilmes y de Peñarol hay un montón de gente que dedica trabajo, tiempo y esfuerzo para que ambos clubes tengan básquet profesional. El perjuicio puede ser muy grande. Afrontamos el riesgo de que algunos sponsors no quieran pautar, de entradas que se van a dejar de vender, de familias que van a dejar de ir a la cancha. Llegar a esta situación es muy triste. Para los clubes, para el básquetbol y para Mar del Plata. Que todos nos comprometamos a que estas cosas no sucedan. Que la gente se quede tranquila porque las medidas van a ser ejemplares con quienes sean identificados en los videos”.

Y Amoedo también agregó, para concluir: “Nos preocupa mucho las sanciones que podamos tener. Pueden llegar a determinar que juguemos sin público. Sería un daño enorme, que pondría en jaque a la temporada. Por eso asumimos la responsabilidad, damos la cara. Lo que aconteció tiene que servir para renovar esfuerzos, seguir trabajando y que los violentos sean los que paguen. Pongamos en su justo lugar cada cosa”.

El comunicado conjunto de ambas instituciones

 
“El viernes, más allá del resultado del partido, perdimos todos: Peñarol-Quilmes, Quilmes-Peñarol. Nuestros clubes vienen trabajando mancomunadamente para poner en valor este deporte familiar que tiene en nuestro clásico el máximo exponente del básquet nacional. 20 delincuentes no pueden estar por sobre el sentir de miles de hinchas y espectadores que el viernes pasado se acercaron a disfrutar de un espectáculo que ambos clubes vienen sosteniendo para la difusión y posicionamiento de nuestra plaza como la capital nacional del básquet.

De esta forma es que hemos decidido presentarnos en la fiscalía para hacer la denuncia correspondiente a los efectos de que estos inadaptados tengan que hacerse cargo del daño que su accionar le hace a nuestro deporte y a sus instituciones, de la misma manera que nos pusimos a disposición de la Aprevide para su identificación y expulsión de cualquier campo de juego.

Nuestros clubes hacen un esfuerzo titánico para sostener esta actividad en la Liga Nacional, trabajando en conjunto con sponsors, en la Asociación de Clubes e institucionalmente. Nuestra rivalidad es sólo deportiva y entendemos que el trabajo conjunto nos potencia. La campaña contra la violencia en el deporte es nuestro principal lema y el ejemplo más claro es el respeto que tenemos hoy en día entre dirigentes, jugadores y cuerpos técnicos de ambas instituciones.

Es por eso que no podemos permitir que este trabajo diario se vea empañado por irresponsables cuyas conductas no son las que inculcamos en este deporte, con el agravante de que las mismas fueron televisadas a todo el país.

El clásico es una sana rivalidad donde a veces nos toca ganar y otras perder, el básquet nada tiene que ver con la cultura del aguante que se ve en otros deportes, el básquet es Familia y quien así no lo entienda, no podrá entrar nunca más a una cancha.

Repudiar lo sucedido no es sólo un deber de Quilmes y Peñarol, sino de toda la sociedad en conjunto. Por eso ambos clubes nos ponemos a disposición para brindar más herramientas tanto educativas como de cualquier tipo para evitar que esto sea moneda corriente en nuestro deporte y en consecuencia, en nuestra sociedad”.