Hugo es un amigo de los hijos de Claudia Repetto que formaba parte del grupo que todos los días salía por la zona sur a buscar a la mujer. Estaba al tanto de las fotos de Ricardo Rodríguez, de las distintas fisonomías, de los videos de la última semana. Y este viernes a las 20, aproximadamente, Hugo le pareció que ese hombre que iba en bicicleta, algo desalineado, con una mochila, era Rodríguez. “Vengan que me parece que lo encontré”, le dijo Hugo a los  hijos de Repetto mientras empezaba a retener con una llave al cuello al hombre más buscado de Mar del Plata en los últimos tiempos.

La investigación policial basada en datos de las personas y en los reportes de las antenas activadas por el teléfono de Rodríguez, además de las cámaras de seguridad que lo captaron el domingo pasado, confirmaba que el área por el que se movía no estaba muy lejano a la casa de Don Orione al 1500, donde la noche del 1° de marzo se había iniciado este impactante caso policial.

Esta noche, casi de manera rutinaria, los amigos de los hijos de Repetto prestaron atención a todo lo que les resultara sospechoso por ese sector. Y fue Hugo el que no pudo salir de su asombro, seguramente, al avistarlo a solo 7 cuadras de la casa de la calle Don Orione.

Para reconocerlo fue clave la bicicleta de horquilla celeste en la que se movilizaba, la misma bicicleta que se llevó en la madrugada ya del 2 de marzo.

Rodríguez estaba barbudo, vestía un buzo de gimnasia negro y jogging como pantalón. En la mochila tenía algunas pertenencias y unas llaves que serían de una casa de la zona.

“Lo único que le vamos a pedir a las autoridades que lo hagan hablar. No hicieron nada, ni la policía, ni el fiscal para encontrarla. Les dimos un montón de información y nunca nos escucharon”, dijo Cristian González, uno de los hijos de Repetto.

Cuando el Comando de Patrullas llegó a la esquina de Rondeau y Vértiz, ya los hijos de Repetto y Hugo tenían controlado a Rodríguez.