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Arte y Espectáculos 28 de noviembre de 2017

Los actores de “Los 4 evangelios” analizan a sus personajes

Jorge Cortese, Fabio Herrera, Leo Rizzi y Nicolás Pecollo se ponen en las pieles de cuatro asesinos, bajo la dirección de Paola Belfiore. Este fin de semana harán dos funciones en Mendoza.

La obra “Los 4 evangelios” de Alberto Rodríguez, con dirección de Paola Belfiore, cerrará el año con una gira en Mendoza capital, donde se presentará este viernes y sábado.

La puesta está protagonizada por Jorge Cortese, Fabio Herrera, Leo Rizzi y Nicolás Pecollo, con la participación especial de Luciano Brindisi, música de Sebastián del Hoyo, dirección fílmica de Julián Gil, sonido de Adriana Padra y maquillaje de Marisa Ferreyra.

“Los 4 Evangelios” es una obra de teatro con características propias de género policial, donde el hilo de desarrollo “sufre y goza” de diferentes grados de tensión.

Cuatro asesinos a sueldo esperan una llamada para salir a hacer un trabajo sucio. Uno de ellos no sabe que la orden que ya fue enviada, lo sentencia; los otros tres, acostumbrados a una vida de riesgos y balas perdidas no alcanzan a comprender el vaivén de éste postrero encargue hasta el último minuto.

Antes de su partida, los cuatro actores, contaron sobre sus personajes a LA CAPITAL.

“El personaje al que doy vida, Marcos, acaba de salir de la cárcel y quiere volver a trabajar para Jesús, el jefe de una banda de sicarios. Logra tal fin desconociendo que quizás sus propios intereses puedan no ser los mismos que los de su jefe”, relató Jorge Cortese, quien agregó que “la espera es vivenciada por Marcos desde un lugar donde pueden dejarse entrever actos de sumisión, ingenuidad, impaciencia, ribetes graciosos que a veces no son tales para los demás”.

Para el actor, “con la espera aumenta la tensión de la trama y con ella la tensión entre estos cuatro asesinos a sueldo, de manera tal que lo que se dice no es todo lo que se ve”.

“Como actor esta obra me ha dado la posibilidad de jugar la ambigüedad que presenta este personaje y desde esta particularidad ir abriendo interrogantes al espectador”, valoró Cortese.

Nicolás Pecollo, en tanto, es Mateo, “un joven sicario que fue reclutado de la cárcel por secuestro extorsivo. Impulsivo, arrebatador e irreverente”, describió.

Pecollo valoró que “este policial tiene un grupo de trabajo que despierta y renueva la pasión por lo que hago. El vínculo logrado generó un ritmo escénico entre nosotros, un respetado momento de escucha y de proposición”.

El actor, que hace teatro desde hace 13 años, confió que las tablas lo conectaron con “maestros, con grandes artistas, amigos. Pero por sobre todo, el teatro me conectó conmigo, me hizo más observador, mas compañero, más sincero y genuino”.

Fabio Herrera compone a Juan, el mayor de los cuatro sicarios, por lo tanto, el que tiene más experiencia en el “trabajo”. “Juan es un tipo silencioso pero firme, con carácter, que espera retirarse luego de este último encargo por parte de Jesús. No tiene amigos dentro del grupo, se conocen mucho con Lucas aún cuando no tiene plena confianza en él. No trata bien a Mateo ni a Marcos porque los considera inexpertos y será ese un factor que lo guíe a través de la obra para comprender lo que finalmente ocurre”, apuntó el músico y actor sobre su personaje.

Herrera apuntó que la obra, que ha cosechado premios durante la temporada pasada, tiene “la argumentación exacta de un policial, género que nunca pude hacer hasta que Leo y Nico me convocaron” y con “el ojo fino de una gran directora como es Paola Belfiore”. Además, valoró “estar trabajando con tres actores de gran experiencia y sabiduría que no sólo lo aportan a esta obra, sino que elevan la actuación y de los cuales todo el tiempo se puede aprender”.

Leo Rizzi, en tanto, es Lucas, “un tipo taciturno y de pocas palabras. No es el típico ganador extrovertido, su vida es solitaria y los trabajos que le da Jesús son su medio de subsistencia. Su única comunicación con el mundo es su amigo Negro, al que introdujo en el submundo de los negocios sucios. Salvo con su amigo, no es un tipo muy leal a nadie, ni siquiera a su jefe, Jesús”, lo describió.

Rizzi consideró que trabajar en Los 4 evangelios “es una de esas experiencias que te pasan pocas veces en la carrera de un actor: un gran producto, con grandes compañeros y con mucha repercusión entre el público. Es un proyecto que nació ‘angelado’ desde las primeras reuniones que tuvimos con Nicolás para pensar un proyecto, hasta el día del estreno fue algo que se dio tan naturalmente que no parecía un proceso de ensayos. Y después de estrenar todo fue sobre ruedas: buenos comentarios, reconocimientos, giras”.