El ministro de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, brindó hoy una disertación en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en la que analizó la actual “crisis de gobernabilidad global” y el “fin de ciclo de un modelo que está cayendo y rodando”. Ante un auditorio repleto de estudiantes, abogados, jueces y autoridades locales, subrayó: “Somos la última generación que puede actuar; la próxima será irreversible”.

En una charla titulada “La crisis, la desilusión y el nuevo idealismo”, el juez con más experiencia de la Corte Suprema no habló de teoría del derecho ni de leyes o tecnicismos, sino que planteó un análisis sociológico y filosófico sobre el mundo actual.

A su entender, la sociedad atraviesa “un periodo de desilusión generalizada”, donde las personas se sienten “solas y desmotivadas”, y se refugian en sus teléfonos celulares, mientras “el mundo cambia aceleradamente”.

“Estamos viviendo el fin de un modelo de 250 años que comenzó con la Revolución Industrial”, afirmó Lorenzetti ante una gran cantidad de estudiantes universitarios, pero también docentes, egresados, jueces, y autoridades como el presidente de la Suprema Corte, Daniel Soria, la vicerrectora de la Universidad, Silvia Berardo, la vicedecana de la Facultad de Derecho, Marina Sánchez Herrero, jueces provinciales y federales, autoridades de colegios de abogados de la provincia de Buenos Aires, y el intendente Guillermo Montenegro, entre otras autoridades.

La vicedecana Marina Sánchez Herrero le dio una breve pero cálida bienvenida: “Para esta casa de estudios es un honor recibir a Ricardo Lorenzetti, escucharlo y poder repensarnos a partir de su disertación. Y destaco el pedido que nos ha hecho de que los alumnos pudieran estar, lo cual es importante, porque todos los que hemos sido alumnos sabemos que es raro tener el honor de que un ministro de la Corte se dirija hacia nosotros, y poder tener su mirada sobre algo tan importante como es el derecho y el sistema judicial”.

En su reflexión, Lorenzetti planteó la situación de “crisis” que atraviesa el mundo actual no solo en relación a cómo se sienten los seres humanos, sino que también hizo hincapié en la necesidad de abordar la protección del medio ambiente. “Si no actuamos, vamos hacia un colapso. La naturaleza está enojada”, alertó.

En este contexto, la tecnología, y en particular la inteligencia artificial, fue otro de los temas abordados. El juez expresó su preocupación por la falta de control humano sobre esta nueva herramienta. “La evolución se da por saltos. Esto provoca una incertidumbre generalizada, porque nadie sabe hacia dónde vamos. Nos sentimos cada vez más frágiles”, dijo.

El ministro de la Corte Suprema de Justicia advirtió además que “en muchas partes del mundo se presenta la imposibilidad de construir sociedades” porque” las sociedades requieren un consenso sobre algunas cuestiones básicas, y las microidentidades lo destruyen”.

Así, “cada vez se da más el problema de que no coincidimos en lo general. Y el fraccionamiento se ve en la política, porque refleja el fraccionamiento social”, agregó.

Frente a este escenario, Lorenzetti planteó: “Esto requiere que actuemos”. Dijo, que “somos la primera generación de la humanidad que entiende que estamos al límite” pero también “la última que puede actuar, porque la próxima va a ser irreversible”.

“Entonces -siguió- hay que actuar y hay que reclamar para que se actúe. Porque si seguimos con este modelo, nos chocamos. Hay que hacer un debate sobre el cambio de dirección. Necesitamos cambiar la economía para que sea más sustentable, porque el costo-beneficio actual es insoportable. Necesitamos ir hacia las energías renovables y los alimentos saludables, que son parte de un nuevo modelo económico“, dijo.

En esa misma línea, planteó que también “hay un nuevo modelo social, basado en la cooperación y la participación”, porque “el individualismo exacerbado no nos conduce a nada”.

“Hay un nuevo idealismo. Porque también es la primera vez que una generación le enseña a la anterior en cuanto al conocimiento técnico. Los más jóvenes nos enseñan a los más adultos cómo usar todo, que cambia tan aceleradamente. Aunque esto no es lo mismo que la sabiduría, porque, a pesar de todo, los problemas de la humanidad siguen siendo los mismos que presentaron Platón, Aristóteles o Shakespeare”, completó.