El juez federal Santiago Inchausti regresó de su licencia y se hizo cargo de la causa que investiga las supuestas agresiones a la comitiva presidental durante su visita de días atrás a la ciudad.

De este modo, la controversial postura del juez que lo reempalzaba, Alfredo López, parece devenir en abstracto, aunque no la interna judicial que quedó en evidencia.

Vale recordar que en Mar del Plata el fuero Federal cuenta con dos juzgados penales, además de otros civiles. Uno de los jueces penales era Alejandro Castellanos, que ya no ocupa ese cargo en porque fue designado como camarista en Salta, y el otro es Inchausti.

Ante el pedido de licencia de Inchausti los jueces civiles debieron cubrir los puestos de forma transitoria y en ese marco es que López tomó el juzgado federal penal N°3.

Cuando se produjeron los incidentes en la visita de Macri al barrio Belisario Roldán no hubo ninguna actuación judicial hasta que, de oficio, lo hizo el fiscal Juan Pablo Lódola, de la justicia bonaerense. Sin embargo, como podía confiugarse un delito federal, López decidió hacer lo mismo por su cuenta.

Entonces fue cuando comenzaron las controversias, ya que López -en un juzgado ajeno al suyo pero con todas la atribuciones que le confiere el acto de subrrogar- ordenó a la fiscal Laura Mazzaferri que investigara el hecho. El ida y vuelta generó las disputas que lo único que permitieron ver fue, en pequeña escala, el gran enfrentamiento de dos corrientes políticas dentro de la Justicia.

Ahora López “regresará” a su juzgado civil y la causa por las agresiones supuestas al presidente Macri quedarán en manos de Inchausti.