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Opinión 19 de abril de 2016

Lo importante es la familia

por Gerardo Gómez Muñoz

En diciembre, cuando se conoció el gabinete de Carlos Arroyo que con gran prosopopeya anunció la futura invasión de Normandía, Tato Serebrinsky no demoró un minuto en calificarlo de un grupo de parientes y amigos que no sólo carecían de idoneidad sino de sanos propósitos. De cajón era que la mayoría se remontaba a lo que le había sucedido al único radical que apoyó la candidatura del intendente en la interna frente a Vilma Baragiola a quien la acusó de haberlo defraudado.

No menos torcido fue el mismo Arroyo que presionado por la Sociedad Rural lo bajó de la secretaría de la Producción para la que lo había mencionado inclusive ante la prensa. El diputado radical (MC) terminó quedando como el malo de la película, pero no reculó un tranco y siguió criticando los multiplicados desatinos del “gabinete” que cada vez y a cada paso iba asemejándose más a los patos caseros. Una enumeración simple, sólo enumerativa y que no agota la lista, sólo para refrescar memorias, sobre todo de “la gente” que olvidó lo bueno del que se fue y es irresponsablemente exculpatoria del nuevo.

Primero la irresponsabilidad de ubicar como primer concejal y eventual suplente y sucesor a un hijo de buena pinta, alto, pero que no las tiene todas consigo. Casi un peligro en sí mismo. Un yerno que percibía -nunca fue desmentido- una pensión graciable y cobraba el desmedido sueldo de secretario privado y hoy andaría en dolosos gestionamientos, según denuncia con todas las letras el colega Adrián Freijo.

Salteando la cronología ahora es tema resonante el descubrimiento de otro colega, Carlos Mas, que desde su sitio de noticias hizo saltar la tapa de la olla que cocinaban entre la secretaria de Educación Ana María Crovetto -aporte radical, tal vez de Baragiola- y la subsecretaria Susana Rivero que es la actual pareja de Arroyo.

La Rivero para estar a tono con los ribetes de la “familia gobernante”, hizo designar en un cargo en el Instituto de Formación Docente a una nuera con un sueldito de 22 mil pesos como tres veces el salario ordinario municipal que, además no tiene la especialización requerida y no participó en concurso de competencia como se exige.

Menos mal que Crovetto adelantó que se va devolver el dinero al Instituto, afirmado en desopilante declaración para el Ripley. Y hablando de declaración: ¿que será de los 73 mil pesos por tres, correspondientes a los sueldos cobrados por el Toty que desde La Matanza a la Secretaría de Desarrollo gastó más tiempo en viajes que calentando la silla de su despacho que conservó en ese lapso en estado tan virginal como la gestión del piquetero preferido de Lilita?

Don Arroyo siguiendo con parentela, al menos, podría estar atento a ciertas excursiones que dos importantes funcionarios hacen de noche a ciertos boliches para interesarse si las ordenanzas y disposiciones se cumplen.
No nos olvidamos de Guzmán que no es pariente -aunque “lo quería como un hijo”- que perdió su cargo por llevar sin permiso una camioneta oficial a Córdoba acompañado de su hija que, felizmente no sufrieron daño alguno.

Y el top ten, quien lo va a discutir, Emiliano Giri, que fue defendido a capa y espada y cuando volvió lo recibió con un bolero amorosamente reblandecido “quiero tenerte cerca” y ahora, en reservado, es maldecido con rigor. Giri, para él todavía están reservadas más páginas o escucharlo a Fiocca que se repone de un infarto, pero que pueda declarar y va a decir “verdades”.

Correa y cartón lleno

Quien no se acuerda de aquel chiquito impetuoso y verborrágico que viniendo de Batán -de la parte de afuera, valga recordar porque también supo estar adentro- llegó a holgar en el Concejo Deliberante como asesor de un edil justicialista. Pues, parece ya no alcanzado por aquella cuestión en las finanzas de OAM y recibido, dicen de abogado, anduvo las otras noches de alta reunión política.

Y fue precisamente en la sede de la obra social de los municipales, nada menos que enfrente de la casa de Arroyo. Haciendo honor a su fama no tuvo empacho en confesar a un amigo que lo encontró transitando hacia la mencionada casa que iba a una reunión con el titular de OAM, Marcelo Cardozo, Carlos Arroyo, con el presidente del Concejo, Guillermo Sáenz Saralegui y algún otro.

Abriendo aún más sus enormes ojos Cardozo se limpió rápidamente: “No, yo sólo puse la casa, no sé de qué habló”. Precisamente ahí estaba “el quid”, pues otro informante oficioso narró que se había hablado de un importante cargo en el gobierno municipal para Sergio Correa.

Nuevo partido vecinal

Al quedar afuera de las normas que habilitan la participación en las contiendas electorales de los partidos vecinales la Concertación Vecinal presidida por Pablo Martínez del Bosque, uno de los creadores de Cefil, sólo quedó vigente en Mar del Plata la Agrupación Atlántica de Carlos Arroyo. Esa circunstancia activó que desde el riñón de los sectores liderados por el diputado provincial Manino Iriart, uno de sus principales dirigentes, el ex concejal Daniel Sosa, se pusiera a la cabeza de la idea junto a otras figuras del Puerto. Así nació y ya está legalizado el MPR sigla que comprende a la denominación “Mar del Plata, Puerto y Región”.

Sosa, de sempiterna actividad en el Puerto, se está moviendo con los amigos de la zona que lo acompañaron en el Cefil, todos cuales son conocedores de esta zona y de sus necesidades de participar en el campo de la producción, de los problemas sindicales, sociales y vecinales del vasto radio poblacional.

Dos cuestiones influyeron para alentar la actividad que rápidamente los hizo confluir con mucha gente del área en la necesidad de buscar la representación “del Puerto”. Una, la irrupción de Giri con pretendida autoridad para imponer en los cargos, guiado por algunos “descartados”, a personajes como Diego Garciarena. La otra fue la posición de Arroyo que contra todos los concejos, pero movido por Giri, dos veces quiso instalar el consejo directivo del puerto.

A un paso de la ruptura

La férrea decisión de la flamante secretaria de Cultura Silvana Rojas llevó al borde del quiebre en el bloque de “Cambiemos”. Ella quería designar a todos sus directores, pero eran de la UCR. La posición no era simplemente personal sino la expresión concreta de la tesitura del PRO en busca del protagonismo perdido a manos de las arremetidas de Baragiola y de los protegidos de Katz/Pagni, cada vez más impetuosa a partir de la caída de Giri.

Se saldó con la salida de algunos, todos rescatadas en otras funciones, y con otros que tuvieron que ser aceptados por Rojas. Pero los encontronazos fueron muy duros.

Esta página ya había anticipado que con Juan Aicega a la cabeza y con mayor limpieza que la exhibida por el funcionario que está procesado y defenestrado, la cuestión se venía orgánicamente y pese a quien le pese, así sea el propio Arroyo cada vez más alejado del poder y de la gestión.

La designación de Gustavo Blanco, hombre no sólo del PRO sino de la Fundación indica que sigue avanzando la decisión de incorporar cada vez más “propia tropa” al devaluado elenco arroyista. Blanco conservará el ejercicio de la Secretaría de Salud y coordinará el gabinete.

Se quebró la juventud arroyista

En una importante FM local, la juventud arroyista tenía a su cargo un programa destinado a informar y promover la actividad política juvenil, la partidaria y la gestión de gobierno. Todo iba muy bien, pero de pronto, uno de estos días el responsable le hizo saber al director que el programa no proseguiría y se daba por cerrado el ciclo. El director se desvivió por mejoras en el precio, en el funcionamiento, en el horario, porque el programa tenía seguidores. Eso hasta que los jóvenes cantaron la verdad. Simplemente habían crecido en el seno del equipo diferencias profundas en relación al desempeño del intendente Arroyo.

Los muchachos con sus diferencias dejaron al desnudo los enfrentamientos y divergencias que están aumentando en el interior del propio frente arroyista.

Fiocca versus Giri

El publicista Roberto Fioca que aparecía por lo menos como cómplice de Giri en la estafa a indigentes y al Estado a través del engaño a quienes cedían su documentación para recibir subsidios, terminó acusado por el ex funcionario municipal de toda la maquinación en la que él mismo había caído. La situación motivó un infarto a Fiocca que fue internado, situación que persiste, pese a la mejoría, luego de un trance difícil.

Tanto él como sus familiares atribuyen la crisis sufrida y de la que está saliendo a las declaraciones de Giri. “Mi participación, asegura Fiocca, fue simplemente llevar la documentación que me dio Giri al Astillero, como gentileza de amigo. Todo el accionar cuestionado y enjuiciado fue obra de él, tanto que yo me presenté para estar a derecho y no me han citado nunca a declarar”.