Si la primera impresión es la que cuenta, Peñarol va por el buen camino. Es que el escolta estadounidese Melvin Johnson arribó a la ciudad y en la tarde noche del domingo cumplió su primera práctica en el microestadio “Domingo Robles”.

El contacto inicial resultó positivo, más allá de que apenas se trata de los primeros movimientos de un jugador que se nota que conoce el juego. Johnson, de 26 años y 1,93 metros acredita buenos antecedentes profesionales en Italia, en las Ligas A1 y A2.

Y su misión será convertirse en una de las principales opciones ofensivas del “milrayitas”, que volverá a jugar en el retorno de la acción por la Liga Nacional de Básquetbol el jueves 11. Será en el Dow Center, ante Bahía Básket.
Sin embargo, y más allá de la ilusión que genera la llegada de Johnson, por otro lado hay una cierta inquietud por la demora en el retorno de Devin Thomas.

En los partidos jugados en esta temporada, el pivote se ganó aplausos y abucheos en dosis similares. Es muy bueno ofensivamente, tienen una especie de imán invisible para atraer rebotes, aunque no es un gran defensor. Registró muy buenos números pero no terminó de plasmar todo lo que insinuaba a causa de su inestabilidad emocional y sus desplantes. Estuvo cerca de ser despedido, lo indultaron, continuó, volvió a hacer de las suyas en el partido ante Obras Básket y le dieron un permiso especial para irse antes de vaciones (no jugó el último partido ante Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia). Su compromiso, a cambio, era regresar el 2 o 3 de este mes para reincoporarse al “milrayitas”. Lo cierto es que iba a llegar el sábado, después lo pasaron para el domingo y ahora la información oficial es que llegará este lunes. Habrá que seguir esperando.