Alvarado confirmó la contratación del centrodelantero uruguayo Sebastián Gularte para reforzar el equipo que jugará la temporada 2023 de la Primera Nacional de fútbol y así prácticamente cerró su ataque para el citado certamen.

Gularte, un “trotamundos” de 32 años, firmó contrato por dos temporadas con el club marplatense.
Con el arco y la delantera cubiertos, los dirigentes de Alvarado procurarán ahora incorporar uno o dos defensores centrales y algún mediocampista mixto.

Gularte, nacido en Tacuarembó el 21 de mayo de 1990, cuenta con una extensa trayectoria. Debutó profesionalmente en el equipo de su ciudad, Tacuarembó FC, en 2009, cuando jugaba en la Primera División uruguaya. En esa temporada disputó nueve partidos, no convirtió goles, y fue cedido a Deportivo Maldonado, de la Segunda División, y luego a Deportivo Savio de Honduras.

Su carrera cobró impulso cuando retornó a Tacuarembó FC, ya en la categoría de ascenso, con 22 partidos jugados y ocho goles. Anduvo luego muy bien en Rampla Juniors en la misma división (17 partidos y 13 goles) y se ganó la oportunidad de regresar a la primera de su país para jugar para Montevideo Wanderers en la temporada 2014/2015, donde jugó 18 partidos y marcó 3 goles.

Chile fue su siguiente destino para jugar para San Marcos Arica en Primera División durante el ejercicio 2015/2016 con 22 partidos y 4 goles.

El siguiente año y medio de Gularte tuvo poco relieve: Progreso (Segunda división uruguaya), 11 partidos, sin goles; Mictlán (Guatemala), 20 partidos y un gol; Miramar Misiones (Segunda división uruguaya), 11 partidos y dos goles.

Fue necesario que regresara a Tacuarembo FC en 2018 para relanzar su carrera. Convirtió trece goles en veinticuatro partidos y ya no regresó a Uruguay. Emigró a Unión Comercio, de la primera de Perú, y la rompió con 15 goles en 31 partidos. Así llegó a Deportivo Binacional en 2020 para jugar la Copa Libertadores y en 21 partidos marcó 3 tantos.

Nacional Potosí, de Bolivia, apostó por Gularte en 2021 y acertó: 12 goles en 31 encuentros. Y así llegó el 2022 que está por terminar: lo comenzó en Atlético Bucaramanga de Colombia, donde jugó once partidos sin marcar, y lo terminó en Ayacucho FC, de la primera peruana. En este equipo, el último de su trayectoria, hizo cuatro goles en 15 cotejos.

Como dato curioso, las dos veces que Gularte llegó a jugar Copa Libertadores, enfrentó a Boca y River. A los “xeneizes” los cruzó en el torneo 2015 cuando jugaba para Montevideo Wanderers y apenas actuó en once minutos del cotejo que los entonces dirigidos por Rodolfo Arruabarrena ganaron 2-1 en La Bombonera. Y ante los “millonarios”, durante su paso por Binacional de Perú en 2020, estuvo 74 minutos en cancha el día que los dirigidos por Marcelo Gallardo golearon 6-0 en Lima.

El uruguayo viene de un año apenas discreto, pero varias veces durante su carrera resurgió tras etapas menos felices. Alvarado lo espera con los brazos abiertos.