Por Alvaro D’Elia
@AlvaroDElia

Matías Retamal Luengo (35) soñaba de chico con festejar Halloween en su casa. Siempre sintió fascinación por esta festividad con arraigo estadounidense y su historia. También consumía todo lo que la rodeaba, como sus películas, y al verlas pensaba “¿por qué no en Mar del Plata?”.

Aquel pequeño Matías lo imaginó y se lo propuso. Ya adulto aquel anhelo se hizo realidad y hoy se gratifica por haber logrado que la Noche de Brujas de 2018 en Mar del Plata haya sido “un éxito”.

Estudiante avanzado de Lengua y Literatura, da clases particulares en su casa del barrio Bernardino Rivadavia. Por allí pasan diariamente muchos niños que van a estudiar, sin embargo la mayor convocatoria se da la noche del 31 de octubre.

Así como lo soñó de niño, desde hace siete años Matías decora el frente de su vivienda ubicada en Matheu al 5300 con motivo de la Noche de Brujas. “La llaman ‘La Casa de Halloween'”, señala. Allí regala golosinas, entrega souvenirs, transmite la historia y realiza el tradicional “Dulce o Truco” junto a sus amigos.

“El primer año la reacción de la gente fue asombrosa y quedaron sorprendidos por la temática y la propuesta. Sin pensarlo, varios chicos se acercaron a pedirme golosinas y desde ese momento los marplatenses pasan por el tradicional ‘Dulce o Truco'”, dice y agrega que la casa es considerada “casi como un paseo similar al de Olazábal, a diferencia de que es una sola”.

Con el paso del tiempo, las escenografías y las temáticas cambiaron y el público aumentó. Esa dinámica lo llevó a Matías a reconocerse superado y fue en busca de ayuda: hoy el decorado lo realiza con la colaboración de varios amigos y los disfraces, las golosinas y los souvenirs que entrega los paga con el dinero que le queda de las clases de Prácticas del Lenguaje e Inglés.

Este año, la temática fue “Feria del Terror al Estilo Circo” y, según comenta, pasaron muchos niños. “Es una satisfacción ver la cara de los chicos que vienen disfrazados, incluso algunos que no son del barrio. Es asombroso porque viene gente de Constitución, de Alem, de diferentes zonas, y eso nos satisface porque cuando empezamos éramos muy poquitos”. “Fue todo un éxito”, describe.

Sobre quienes piensan que se trata de una fiesta extranjera y norteamericana, el impulsor de la Noche de Brujas marplatense explica que “podrían no estar tan lejos de la idea, pero del mismo modo es Santa Claus y Navidad”.

Divertirse de aquello que atemoriza es lo que propone Matías, quien, fascinado por Halloween aún con la misma intensidad de cuando era chico, continuará poniendo lo mejor de sí para obtener más sonrisas, aquellas que le hubiera gustado encontrar en su niñez cada 31 de octubre.