El gobierno municipal lanzó este viernes la primera licitación financiada por la nueva tasa vial que proyecta cobrar a través de la carga de combustibles.

Se trata de la licitación pública N° 23/2023 para el “fresado y recapado de pavimentos asfálticos y bacheo de pavimentos de hormigón”, con un presupuesto oficial de $ 2031 millones.

Aunque el proyecto que contiene el cobro de la tasa a través de las estaciones de servicio todavía no fue aprobado por el Concejo Deliberante (recién ingresó esta semana), la administración de Guillermo Montenegro decidió dar el primer paso de la licitación con el objetivo de “disminuir los tiempos burocráticos” y evitar que los aumentos de costos derivados de la inflación reduzca la cantidad de trabajos previstos.

“Vamos a evitar las redeterminaciones de precios y se va a poder hacer el doble de pavimentos”, explicaron en el gobierno local. En caso de que el tributo no se apruebe (lo que parecería improbable ya que el oficialismo cuenta con mayoría propia), en el municipio aseguran que llegado el momento “se dará de baja la licitación”. 

Desde Vialidad remarcaron que se ejecutarán dos tipos de obras: por un lado, se realizarán más de 52.000 metros cuadrados de fresado y recapado asfáltico y, por otro, se harán 17.000 metros cuadrados de bacheo de pavimentos de hormigón.

Los plazos estimados para la ejecución de los trabajos alcanzan los 240 días y se encuentra incluidos en los expedientes las tareas de movimiento, nivelación de suelo, retiro de escombros a un espacio de hasta 20 km de distancia, carga y descarga del material, equipos mínimos necesarios, readecuación de bases de suelo, tomado de juntas y revisiones técnicas periódicas.

A su vez, la licitación contempla la colocación de señales de advertencia y peligro, como también la regulación del tránsito en el transcurso de las tareas.

Según indicó Vialidad, están garantizados “no solo los plazos estimados, sino también la calidad del pavimento”.