por Ramiro Melucci

“Quiero un ministro de Economía fuerte, aprendí eso de Lavagna”. Desde que Alberto Fernández pronunció esa frase, hace poco más de una semana, los rumores sobre una eventual participación del ex ministro de Economía en un futuro gabinete se profundizaron. El candidato de Consenso Federal lo sabe, pero descarta de plano esa posibilidad en una entrevista con LA CAPITAL. De paso, advierte la necesidad de que el próximo gobierno haga hincapié en el trabajo, niega que haya fracasado la “tercera vía” y anticipa que el Congreso será clave en la etapa que viene.

– ¿No hay ninguna posibilidad de ser ministro de Economía en un posible mandato de Fernández?

– Eso ya está descartado. Lo he descartado con toda claridad. Con la aclaración de que descartar esto no significa descartar el diálogo. Consenso Federal va a estar como grupo político en la mesa de negociación si llegan las circunstancias en las cuales esa mesa tenga que existir y que efectivamente haya voluntad de quien gane de abrirse a discutir cosas en una mesa. Desde el principio hicimos de la bandera de unión nacional un tema central. Sería absolutamente contradictorio que ahora no estuviéramos. Pero no tiene nada que ver con cuestiones de puestos específicos para una persona en particular.

– La inflación sigue escalando. ¿Cómo evalúa lo que está ocurriendo?

– Es una situación difícil. Claramente la Argentina está ubicada hoy entre los diez países en el mundo con más alta inflación. Lo más grave es que esto se da en un contexto de una economía paralizada. En general, hay procesos inflacionarios que tienen que ver con un sobrecalentamiento de la economía. Acá se da al revés: un grado de enfriamiento y de no creación de empleo.

– ¿Cuáles son las medidas que sí o sí debería tomar el próximo gobierno?

– Si hay que poner atención en una cosa y en una palabra, es trabajo. Acá hay que crear trabajo. La economía está paralizada. La cantidad de gente desocupada es enorme. En Mar del Plata ni hablar. Ustedes lamentablemente tienen un récord en ese sentido. El éxito o el fracaso de una futura política, más que por el ajuste fiscal o incluso la inflación, que deberá tener una desaceleración, pasa por si la economía está creando trabajo o no. Si crea trabajo quiere decir que alguien está invirtiendo, y si alguien está invirtiendo quiere decir que alguien está consumiendo. O sea que ahí viene toda una cadena que explica el éxito o no de una economía.

– ¿Hay algún grado de paralelismo entre esta situación y la que le tocó enfrentar como ministro en 2002 y ésta?

– Hay muchos parecidos pero también hay diferencias. Una diferencia es de carácter político. En aquel momento estaba el Diálogo Argentino. Hoy eso no existe. Está la polarización: dos sectores, el que salió primero y el que salió segundo en las PASO, que prácticamente no tienen contacto entre sí y tienen un rechazo casi físico el uno por el otro, lo cual es muy preocupante porque cuando hay que construir en medio de una crisis de esta naturaleza hace falta sumar fuerzas.

– ¿Y por qué cree que fracasó la tercera vía?

– No, todo lo contrario.

– Los números de las PASO no parecen mostrar un éxito.

– Hay que hacer historia. Consenso Federal lleva un año de trabajo. Los primeros ocho o nueve meses dedicados básicamente a formar equipos, a presentar programas y demás. Y de armado estrictamente electoral tuvo solo dos meses. La incorporación de (Eduardo) “Bali” Bucca como candidato a gobernador, de (Santiago) Bonifatti en Mar del Plata, llevaron dos meses. Y en dos meses obtuvieron muchísimos votos. De manera que, si algo nos faltó, fue tiempo. Y recursos y medios. Quienes están a favor de esta polarización tienen recursos económicos, recursos mediáticos, recursos de implantación territorial muy fuertes. Y bueno, a esa tercera vía del centro se le hace difícil avanzar.

– Da la sensación de que la elección a nivel nacional está definida. ¿Ahora está en juego la representación de la oposición en el Congreso?

– Dejemos la primera parte así no concedo a lo que usted dice. Tomemos la segunda parte: sí, el Congreso es un punto esencial. Nosotros desde el vamos elegimos para el Congreso de la Nación, sobre todo en los puestos más expectantes, gente de mucho nivel, porque justamente estamos convencidos de que en el Congreso de la Nación va a venir una etapa extremadamente importante en términos de ver si se puede construir un gobierno de base más amplia de la que existe hoy en los planes de uno y de otro.

– ¿Cree que va a haber balotaje?

– Nuestra intención es que haya balotaje y que lleguemos nosotros. Después, si esto ocurre o no lo van a decidir el 27 los argentinos y respetaremos lo que ahí se decida. Y pasará a ser un capítulo central el Congreso de la Nación, así como los congresos provinciales y los cuerpos legislativos en los municipios. Todo lo que es la representación democrática.

— La incomodidad en el debate y sus razones

El candidato a presidente de Consejo Federal, Roberto Lavagna, admitió que no se sintió “cómodo” en el debate que se realizó el domingo pasado, pero no lo atribuyó al formato televisivo sino a los planteos de otros candidatos.

“Yo no me sentí cómodo, pero no por el formato. El formato es incómodo, pero supongo que debe haber sido incómodo para todos. Yo me sentí incómodo, fundamentalmente, porque tuve la sensación de que entre las dos fuerzas que habían salido primeras en las PASO había un clima de conflicto, casi de agresión, que es exactamente lo contrario a lo que hace falta”, aseguró a LA CAPITAL.

“Además, cuando llegó el momento de discutir de los derechos humanos, un candidato habló de los derechos humanos en Ecuador, otro de los derechos humanos de los militares que están todavía en juicio. Yo no quiero negar la importancia de esto pero, señores, el tiempo es aquí y ahora, no es hace 40 años ni a miles de kilómetros de Argentina”, lanzó.

Lavagna recalcó que le molestó “profundamente” que el tema del hambre haya sido ignorado. “Por eso hice una segunda intervención en la que dije que me llamaba la atención que nadie hablara de esto. Después lo habló Alberto Fernández”, aclaró.