Laura G. Miranda: “No es una tarea titánica revertir los mandatos”
"Volver a mí" es la última historia de la marplatense, aunque aún sigue rodando por las librerías "Más allá del mar". En ambas novelas, se detiene a analizar los mandatos sociales que cercenan libertades y no permiten alcanzar la felicidad, sobre todo entre las mujeres.
Feliz por llegar a la Feria del Libro, Laura dice que ahora su escritura "es mucho más profunda" que en sus primeros libros.
Por primera vez en su trayectoria literaria, la escritora Laura G. Miranda presentará su nuevo libro “Volver a mí” (VeRa) en la Feria Internacional del Libro que se desarrolla en Buenos Aires. Será el viernes que viene a las 18.30 en la sala Carlos Gorostiza, ubicada en el Pabellón Amarillo. “Es la primera vez que una de mis novelas será presentada en la Feria de Buenos Aires, estuve antes con mis otros libros pero en convocatorias de firmas de ejemplares, nunca en una presentación”, dijo la escritora de novela romántica de Mar del Plata.
Cabe señalar que “Volver a mí” es la primera novela del sello VeRa, que está dedicado a las historias de amor pero que intenta moldearlas lejos de los estereotipos de género. Este libro, de tapa multicolor, se lanzó el último 14 de febrero, Día de los Enamorados.
Miranda aseguró que esta nueva etapa le suma “felicidad”. “La editorial se ha encargado de cada detalle en favor de que todo sea inolvidable y en ese marco, ocurrirá la magia que es el encuentro con mis lectoras y lectores, acompañada por la incondicionalidad que me brindan. Ese es mi mayor patrimonio, siento que la feria me acerca a tantos abrazos y emociones. Es un modo de compartir lo mejor de mí y de mi gente en el mismo momento”, indicó a LA CAPITAL.
Mientras lanzó “Volver a mí”, todavía estaba circulando su anterior historia, “Más allá del mar”, que editó por Eudem, la editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata. En ambas historias pone su mirada en los mandatos que reciben sus protagonistas, aunque son tramas y engranajes muy diferentes.
– ¿Por qué decidiste ir en contra de los mandatos sociales en estos dos libros?
– En realidad no fue mi intención en ninguna de las dos historias manifestarme en contra de los mandatos sino que pretendí ponerlos en evidencia, invitar a la reflexión y demostrar, a través de la ficción, que a veces, no es una tarea titánica revertirlos pero para eso primero hay que reconocerlos. ¿Sabés? Los mandatos sociales y familiares son silenciosos. La mayoría de las personas son alcanzadas por ellos sin darse cuenta y para cuando son capaces de advertirlo ya están enredadas en sus perspectivas. Lo cuestionable de los mandatos no es necesariamente la repetición de tradiciones, por ejemplo, estudiar lo mismo que los padres porque puede gustar mucho la actividad y está bien. Sin embargo, resultaría irritante descubrir que no se ha elegido libremente.
– ¿Qué cosas se activaron en vos para empezar a trabajar este tema desde la escritura?
– Nada en particular se activó en mí al momento de elegir este tema. Siempre elijo escribir sobre cuestiones de la vida de las que nadie escapa y ese fue el motivo. Observar y ver que desde lo más pequeño como puede ser un menú navideño hasta decisiones trascendentales, suelen suceder a la sombra de los mandatos, ese régimen anónimo de cuestiones preestablecidas. “Más allá del mar” aborda esta temática en forma directa. En cambio, “Volver a mí” plantea otra situación. Si bien la protagonista ha cumplido los roles de ser profesional, esposa y madre, no está disconforme con eso. Lo eligió. El problema surge cuando lo que antes eran sus razones y prioridades ahora ya no la hacen feliz.
– ¿Considerás que son mandatos diferentes los que derriban las protagonistas de estos libros?
– Sí, todo es diferente. Aldana Vega es soltera, no tiene hijos y aún no ha cumplido los 30 años. Gina Rivera, en cambio, es casada, tiene tres hijos y 45 años. Definitivamente son perfiles muy distintos. Aldana siente que no encuentra el verdadero amor y que su destino le ha sido impuesto. En cambio, Gina siente que todo ha cambiado, sus hijos son grandes y la familia se ha devorado lo que fue un matrimonio genial. Para su esposo no hay conflicto alguno y ella queda sumergida en otra frecuencia. La distancia es la única opción aunque para nada es una decisión fácil.
– ¿Cómo es Gina Rivera la heroína de “Volver a mí”? ¿Por qué elegiste que fuera escribana?
– Gina Rivera es una mujer que tiene todo para ser feliz pero, sin embargo, eso no sucede. La rutina la ha postergado y no se reconoce en el espejo. Entonces, decide buscar a la mujer que la habita pero ya no está a su alcance. Es un personaje que puede ser cualquiera de las tantas mujeres que perdieron la capacidad de disfrutar, que se ríen menos, que viven un día igual al otro, que han priorizado siempre a la familia por sobre sus propios sueños y, un día cualquiera, descubren que ya no quieren eso. Es escribana por dos razones, la primera es que debía ser independiente económicamente como para poder afrontar los costos de un viaje. Aclaro que si bien recorre tres lugares emblemáticos como Nueva York, Bélgica y Perú, no son esos escenarios lo más relevante sino el recorrido interior que le sucede en simultáneo. Creo, que el tema es el desafío de pensar primero en ella misma y el reencuentro con la plenitud. La segunda, fue mi deseo de reivindicar la tarea de los notarios. Solemos asociar esa profesión con números, gastos y trámites desprovistos de humanidad, puede que así sea en algunos casos pero en otros, doy fe que no es así. Me pareció muy importante mostrar el otro lado, ese que define la humanidad y los sentimientos nobles que existen entre líneas de un protocolo. Mis amigos, Stella Maris Carballo y su esposo, Guillermo Longhi, ambos notarios fueron de gran ayuda al momento de darle vida al trabajo de Gina. “Volver a mí” es una historia pensada para mujeres de entre 45 y 55 años. Por supuesto, tratándose de una novela coral, el amor joven está presente también con conflictos propios en la vida de cada uno de sus hijos. Gina Rivera no es la protagonista convencional del género romántico, ella es todas las mujeres que se animan a buscar respuestas. Estoy segura de que algo de su ser vive en quienes creen en el amor y lo eligen aunque sufran en el proceso.
– ¿Cómo nació “Volver a mí”?
– Conversando con mi editora, ella me dijo que le parecía interesante una protagonista que tuviera más años que el promedio del género y cierta experiencia de vida. Me pareció una iniciativa que me daba la posibilidad de una historia de amor muy diferente. Creo que la segunda parte de la vida es una gran etapa. ¡Será porque tengo 50 años, quizá! En ese mismo momento la imagen de una mujer armando una valija vino a mí junto con un montón de ideas, muchas de las cuales hoy forman parte de la historia. Nunca olvidaré el origen de “Volver a mí” porque surgió de manera mágica. Sentí que la novela estaba dentro de mí, esperando a que escuchara su voz y la escribiera. Mientras Gina se volvía real en las páginas una parte de mi cambió radicalmente.
– ¿Qué evolución notás en tu escritura desde tu primera novela a hoy?
– Si bien mantengo el mismo estilo en mi prosa, creo que estoy lejos de quien era cuando escribí “Amuleto contra el vacío”, mi primera novela. Han pasado casi seis años muy significativos en todo sentido. Epocas buenas y de las otras. Inevitablemente cambié y eso modificó también mi modo de observar el mundo y de vivir. Ambas cosas se reflejan en lo que escribo. Creo que ahora soy mucho más profunda, intento llegar al hueso de las emociones y a pesar de la adversidad, siempre comunicar un mensaje esperanzador. Siempre hay algo bueno aun en las peores circunstancias. No abordaría ninguna historia que no fuera creíble. Nunca lo hice. Mi propósito es que quien me lea se encuentre entre líneas, las historias demasiado perfectas no me gustan. Siento que se subestima al lector.
– ¿Sigue viviendo la novela romántica ese furor que vivió hace unos años?
– Creo que el amor ha sido y será siempre la razón de todas las cosas. Las lectoras del género jamás pierden ese “furor” con que devoran las historias y eso, afortunadamente, se expande.
– ¿De qué manera influye en la novela romántica el movimiento de mujeres y el feminismo que se ve en las calles? ¿Influye? ¿Cambian las temáticas, se imponen la mujeres empoderadas, cambian las escenas de sexo?
– Todo cambio que se produce en la sociedad alcanza el arte en todas sus formas. El feminismo, desde mi punto de vista, genera debates que la realidad pide a gritos. En mi caso no cambian las escenas de sexo ni se imponen mujeres empoderadas. Sin embargo, las posiciones radicalizadas y opuestas influyen al momento de construir mis novelas porque pretendo que todas las voces encuentren su lugar en la ficción. Me corro de mi propia opinión en beneficio de la pluralidad de argumentos. Creo que los libros son comunicadores que deben invitar a la reflexión que a cada persona por derecho le corresponde. La libertad de pensamiento es la esencia de todo movimiento social.
– “Más allá del mar” salió por Eudem, el sello de la Universidad local, “Volver a mí” por VeRa. ¿Qué experiencia tenés con ambos sellos?
– He tenido la mejor experiencia con ambas editoriales. Tanto que cuando fui convocada por VyR editoras antes de dar una respuesta, fui a conversar con las autoridades de Eudem, si ellos me pedían exclusividad yo se las habría dado porque me dieron un lugar de privilegio para mí. Sin embargo, lejos de eso, se alegraron por mí y me impulsaron a aceptar porque era una oportunidad de crecimiento. Lo cual habla muy bien de mi querida Editorial de la Universidad, a cuyo catálogo sigo perteneciendo como autora. En cuando a VyR editoras, solo tengo palabras de gratitud también. Ellos vinieron a buscarme para que formara parte de un proyecto gigante como era el lanzamiento de un nuevo sello, una apuesta fuerte y arriesgada que hoy es una realidad. Confiaron en mí y trabajé junto a un equipo que no deja librado al azar ningún detalle. Soy una persona muy afortunada. Ambas editoriales me han tratado como todo escritor sueña.