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La Zona 3 de abril de 2019

“Las secuelas de la guerra nos acompañarán hasta el fin de nuestros días”

Lo dijo el ex combatiente, Oscar De Andrade a través de un emotivo discurso durante el acto en recuerdo a la gesta de Malvinas llevado a cabo en Miramar. “Nuestro corazón aún está allí”, agregó.

MIRAMAR (Corresponsal)

En la plaza cívica Malvinas Argentinas de Miramar, se desarrolló el acto protocolar al conmemorarse 37 años de la fatídica y recordada guerra con Gran Bretaña, que aún perdura en la memoria colectiva de aquellos que valoran a los por entonces jóvenes que se transformaron el héroes defendiendo el archipiélago hasta las últimas consecuencias.

Como cada año, los integrantes del Centro de Ex Combatientes presidido por Marcelo Bernardi, fueron agasajados merecidamente por su valor y recibieron el acompañamiento de la comunidad.

Estuvieron presentes el intendente municipal, Germán Di Cesare, funcionarios del Ejecutivo, el defensor del Pueblo Adjunto, Marcelo Honores, representantes de las fuerzas de seguridad e instituciones educativas.

Tras la colocación de la ofrenda floral al pie del cenotafio en recuerdo a los caídos en combate, se dirigió a los presentes el veterano de guerra, Oscar De Andrade.

“Las secuelas de la guerra nos acompañarán hasta el final de nuestros días”, dijo. Además agregó: “Nuestro corazón aún está allí”.

De Andrade, también hizo un repaso de su experiencia personal en el conflicto bélico: “Al haber hecho el servicio militar obligatorio, queríamos seguir con nuestros proyectos y la tan preciada juventud pero nos enteramos de la declaración de guerra. Es así que con un armamento que no estaba a la altura de las circunstancias, sin equipo preparado para el frío y tampoco la posibilidad de elegir partimos a Malvinas”.

“Una vez desembarcados, caminamos varios kilómetros hacia la posición de combate en Monte Longdon y allí permanecimos en una trinchera combatiendo hasta cuerpo a cuerpo antes de la rendición. No debemos olvidar la falta de alimento y los abusos que fuimos víctimas por parte de los superiores”, amplió.

El combate dejó 632 soldados argentinos muertos, luego llegaron los 400 suicidios y 150 muertes post guerra debido especialmente a diversas enfermedades.

“La mochila es pesada, pensamos todos los días en la guerra.  La podemos sobrellevar con la ayuda de nuestra familia y amigos, aunque se hace difícil. Algunos ya tenemos nietos que quieren seguir teniéndonos a su lado”, manifestó, Jorge Ferreira, otro de los ex combatientes locales.

Pedido de perdón

Finalizando el acto y previo a la entonación de la Marcha de Malvinas, el sub oficial retirado; Raúl Antonio Pérez, del batallón de vehículos anfibios 1 que desembarcó el 2 de abril en las islas y se encontraba circunstancialmente en la ciudad, sintió la necesidad de hablar. Mirando a los veteranos, les mandó un mensaje que sorprendió a más de uno. “Recién escuche a un compañero hacer alusión a los abusos sufridos en la guerra. En nombre de la Armada quiero pedirles perdón por el maltrato sufrido, sólo eso”, sostuvo.

 



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