Las pruebas del Aprender se tomarán el 7 de noviembre con cambios en las áreas a evaluar
El Operativo abarcará a 1.210.620 alumnos de 31.300 escuelas, 6.150 de cuarto grado del primario, 746.756 de sexto grado del mismo nivel y 457.714 de quinto y sexto año del secundario.
El Operativo Aprender de este año se realizará el 7 de noviembre próximo en una sola jornada, sin suspensión de clases y con la evaluación de Lengua y Matemáticas sólo para el secundario y Ciencias Sociales y Naturales únicamente para los alumnos del nivel primario, se informó oficialmente.
La prueba estandarizada que el año pasado arrojó malos resultados especialmente en Matemáticas y que mostró la enorme brecha educativa entre provincias, incluirá este año en una muestra representativa a los alumnos de cuarto grado del primario.
El Operativo abarcará a 1.210.620 alumnos de 31.300 escuelas, 6.150 de cuarto grado del primario, 746.756 de sexto grado del mismo nivel y 457.714 de quinto y sexto año del secundario.
Serán 92.730 docentes los encargados de tomar la prueba, habrá 32.474 veedores, 61.430 aplicadores, 120 personas que integrarán un cuerpo de “observadores federales” encargados de la evaluación posterior y 1.135 coordinadores de cabeceras de distribución.
El Aprender 2017 también incluirá a los estudiantes de cuarto grado del primario, tanto de escuelas públicas como privadas, a quienes se los evaluará sólo en su capacidad de producir un texto narrativo ficcional a partir de la escucha de un cuento de un autor consagrado.
También, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, desde hace dos meses los alumnos responden preguntas similares a la que habrá en el Operativo con un simulador virtual que pueden encontrar en el sitio web www.argentina.gob.ar/educación.
Otra novedad que tendrá el Aprender 2017 es que incluirá a los alumnos ciegos y disminuidos visuales a partir de pruebas en el sistema Braille y evaluaciones especiales para los que poseen dificultades para ver.
Este año el costo del Operativo será de 380 millones de pesos, levemente inferior a lo que costó en el 2016, mientras que también habrá una evaluación de datos complementarios para saber acerca de que es lo que los estudiantes perciben como debilidades y fortalezas del secundario.
En ese cuestionario, también se preguntará sobre situaciones de embarazo adolescente, las materias que más le cuesta aprender, sus expectativas a futuro, preguntas sobre bullying que estarán dentro del ítem clima escolar y nivel socioeconómico, aunque no habrá preguntas sobre adicciones.
En este año, el Operativo Aprender no incluirá preguntas respecto a si los padres perciben la Asignación Universal por Hijo, mientras que también en esta edición se identificarán a las llamadas “Escuelas Faro”-que el año pasado fueron unas 3700- que requieren una intervención del Estado en infraestructura y capacitación docente ante los bajos resultados obtenidos en el Operativo.
Batalla cultural
El ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, que presentó el Operativo Aprender en el Palacio Sarmiento, aseguró que “lo que estamos dando con esta prueba es una gran batalla cultural, sabemos que el sistema educativo es algo muy complejo y para aplicar políticas públicas no podemos dar palos de ciego, necesitamos información”.
“Hemos aprendido de los errores que cometimos con las pruebas del año pasado” aseguró el ministro y destacó: “Este año no habrá suspensión de clases y escuchamos la voz de los docentes respecto al formato de la prueba en sí”.
“El Aprender ya ahuyentó muchos fantasmas que había respecto a la evaluación educativa, que íbamos a echar docentes, que íbamos a privatizar, todo eso quedó demostrado que no era cierto, lo único que buscamos es información y saber dónde se necesita la presencia más fuerte del Estado”, aseguró Finocchiaro.
El ministro destacó que la decisión de incluir a los alumnos de cuarto grado del primario se debió a que “en elaboración de textos el cuarto grado es la línea de corte, creemos que a esa altura, un alumno debe saber elaborar un texto, por eso con la prueba queremos conocer cuál es el nivel que existe a esa edad”.
Sostuvo además que “no hay políticas públicas que podamos aplicar sin información, no nos interesa falsear datos ni crear un mundo imaginario” y agregó que “esto es parte de la batalla cultural que estamos dando en educación.
Durante años el Estado en educación cedió el dictado de políticas públicas a los gremios, el resultado es que la mitad de los alumnos no termina el secundario, se pierden días de clase por paros en las provincias y hay una gran inequidad. Ese modelo fracasó”.
Para la secretaría de Evaluación de la Calidad Educativa, Elena Duro, los expertos han “aprendido de los errores del año pasado”. “En el 2016 hubo tres jurisdicciones en el que hubo menos del 50% de adhesión de alumnos del Operativo, ahora vemos que los ministros de Educación están todos comprometidos a dar esa batalla cultural”, apuntó.
“Seguiremos todos los años tomando el Operativo Aprender” dijo Finocchiaro, quien advirtió que “a los que todavía cuestionan esta prueba les decimos que somos rebeldes frente a este sistema educativo, queremos un cambio, no somos conservadores”.
Y añadió “no hay aprendizajes de primera y de segunda, todos los chicos tienen la misma capacidad para aprender, lo que se ha instalado es una pedagogía de la desigualdad, en donde muchos docentes no enseñan lo mismo a alumnos de sectores ABC1 que alumnos de sectores más vulnerables”.
“Nos rebelamos contra el conservadurismo de este sistema educativo y vamos a dar todas las batallas culturales que sean necesarias para ello”, explicó.