Nuevas melodías que aparecieron en este tiempo de “creación pandémica”, tal como ellas mismas lo definen, será parte del nuevo show de “Las Magdalenas”, que este sábado mostrarán todo ese flamante universo. Será a partir de las 19 en Villa Mitre (Lamadrid 3870).

Las compositoras y cantantes Julieta Dorronsoro y Mery Vanborder dejan que el mismo universo familiar se meta en sus sonidos. Y así, “las infancias de Bauti y Nina, nuestros pequeños”, también nutren con temas, dilemas y hasta palabras. “Pepuno”, por ejemplo, sinónimo de lindo, de confortable.

“Desde nuestro lugar sentimos que abrazar con canciones es nuestra misión para que el mundo sea un poquito más ‘pepuno’, aunque sea por un rato“, dijeron ambas artistas, que integran este conocido dúo musical que le canta a las infancias, aunque los adultos nunca se quedan afuera.

“En este concierto traemos canciones propias. Los clásicos Magdalenos de siempre y canciones nuevas que nacieron en este último tiempo de creación pandemica. Canciones para soñar”, agregaron y contaron que proyectan para este año dos discos: uno para niños y niñas más grandes y otro para bebés, del que ya lanzaron la preventa.

“Gracias a la colaboración de muchas familias -dijeron- podemos continuar con la autogestión en estos tiempos donde el arte es urgente pero se hace difícil sostenernos económicamente, porque como a todas y todos la pandemia se hace sentir”.

-¿Qué nuevos temas para abordar en canciones van a apareciendo?

-Las canciones son un recorrido muchas veces por nuestras propias infancias, por nuestras maternidades y las infancias de Bauti y Nina. Hablamos de las emociones que nacen de ese encuentro con nuestros hijos, de la teta, como fanáticas de la teta que somos, de lo que trae esa conexión mamá bebé, del vida misma como espacio lúdico y allí aparece el juego propiamente y por ejemplo la comida y sus deconstrucciones, los pies descalzos, cómo ellos perciben el mundo y cómo nosotros como mapadres abrazamos ese viaje. Hablamos de la naturaleza, de los sueños y de todo lo que nos moviliza.

-¿Cuánto de su propia experiencia como mamás nutre sus canciones?

-La vida entera se atraviesa por completo cuando nace una madre y un hijo. Y así fue para nosotras. Las canciones están teñidas por sus colores y el universo cobra otro sentido. Aunque no hablemos de ellos aparecen, escondidos entre líneas, sonando entre melodías, con sus olores y sus ojitos señalando el camino.

-¿Cómo ven a la infancia en este contexto de pandemia?

-Las infancias se encuentran movilizadas con este contexto que nos toca atravesar y que nos cuesta hasta a nosotros como adultos entender aún hoy. Si bien el panorama es más alentador que el año pasado se va avanzando con cautela encontrando las maneras de volver a conectarnos. Sobre todo creemos que es imprescindible, como siempre lo fue, que tengamos la escucha atenta a sus necesidades. Validar sus emociones y acompañar este tránsito extraño de la forma más amorosa posible. Desde nuestro lugar sentimos que abrazar con canciones es nuestra misión para que el mundo sea un poquito más “pepuno”, más lindo, aunque sea por un rato.