El informe que difundió ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) denotó un fuerte incremento de la pobreza a nivel nacional, que trepó al 32% en el segundo semestre de 2018, 4,7 puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en la primera mitad del año pasado. En Mar del Plata el escenario es crítico: hay 157.700 personas que son pobres y 41.100 son considerados indigentes. Ahora bien, ¿de qué depende estar incluido en una u otra categoría? y ¿qué realidad socioeconómica expone el relevamiento?

LA CAPITAL consultó a la socióloga marplatense Eva Ayala para analizar y desglosar las cifras que inmediatamente despertaron alarma a nivel nacional y por supuesto en la ciudad, donde el 24,8% de la población y el 18,6% los hogares vive debajo de la línea de la pobreza mientras que el 6,5% de las personas y el 5,2% de los hogares lo hace en la indigencia.

“Son números que siguen conmoviendo, números que nos atraviesan e interpelan a nuestros representantes, nos interpelan como sociedad”, dijo Ayala en primera instancia.

La profesional y titular de la consultora homónima explicó que en el aglomerado Mar del Plata – Batán “una familia de 2 adultos y 3 niños entre 1 a 5 años requiere, según el informe de la Canasta Básica Alimentaria correspondiente a diciembre 2018, 26.800 pesos para no ubicarse por debajo de la línea de pobreza”.

Esto implica que toda aquella familia compuesta de la manera antes mencionada cuyos ingresos mensuales no superen los 26.800 pesos, son consideradas pobres por el INDEC. Según esos mismos números, en Mar del Plata hay -al menos- 157.700 personas incluidas en esta categoría, con ingresos familiares por debajo de ese número.

Con respecto a la indigencia, el criterio utilizado es el mismo: el ingreso familiar. En este caso, “una familia de 2 adultos y 3 niños entre 1 a 5 años requiere 10.700 pesos para no estar por debajo de la línea de indigencia”. En Mar del Plata, 41.100 personas no logran cubrir sus necesidades básicas.

“Aquí hablamos de hogares llenos de angustia, personas pensando e ideando alternativas para lograr el sustento básico”, indicó la socióloga Eva Ayala y siguió: “Son ciudadanos, vecinos nuestros, amigos, personas como cada uno de nosotros que cada día la esta pasando mal, se angustia por el futuro, piensa en los precios, compra revisando cada alternativa de las góndolas”.

Al hablar de pobreza e indigencia, los números adquieren una sensibilidad aun mayor al contemplar a los menores: en la Argentina, el 46,8% de los niños y niñas de 0 a 14 años son pobres, “pertenecen y son parte de este flagelo, viven en hogares repletos de malestar y, en muchos casos, no tiene el plato de comida asegurado cada día”, analizó Ayala.

En términos más claros, en Mar del Plata “esas más de 40.000 personas no logran comer cada día, lejos están de pensar una dieta adecuada”, siguió.

Siguiendo la línea de análisis de la cuestión social y revisando el informe del INDEC sobre mercado de trabajo marplatense en conjunto con la información sobre pobreza e indigencia, resulta imposible separar este informe con el que trascendió hace una semana en materia de empleo, el cual expuso que en Mar del Plata “hay 107.000 personas que no trabajan o necesitan más horas de trabajo para completar sus ingresos, de los cuales 40.000 estaban sin trabajo”.

Por último, la profesional analizó: “Esta descripción permite comprender el malestar social por el que esta pasando nuestra ciudad, que lo vemos expresado en nuestras calles, en nuestras barrios, en nuestras familias. Un malestar que requiere políticas publicas nacionales y locales y una salida urgente de los voluntarismos vacíos de contenido”.