(*) Pablo César Garcilazo nació en la ciudad de 25 de Mayo. Agente comunitario de salud del Centro de Salud Ameghino, es escritor, actor, comunicador barrial, integrante de la Red Comunitaria Lejano Oeste y del Centro Socio Comunitario La Casita Solidaria. “Todo lo que hago en mi vida nació de bastante joven, principalmente de mi madre y mi abuela y sus gustos por la música, la radio, el compromiso social, la literatura y el esfuerzo por soñar una vida lo mejor posible para uno y para los otros”, se define.

1)¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario? ¿Cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer?
-El error en sí no me molesta, es más me parece muy interesante. Refleja un poco de qué estamos hechos. De un ir y venir, hacer, equivocarnos, mejorar y hacer la propia vida incluida la escritura. Aprendemos equivocándonos. De esto está hecha la literatura. Lo que sí me molestaron fueron los errores de párrafos mezclados en un texto de breves relatos llamado “Pasto Puna” de Ubaldo Larrañaga, un autor de mi pueblo natal, 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires.

2)¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte?
-Me paso viendo la película “Un cuento chino”, en especial la escena de Ricardo Darín cuando, en su ferretería, decide pedirle a un cliente que literalmente se vaya de su local. Es de esas personas que pide y pide y pide y nada le gusta, le parece poco, de mala calidad y a veces pide lo imposible. Eterno dilema de los ferreteros cuando le piden el cosito del coso del cosolongo. Pasa media hora, te dicen “no me gusta, dejalo” y la rematan con “¿no sabés donde hay otra ferretería? Cuando vi esa escena me paré de la butaca, levanté las manos y empecé a reírme de lo lindo. Yo estaba ahí adentro de la pantalla.

3) ¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?
-Un poco es lo que hago a diario. Mar del Plata tiene (y los seres humanos) ese don de que con una bicicleta se hace un circo y con una choripaneada un festival, simplemente para encontrarse los vecinos en un barrio y ver qué pasa.
Ultimamente me desviven varias situaciones como el reglamento para bañarse de los 20, la huelga de bicicletas del 43, el viejo matadero y el basural Venturino.

4) ¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?
-El dialogo entre el periodista y el Coronel x en Esa Mujer de Rodolfo Walsh es una obra magnífica de la literatura argentina y de nuestra forma de ser criolla en distintos ámbitos sociales. Esa sensación de ser alguien sin serlo del todo por miedo a que el otro descubra quien realmente soy yo. Una joya, entre la política, lo teatral, la historia, lo policial, el misterio.

5) Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿cuál sería y qué haría?
-En el Martín Fierro. En la primera parte. Me imagino con Fierro para poder avanzar en grupo. Junto a los negros, los indios, las mujeres. “Martín, estamos en la misma. Nos estamos aislando. Vamos a quedar como gauchos derrotados y nada más. Vayamos hacia adentro con tu guitarra, tu canto, tu crudeza y rebeldía. Tenemos que ver qué quieren y cómo nos podemos hacer la vida un poco mejor con los que sufren como nosotros esta pobreza, miseria e indignidad. No nos quedemos solo en la queja”.

6) ¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?
-No, pero que he prestado y no han vuelto, para hacer dulce de leche.

7) Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Sólo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los sacrificados y cuáles los salvados?
-Salvaría el Martín Fierro, Radiografía de la Pampa y Espantapájaros de Girondo. Los demás, lo lamento muchachos, pocos libros bien leídos pueden hacer una lectura para el resto de la vida. Siempre generan sentidos distintos, porque leemos como vamos cambiando en el día a día.

8) Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pregunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría?
-Le preguntaría a Michele Foucault si mañana quiere encontrarse con Federico Moura para hablar sobre el mundo, la estética, el poder, la verdad y la locura. Y si se me concede, avisarles que ya descubrimos la vacuna contra el VIH Sida.