(*) María José Buenahora es profesora en Letras. Forma parte del equipo organizador de TEDx Mar del Plata; una sigla que responde a Tecnología, Entretenimiento y Diseño. Las charlas TED se realizarán en Mar del Plata por tercer año consecutivo en el mes de octubre. Pensadores y emprendedores de la ciudad y la zona compartirán las ideas que los apasionan. Buenahora asesora a los oradores en la redacción del guión de sus charlas. Además, dicta clases en distintos establecimientos de nivel secundario de esta ciudad.

1)¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario? ¿Cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer?
-Por deformación profesional, los errores relativos a la ortografía son los que más me molestan. Pero en realidad es más frecuente encontrar fallas en la cohesión o el uso de los tiempos verbales. Y en líneas generales aparecen en textos traducidos, por lo que no se le pueden achacar al autor, sino más bien a la traducción. Este tipo de errores encontré en la relectura que hice hace poco de Drácula, en una traducción muy poco feliz, la verdad.

2)¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte?
-No me referiría a una situación cotidiana, pero sí al reflejo de emociones, estados, o formas de apropiarse de la experiencia. La literatura, las canciones, el cine, muchas veces funcionan para mí como traductores de escenarios emocionales que yo no sé poner en palabras. Recientemente, escuché dos letras de canciones de Andrea Echeverri que describen con precisión y sensibilidad mi reciente experiencia como mamá.

3) ¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?
-Lugares, muchos. Sucede que habría que pensar en el género narrativo, para ver si es el más propicio. Para un policial, por dar un solo ejemplo, alguna diagonal céntrica, a medianoche. Para un relato fantástico, la casa del puente, sus jardines. Y en relación con un personaje, pensaría qué aventura puede ofrecer el señor que se hizo popular patinando por la costa y cantando muy alegremente al ritmo de una danza sobre rollers. Por excéntrico debería ser fuente de muchas historias.

4) ¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción?
-Es difícil elegir uno solo. Recuerdo un diálogo entre dos personajes de una novela titulada Bonsái, de Alejandro Zambra. Conversan una chica y el novio de su amiga. Lacónico y sencillo, dice muchísimo acerca de los vínculos. Pero no puedo citarlo literal, porque tengo una memoria malísima. Y muchísimos de la ya clásica Rayuela.

5) Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿cuál sería y qué haría?
-Sería amiga de Ana Karenina, y haría lo posible para que no intente suicidarse.

6) ¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?
-Robar, no. Pero sí me han prestado libros y yo decidí que el préstamo era “por tiempo ilimitado”. Me reservo los títulos, por si los dueños se acuerdan y me los vienen a pedir…

7) Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Sólo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los sacrificados y cuáles los salvados?
-Salvaría una edición de las obras completas de Borges, no por el autor sino porque era de mi papá y guarda un valor especial; también salvaría el de Poesía completa de Pizarnik, porque me evoca un momento especial de mi vida y La conjura de los necios de John Kennedy Toole, porque es el libro que más me hizo reír en mi vida. Le regalaría al fuego una edición horrible que tengo de la poesía de Bécquer, otra más espantosa todavía de Garcilaso de la Vega y La edad de oro, de José Martí. Solo porque hay cierto fetiche en el objeto libro, y los ejemplares que tengo son de ediciones muy feas.

8) Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pregunta a uno de sus tantos escritores predilectos. ¿Qué le preguntaría?
-¿Cuánto por los originales de sus obras?