“No se sabe qué va a pasar”. “La gente está pasando hambre, ¿qué queres?”. “¿A cuánto abrió el dólar?”. “Yo vengo a cobrar el sueldo nomás, pero está lleno”. Los comentarios cargados de incertidumbre se repitieron hoy a primera hora entre los marplatenses que concurrieron a las sucursales de los principales bancos en el marco del primer día hábil con el control de cambios implementado por el Gobierno y con horario extendido hasta las 17.

La falta de confianza que generaron las medidas económicas anunciadas el domingo por el Gobierno nacional a través del Boletín Oficial, sumado a que se transita la fecha de cobro de empleados municipales y muchas jubilaciones, hicieron que los bancos de la ciudad, sobre todo los públicos, tuviesen desde temprano las sucursales repletas de gente.

El movimiento es intenso, notablemente mayor al de cualquier otro lunes, pero sin mayores alarmas ni sobresaltos. Momentos antes del horario de apertura, las filas para ingresar a las sucursales de mayor demanda de los bancos Nación y Provincia -las de la Peatonal San Martín y Córdoba- ya superaban los 150 metros.

La espera de los clientes de la entidad bonaerense incluso daba vuelta la esquina y llegaba hasta la avenida Luro. Los primeros de la fila aseguraron haber llegado incluso antes las 7 de la mañana para asegurarse el pronto ingreso y poder hacer la operación sin inconvenientes.

Además de un intenso frío (2 grados) que obligaba a todos los presentes estar extremadamente abrigados y comentar el clima, reinaba en el lugar un clima de profunda incertidumbre por los saltos de la economía.

Las pantallas junto a los bancos marcaban un dólar a $59 para la compra y a $63 para la venta, pero ni bien abrieron las entidades bancarias, los valores comenzaron a fluctuar a partir del impacto de los movimientos en el mercado. No obstante, las principales casas de cambio de la ciudad no abrieron al público y apagaron las pantallas que habitualmente exhiben la cotización de moneda extranjera.

Entre la gente, los comentarios en los que abundaba la duda acerca de lo que puede pasar en la economía del país se replicaron en las puertas de bancos públicos y privados, abriéndose debates atravesados por una incertidumbre absoluta, según pudo constatar LA CAPITAL en una recorrida por el lugar.

Pese a la gran cantidad de personas, el ingreso a las sucursales se hizo sin inconvenientes y con la colaboración de personal de seguridad a partir del horario previsto.

No obstante, la gran cantidad de marplatenses en las filas hizo que una vez abiertos los bancos, muchos debieran seguir esperando afuera, con frío, lo que motivó quejas y reclamos al personal de seguridad para autorizar el ingreso.

“Estamos desde las 8 pasando frío, déjennos entrar”, pedía una mujer frente al Provincia. Algunos se sumaron a la proclama y los efectivos hicieron lo posible para agilizar la entrada para evitar “congelarse” en la Peatonal.

Enfrente, en el Banco Nación, el escenario era similar aunque con menor cantidad de gente. Sin embargo, la fila también daba vuelta a la esquina y se extendía por Córdoba en dirección a Rivadavia para ingresar a la sucursal, y por San Martín para utilizar los cajeros automáticos.

“Tranquilidad” en los bancos privados

En las sucursales de algunos bancos privados la demanda fue visiblemente menor a las del Nación o el Provincia. Si bien se observó a mayor cantidad de clientes que en otros días, muchos adjudicaron ese escenario al cobro de sueldos y haberes jubilatorios, pero no -al menos en gran escala- al retiro de capitales.

Así, las puertas de los bancos Galicia, HSBC, City, Supervielle y BBVA, entre otros, expusieron ayer una postal sin sobresaltos. En algunas entidades, incluso, se registró temprano más concurrencia en los cajeros automáticos que en los mostradores.

-Las casas de cambio de la ciudad no abrieron sus puertas