“Lalo” Ramos exige a la Provincia que lo quiten del registro de infractores para volver a conducir
El ex piloto de automovilismo que en 2014 causó un accidente que le provocó graves lesiones a un niño. La pena que recibió por el hecho está extinguida y su presencia en el Registro Único de Infractores hace que no pueda tramitar su nuevo carné.
Eduardo "Lalo" Ramos junto a su abogado Facundo Capparelli, durante una de las audiencias en Tribunales.
Eduardo “Lalo” Ramos, el ex piloto de automovilismo que en 2014 causó un accidente que le provocó graves lesiones a un niño, exigió a la Provincia que quite su nombre del Registro Único de Infractores para poder volver a tramitar su licencia de conducir, dado que la pena que recibió por el hecho está extinguida.
A través de su abogado Facundo Capparelli, Ramos presentó ante la Justicia de Ejecución Penal un pedido de intimación a la provincia de Buenos Aires para que retire sus datos del sistema informático correspondiente al registro mecionado, debido a que su presencia en el mismo hace que no pueda tramitar su nuevo carné.
Según pudo saber LA CAPITAL, la inhabilitación para conducir del ex piloto de automovilismo venció en abril de 2018 -4 años después del hecho- y en enero de este año la Justicia de Ejecución Penal la dio por cumplida oficialmente. Por este motivo, Ramos está en su derecho de volver a adquirir una licencia, pero su permanencia en el registro de infractores se lo impide.
Cabe destacar que el también ex militante del PRO en Mar del Plata fue condenado por la Justicia Correccional en junio de 2017 a la pena de 2 años y 6 meses de prisión en suspenso, y 4 años de inhabilitación para conducir, por haberle causado serias lesiones a Thiago Joel Franco, en marzo de 2014.
En ese entonces, el niño tenía 5 años y viajaba con su familia en un automóvil, cuando el vehículo marca Mercedes Benz que conducía Ramos lo chocó en el kilómetro 19 de la ruta 226, a la altura del paraje La Gloria de la Peregrina, cerca de Sierra de los Padres.
A raíz del impacto, Franco sufrió triple fractura de cráneo y debió ser internado en el Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil (Hiemi). Como consecuencia de esa lesión, el niño padece hemiplejía, síndrome postconcusional, epilepsia y síndromes epilépticos sintomáticos relacionados con localizaciones y trastorno de la conducta sociable, que se traduce en inestabilidad emocional, ansiedad, falta de concentración, crisis de furia e irritación.