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Deportes 6 de septiembre de 2020

La vuelta de Juventud Católica, una posibilidad que crece

El histórico club reingresaría en la AMB luego de casi cuatro décadas. Las gestiones están avanzadas. Falta una última reunión y el visto bueno del representante legal de la Escuela Nueva Pompeya. Si se produce, en 2021 abrirá una escuela de básquetbol y competirá con un equipo en primera división.

Arriba, Basualdo, Castro, Caminos, Muñoz, Manavella y Danza; abajo, Baino, Gómez, Vega, Trevin, Zuviría y Sosa. Católica la noche que ganó el Preparación de 1979.

El Centro Juventud Católica, desde su fundación en 1946, fue un histórico del básquetbol marplatense. El equipo de la “Parroquia”, como se lo conocía, fue cuna de muy buenos jugadores y seis veces campeón (Oficial de 1956 y 1963 y Preparación de 1961, 1963, 1965 y 1979) de la Asociación Marplatense. Sin embargo, como le sucedió a muchos, acusó el esfuerzo económico, sufrió por falta de recambio de dirigentes y cerró sus puertas en 1983.

Dejar de funcionar, de todos modos, no significa morir. El corazón de Católica siguió latiendo en cada reunión de la Peña “Bartolomé Muriel”, integrada por ex jugadores, entrenadores, dirigentes y simpatizantes. Y de esas reuniones surgió la idea de la refundación, motorizada por dos hijos dilectos del club como Jorge Baino y Mario Blumetti.

“La idea -le explicó Baino a LA CAPITAL– es que los chicos del barrio tengan un lugar para jugar al básquetbol. Independiente ya no está y entre Unión y Once Unidos hay muchas cuadras. Católica tiene mucha historia. Al revés de la mayoría de los casos, el club fue primero que el colegio. Y hoy dependemos del colegio para volver a funcionar como club. Pero las conversaciones están muy adelantadas, encontramos buena recepción. Todavía falta un pasito, pero la gente de la Peña está muy ‘enganchada’ y también vemos mucho entusiasmo en el barrio”.

Baino, luego entrenador, jugó en Católica desde los ocho años. “Entonces no había mini, íbamos todos al banco de infantiles. Cuando empecé a jugar, todavía la cancha estaba abierta”, recordó.

“A Mario Blumetti le pasa lo mismo que a mí. Como a mucha gente. Abrir otra vez el club para nosotros es un desafío de la vida, sería una enorme alegría”, se emociona el “Negro”.

La idea de todos es que el Centro Juventud Católica vuelva desde 2021 a los torneos de la Asociación y jugar como local, como es lógico, en la Escuela Nueva Pompeya. “Es perfectamente posible”, contó Baino. “La cancha está impecable, pero el piso es de mosaico. Hay que colocar jirafas y el parquet. Tiene que ser muy resistente porque ahí funciona el patio del colegio. Estamos esperando que la situación sanitaria lo permita para llevar a los profesionales para hacer las mediciones. Con un poco de suerte, si tenemos todo el verano para trabajar, podríamos jugar ahí de locales el próximo año”, detalló.

Para encargarse de lo deportivo Baino y Blumetti pensaron en un especialista en eso de empezar de cero: Mariano García Galli, iniciado en la “escuelita” de Católica cuando tenía cuatro años antes de pasar a Unión y luego a Independiente. “La pasión que le pone Mariano a todo es desbordante”, sostiene Baino, que supo dirigirlo en Independiente.

No le falta razón. García Galli emprendió, a lo largo de su trayectoria, desafíos similares en Teléfonos, Once Unidos y New Sport. Ahora quiere poner de pie también a Católica.

“Me encantó el proyecto. Los conocía tanto al Negro como a Mario, los considero amigos. Pensamos arrancar con una escuela de básquetbol para todas las edades, teniendo como base el colegio, y con un buen equipo de primera para tener presencia y usarlo como espejo para los más chicos”, sostiene García Galli.

“La idea para la primera división es buscar chicos jóvenes de buen nivel y apuntalarlos con dos o tres jugadores un poco más grandes. En el básquetbol marplatense hay un problema serio: muchos chicos de 18 o 19 años dejan de jugar cuando perciben que no llegarán al profesionalismo. Con ellos apuntaremos a armar nuestro equipo. Ya me llamaron más de diez jugadores de buen nivel entusiasmados en sumarse. Entre ellos Santiago García Coria, Pablo Valentinuzzi, Joaquín Echagüe, los hermanos Labatut… Creo que podremos armar algo lindo”, se ilusionó el “Cabezón”, quien será entrenador de la primera y coordinador del proyecto.

García Galli anticipó que el trabajo en la Escuela se dividirá en dos franjas: de 4 a 13 años y de 15 a 18. “Empecé charlas con Santiago Alonso para que se haga cargo del minibásquetbol y con Juan Izarra para que labure con los chicos más grandes”. Con ellos dos me ilusiono a armar alguna categoría más para presentar en la AMB”, finalizó el apasionado entrenador.