La venta formal de ropa usada creció 30%
El comercio de indumentaria de segunda mano alcanza en América Latina, sin contar a Brasil, una facturación de alrededor 900 millones de dólares al año.
La venta de ropa de segunda mano en la Argentina creció por encima del 30% este año según las estadísticas que manejan los comerciantes del rubro, y los especialistas estiman que seguirá impulsado por el contexto de la economía en general a pesar de que el vendedor recibe entre 30% y hasta 75% del valor final de cada prenda.
“A partir de marzo nuestras ventas crecieron un 30% respecto de diciembre del año pasado y vemos un fuerte incremento en las ventas, tal vez porque pertenecemos al segmento que se suele identificar como negocios de crisis”, señaló Gonzalo Posse, socio de Galpón de ropa, un negocio que “es una versión mejorada de la feria americana tradicional”.
“El comercio de ropa usada, ya sea a través de las tradicionales ferias americanas o por internet alcanza en América Latina, sin contar a Brasil, una facturación de alrededor u$s 900 millones al año”, cuantificó Cecilia Membrado, fundadora & CEO de Renová tu vestidor, una plataforma virtual que aggiornó el esquema del tradicional comercio de ropa de segunda mano.
“Argentina, México y Colombia concentran el 70% de ese volumen total”, indicó a Télam Cecilia Membrado,
“La facturación del primer trimestre del 2016 es igual al resultado del primer semestre del año pasado”, graficó Membrado para dar cuenta del crecimiento del sector.
“En marzo se vendieron 6.000 prendas; en abril 8.000 y este mes con el hot sale superamos ampliamente este número”, indicó Membrado y explicó que este crecimiento de las ventas de ropa de segunda mano está directamente asociado con el contexto económico del país.
“Las clientes acceden a prendas de marcas, que tienen muy poco uso a un precio significativamente menor al que podría costar en un comercio”, detalló para describir el foco de este nicho de mercado.
Algo similar sucedió en el segmento offline, o sea en los negocios de venta de ropa de segunda mano.
Gonzalo Posse explica que esa diferencia se ubica en que “ofrecemos que no sólo la prenda sea dejada en consignación, en cuyo caso se le paga al vendedor el 40% del valor de venta de la prenda, sino que también le ofrecemos venta directa en el momento y ahí abonamos el 30% del precio de venta de prenda y también diseñamos un esquema de crédito al vendedor para realizar compras en nuestros locales y allí se le asigna el 50% del valor de la prenda”.
En el caso de Renová tu vestidor, Membrado explicó que en general recomiendan a las oferentes que las prendas se vendan al 50% del valor que las compraron o del precio actual de mercado, si el producto tiene unos años.
Este portal es un mero intermediario que facilita la plataforma de exposición y los medios de transacción (costos correo para el envío y proveedor bancario).
En cuanto a la clientela Posse explicó que “la mayoría son personas de clase media, con sueldos normales que busca alternativas porque los precios de los shoppings ya les resulta caro”, agregó Posse.
En marzo se notó un fuerte salto en la venta de ropa que está en el orden de 2.000 prendas en cada uno de los dos locales de su emprendimiento.
“Pero además dice que se advierte un importante incremento en la cantidad de prendas que entran a los locales”, dijo la emprendedora, que ya avanza hacia la apertura de un tercer local en el barrio de Belgrano, luego del comienzo en la zona de outlets, en la calle Loyola, y de un segundo comercio en Cañitas.
“Hay gente que le resulta copado vender su ropa y hasta se siente cool al poner sus prendas a la venta”, señaló Posse.
“Cuando largamos el sitio, pensamos que la vendedora iba a pertenecer al segmento ABC1, con perfil de una mujer que viaja mucho, compra ropa, la usa muy poco y la pondría a la venta, pero (el mercado) resultó ser más amplio”, explicó Cecilia Membrado.
“Incluso, como la venta queda indicada como crédito en su cuenta muchas veces,esa misma mujer también se convierte en compradora”, explicó la creadora de Renová tu vestidor.
Membrado señala las clientas no necesariamente deben estar bancarizadas ya que el 30% de las ventas se realizan a través de canales como Rapipago o Pago Fácil.
“Es un porcentaje alto dentro del e-commerce que maneja sólo un 10% de sus ventas por ese medio”, agregó.
También resaltó que por su carácter de sitio on line, el 40% de sus ventas se dirigen al interior del país y el 60% se distribuye entre Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires.
Por el costo de intermediación Renová tu vestidor se queda con un 25% de la venta y el 75% restante va “limpio” al vendedor.
Es decir, los gastos por el correo y envío y por el sistema de pago está a cargo del portal.
Ambos modelos encontraron en este espacio un mercado tan prometedor que en dos años Renová tu vestidor saltó a montar una plataforma similar en Chile y próximamente abrirá un sitio en Colombia.
Mientras que Galpón de ropa, además de estar cerca de la apertura del tercer local, estiman lanzar a fin de este año la venta on line “pero con comisión cero” y sólo tendrá cargos por el envío y la transacción comercial.
“Allí nuestros ingresos se generarán por la publicidad”, explicó Posse.
Gustavo es un profesional que encontró en las ferias un espacio donde adaptar su economía hogareña.
“Tengo una amiga que se compró un vestido Kenzo a 400 pesos. Aquí se encuentran estos productos porque el negocio está en Cañitas y la que vende es gente de dinero que recicla su placard y yo aprovecho”, agregó.
Pero los compradores no sólo son clientes que buscan reducir costos para que sus bolsillos rindan más.
Este año se conoció que Ingvar Kamprad, el sueco dueño de Ikea, la multinacional de muebles y objetos para el hogar poseedor de una fortuna de u$s 40.000 millones, usa ropa de segunda mano.
“Creo que no uso nada que no se haya comprado en un mercado de pulgas”, dijo Kamprad, en declaraciones a la televisión sueca.