Tal como manda la tradición en Semana Santa, en estos días aflora con fuerza el consumo de pescados y mariscos entre la costumbre popular y el ritual religioso de no comer carnes rojas el Viernes Santo. En una recorrida de LA CAPITAL por pescaderías de Mar del Plata, quedó en evidencia una fuerte diferencia en la venta que registraron para hoy las pescaderías de acuerdo a la zona, como así también que una vez más se impuso el pago con tarjetas de débito.

Belgrano y Jujuy. En los ingresos por ambas calles a la pescadería “La Victoria” hay decenas de personas haciendo fila. Adentro, el local está rebalsado de clientes con su número en mano a la espera de ser atendidos. Entre el olor de los mariscos que se mete por las narices y las cabezas de pescado entre cajones con hielo, los empleados no dan a basto para atender. “Estamos a pleno”, resume Miguel, cansado pero contento de ver su negocio lleno.

“El miércoles se trabajó bien y hoy (por ayer) mejor. Ya teníamos mucho trabajo con los marplatenses, pero con la llegada del turismo estamos vendiendo muy bien, no nos podemos quejar porque el negocio desde temprano estuvo lleno”, explicó, tomándose unos segundos entre pedido y pedido.

En la Banquina del Puerto, donde el bandoneón, los aromas y los barcos invitan a degustar los frutos del mar, Vicente, de “La Feria de Pescado”, espera cruzado de brazos en la caja, mate en mano, a que ingrese algún cliente. Su compañero, un hombre mayor de larga experiencia en el puerto, insulta insistentemente al Gobierno.

Confiesan que “ni se nota” que es Semana Santa y no tienen más que calificativos negativos para definir el nivel de ventas. Alrededor, el centro comercial de la zona presenta un movimiento interesante gracias al buen tiempo, pero en las pescaderías del lugar el consumo es bajo, “flojo”, dicen, casi un 50% más bajo que el año pasado.

“Así estuvo todo el día, no hay nadie. La gente busca precios y acá los tenemos. Pero salvo la merluza o alguien que busque algo más específico, lo demás está parado. El pescado se lo llevan los chinos”, expusieron, visiblemente molestos por la desilusión frente a las expectativas históricas ante la llegada de Semana Santa.

En el corredor gastronómico del puerto, entre los restaurantes que esperan con ansias esta fecha (“la que mejor se trabaja en el año”, afirman) para levantar sus ventas, las pocas pescaderías que quedan en la medialuna comercial junto a la avenida De Los Trabajadores sintieron que este año el consumo fue “bajo” o “regular“. Poca gente, una fuerte especulación por los precios y “un día más”, parecido a cualquiera de los de las últimas semanas del verano.

“Esperábamos esto igual”, confiesa el Salvador, encargado de “La Pescadería”. “El día fuerte debería ser hoy, Jueves Santo. Qué se yo, dentro de lo que hay, es el movimiento que tenemos”, agrega, buscando conformarse.

Qué se come y a cuánto

A la hora de elegir el menú para este Viernes Santo, se imponen dos o tres platos, aunque en las pescaderías reconocen que si bien “al marplatense le cuesta comer pescado”, con el paso del tiempo “van aprendiendo” y entonces se arriesgan a probar y cocinar platos a base de otras especies marinas.

Al igual que todos los productos que hacen a la “mesa de Pascua”, como las roscas y los huevos de chocolate, el precio del pescado subió al menos un 30% si se comparan los valores actuales con los del año pasado.

La merluza sigue imponiéndose. “Es lo que más pide la gente, porque la conoce y por el precio”, explicó Miguel, de “La Victoria”, donde el kilo de filet se vende a $189.

En general, al menos en las pescaderías visitadas por LA CAPITAL, el precio de la merluza no baja este año de los $190. Es más, en muchos casos se vende por encima de los 200. En el puerto, por ejemplo, tanto en la Banquina como en el centro gastronómico y comercial, no baja de los $220 o $230 el kilo.

Pero aparte de la merluza, muchos optan por el atún, por ejemplo para preparar tartas o empanadas. Estas últimas, en algunos locales, se venden hechas por entre $26 y $30, mientras que las de langostinos no bajan de los $30.

En cuanto al atún envasado, lógicamente el precio varía fuertemente de acuerdo a la marca y la calidad, como así también del punto de venta.

Pero siguiendo con el pescado, fundamentalmente debido al precio (entre $160 y $180 el kilo) “el pollo de mar cada vez se elige más”, coincidieron tanto en las pescaderías del puerto como en el centro, aunque con las diferencias en los volúmenes de venta antes expuestas.

Asimismo, otras dos especies elegidas son, en primer lugar el lenguado, que se consigue por entre $250 y $270 el kilo y, para aquellos que quieren y pueden darse el gusto, la deliciosa chernia: el kilo vale entre $360 y $400 según la zona.

El pejerrey, en tanto, no baja de los $200 más allá de la zona; el filet de mero se vende por entre $220 y $240; y el filet de brótola oscila entre los $180 y los $200 el kilo.

“Muchos optan también por los mariscos. Se venden mucho, tanto para paella como para cazuela y otros platos”, indicó Miguel, de La Victoria, donde el cuarto de cornalitos se vende a $70, los 100 gramos de boquerones a $40 y la cazuela de mariscos por $450 el kilo o bien el salpicón de mariscos a $45 los 100 gramos.

Con débito

Tanto en aquellas pescaderías que registraron buenos niveles de venta en estos últimos días, principalmente ayer, como en aquellos locales donde el movimiento no estuvo a la par de las expectativas, la mayoría de los clientes abonó con tarjeta.

En este sentido coincidieron los encargados de todas las pescaderías consultadas: solo una minoría pagó en efectivo, varios pagaron con tarjetas de crédito y la amplia mayoría lo hizo con débito, en algunos casos aprovechando promociones de diferentes bancos.