La brusca suba del dólar paralelo y sus posteriores movimientos sin alcanzar aún una estabilidad provocaron un marcado impacto en el mercado automotor.

Con incrementos bruscos de un día para otro e incertidumbre sobre el futuro cercano, las operaciones de compra – venta de autos prácticamente se paralizaron en la ciudad.

Los vehículos 0km tuvieron un incremento del 10% en la última semana mientras que en los usados se retrajo la oferta por falta de referencia en los valores.

El precio está atado a la cotización del dólar paralelo, por lo que la mayoría de los vendedores optaron por poner un freno a la espera de que haya una estabilidad. Entonces, los potenciales compradores, decididos a gastar lo antes posible el peso por su devaluación diaria, se encontraban o con un fuerte aumento o directamente sin oferta.

El presidente de la Cámara de Comercio Automotor, Carlos Freijo, confirmó que “se  frenó la dinámica del mercado” después de un positivo primer trimestre.

“La gente empieza a pensar en qué va a pasar con el dólar y eso hace que el mercado se detenga. Ahora hay que ver cuándo se normaliza la situación”, resumió.

La venta de 0 Km ya viene sufriendo demora por falta de stock en las concesionarias y no se llega a dar respuesta a la demanda.

“Por la falta de dólares, faltan autopartes y no se pueden terminar de fabricar. Entonces, no hay gran oferta y no son muchos los que tienen para entregar”, remarcó Freijo.

Esa situación repercute en el mercado de los usados que levantan su valor.

En ese sentido, el titular de la Cámara puntualizó que la venta de usados “venía muy bien” en los últimos meses.
“El primer trimestre había sido mejor que el del año pasado, pero lamentablemente estas medidas frenan todo”, lamentó.

Precaución

Omar Romani lleva casi 40 años en el rubro y explicó que estos movimientos de la economía generan “un gran desconcierto en los precios” aunque admitió que la actividad “no se paralizó”.

“Siempre está la idea de que uno tiene que vender para volver a reponer y así subsistir y con esta situación, no nos podemos manejar con los precios que teníamos porque seguramente va a haber una variable. Hay que tener precaución”, le explicó a LA CAPITAL.

Si bien afirmó que su concesionaria no cerró las puertas, Romani señaló que en los últimos días “de 30 que venían, todos eran para comprar y nadie a vender”.

En ese sentido, el dueño de Romani Automotores indicó que “si vendemos un auto, tenemos que pensar inmediatamente en reponer” al tiempo que marcó que por la elevada inflación, “hay mucha gente con intención de sacarse el peso de encima y quiere comprar lo que sea”.

En sus primeros años en el rubro, Romani se topó con la hiperinflación. “En ese momento, tomábamos una seña a referéndum en pesos y era por un día. Si podíamos reponer la unidad, se la vendíamos. Sino, le devolvíamos la seña”, recordó y agregó que aquella situación fue “muy alocada y no volvió a pasar”.

Además, también trazó una comparación con la crisis del 2001. “Ahí cerramos la agencia. El dólar saltó de 1 a 4 pesos y de golpe perdimos un 400% del valor. Parecía todo una locura así que cerré unos días hasta que se normalizó. Después empezamos despacio pero perdimos un montón de plata”, contó.

Por su parte, en la concesionaria Espacios Automotor, indicaron que en los últimos días el mercado se paralizó. “Hasta hace dos semanas se venía moviendo bien pero ahora se frenó”, explicó Lucas.

“Con estos movimientos hay que acomodar todas las listas de precios porque todo se maneja al ritmo del blue”, apuntó.