Hace unos días los bonaerenses fuimos testigos del aluvión despertado por el tarifazo de los servicios públicos, alcanzando con sus aumentos a miles de personas e instituciones que realmente se les hace muy difícil llegar a fin de mes. Reclamos, malestar y preocupación desde distintos sectores se fueron sucediendo y produjo que en forma viral se vayan exhibiendo en distintas redes sociales y medios de comunicación, boletas de servicios que reflejaban aumentos descomunales para un bolsillo bonaerense que desde principio de año ha sufrido muchos golpes pero muy pocos guiños.

Hemos escuchado y estamos viviendo en carne propia la pesada herencia que ha sido dejada por el último gobierno nacional y provincial, sabiendo que las dificultades no se solucionan de un día para el otro ni sin esfuerzos sociales compartidos. Pero de lo que nunca un gobierno se puede olvidar, es de su sensibilidad social para marcar prioridades y a partir de entonces, diseñar políticas en donde el mayor de los sacrificios recaiga sobre los que más tienen y el menor sobre los que- justamente- han sido los más golpeados durante los últimos años.

En lo que respecta al tarifazo de los servicios públicos, exceptuando los que recaen sobre personas provenientes de los sectores más vulnerables, en donde sí existe una tarifa social y eso es positivo, en lo que a instituciones corresponde, hemos observado que desde macro emprendimientos a  todo tipo de entidades con fines comunitarios han recibido los mismos aumentos, lo que a las claras refleja la falta de sensibilidad social de este gobierno.

Claro está que no es lo mismo un aumento descomunal del gas para un macro emprendimiento que para un comedor, un club, una sociedad de fomento, los centros de días, hogares y comedores, las instituciones que hacen al cuidado y asistencia de por ejemplo: niños, discapacitados y personas de la tercera edad, las que luchan y tratan las adicciones; las que tienen una finalidad cultural como los cines, museos y teatros públicos y de barrio; las instituciones de voluntariado que breguen por la asistencia y la integridad de las personas como los bomberos, como las que luchan por los derechos de los animales o trabajan por el cuidado del medio ambiente; los clubes y todos aquellos espacios que impulsan y desarrollan el deporte.

Por lo tanto, resulta inmediato abogar por una mirada social de esta problemática. Por eso mismo, hace ya unos cuantos días atrás, presentamos un proyecto de ley que crea un “Régimen de Tarifa Social de Servicios Públicos para Entidades con Fines Comunitarios”  (Expte. D-1510/16-17) que abarca a todas las entidades de la provincia de Buenos Aires cuyo fin principal sea el de fortalecer el rol comunitario y social, por lo que le hemos pedido al ejecutivo provincial que nos acompañe con esta propuesta que podría resolver la preocupación por las que estas instituciones están atravesando hoy en día.

Sin perjuicio de esto, nobleza obliga a mencionar que tanto desde el ejecutivo provincial como del nacional, están atentos a los reclamos que desde mi rol como Diputado de la Provincia por el Frente Renovador, estamos realizando en forma constructiva, lo que resulta muy saludable e invita a pensar que podemos entrar en una etapa mas madura de la democracia.

Ya que, así como hemos valorado el gesto de la gobernadora, de ocuparse en primera persona de las problemáticas que padece el HIGA, las que hemos denunciado respecto a su estado edilicio, funcionamiento, equipamiento, entre otras cuestiones, mediante pedido de informes (Expte D-506/16/1) aprobado por la legislatura bonaerense el 21 de abril de este año; también saludamos que tras la presentación del proyecto que pretende reglamentar la ley nacional 27.098 y hacer operativa la provincial 14.757  (Expte. D-1484/16-17), que hiciéramos unos cuantos días atrás, la Secretaría de Deporte, Educación Física y Recreación de la Nación, manifestara recientemente su compromiso de reglamentarla en un plazo de 3 semanas, por lo que los clubes próximamente podrán acceder a este beneficio.

Sin embargo, así como celebramos esto, reiteramos nuevamente nuestro pedido para que la tarifa social sea aplicable a todas las entidades con fines comunitarios, ya que con las fuertes desigualdades sociales con las que convive nuestra sociedad, hoy se necesita mas que nunca que estas instituciones continúen ocupándose nada más ni nada menos de todas aquellas cuestiones que por ineficiencia o desinterés, el Estado nunca ha llegado.

(*): Diputado de la Provincia por el Frente Renovador.