La problemática que alarma y que pudo haber triplicado los crímenes
La periferia volvió a ser escenario de múltiples hechos de peleas vecinales, ajustes de cuentas vinculados a la venta y el consumo de droga, venganzas y episodios de violencia de género. También hubo cinco casos, tres de ellos ocurridos durante asaltos, cometidos en el centro, La Perla y el puerto.
El HIGA recibe casi la totalidad de heridos que eludieron incrementar la cifra de asesinados por poco.
Por Bruno Verdenelli
En el Partido de General Pueyrredon se registraron 41 homicidios durante 2021. Pero, ¿cuántos hechos estuvieron cerca de engrosar ese número? Responder esa pregunta es casi imposible, aunque al analizar mes por mes las noticias policiales publicadas por LA CAPITAL se calcula que no menos del doble. Es decir, en Mar del Plata, Batán y Chapadmalal hubo, de mínima, otras cuatro decenas de casos de intento de homicidio judicializados. Y se sospecha que otro tanto quedó en el limbo del código delincuencial sin denuncia, con heridos en la clandestinidad.
La razón por la cual obtener ese dato estadístico preciso es sumamente complejo obedece a que muchos de los episodios que comienzan a ser investigados en la esfera judicial bajo la carátula “Homicidio en grado de tentativa” luego atraviesan una modificación en dicha figura. A veces, los fiscales consideran, al avanzar la instrucción, que los ataques que en un principio parecían de suma gravedad en verdad no lo eran tanto, o hasta llegan a un acuerdo con los imputados y las víctimas.
De esta forma, existen numerosos expedientes caratulados “lesiones graves” o “lesiones agravadas” que, antes, pueden haber sido rotulados como intentos de homicidio. Contrariamente, resulta extraño que los investigadores cambien la carátula de un expediente iniciado como “lesiones” a “homicidio en grado de tentativa”.
En cualquier caso, el punto es que el hecho de que en General Pueyrredon no se registre un número más alto de crímenes puede considerarse fortuito. Según surge de la estadística recogida por este medio en Tribunales, en las cinco fiscalías de turno se llevaron adelante alrededor de 30 instrucciones por intento de asesinato, a las cuales se les podrían sumar otras correspondientes a las Fiscalías de Flagrancia y de Robos Violentos en Viviendas.
Sin embargo, las cuestiones a analizar para tener en cuenta los motivos de este fenómeno son los lugares donde se producen este tipo de casos y sus circunstancias. Es así que, además, muchas de las causas que se inician con las carátulas de “lesiones” o “abuso de armas”, o que directamente no se investigan porque no se denuncian y, entonces, no se insta la acción penal, podrían haber sido tentativas de homicidio o directamente homicidios.
Porque en muchas oportunidades que una bala pegue en un sector del cuerpo de una persona o la roce, o que una puñalada no afecte órganos vitales, es en definitiva algo casi casual.
Por ejemplo, cada semana en la periferia de Mar del Plata se dan casos de heridos de bala que deciden no denunciar o se niegan a aportar datos que sirvan para identificar a los atacantes. Esos hechos ni siquiera se computan en la estadística.
Es por eso que, como se dijo antes, lo interesante es tener en cuenta cómo se producen esos episodios y dónde, para entender la problemática propia de la violencia que afecta a una ciudad en la que habita casi un millón de personas.
Armas y estupefacientes, una combinación que suele acabar en heridos.
El mapa de la medialuna
En Tribunales suelen visualizar el mapa de Mar del Plata y trazar, para graficar rápidamente a quienes consultan sobre la densidad delictiva, una especie de medialuna imaginaria. La misma abarca toda la periferia de la ciudad, como si envolviera al centro.
A medida que se analizan los tipos de hechos en ella se puede concluir que los que más sufren la inseguridad y la violencia son los habitantes de los barrios más alejados del núcleo urbano, y con mayores carencias de recursos. Por ejemplo, si se piensa en el dibujo de esa medialuna desde el norte hacia el sur, y enumeran los casos ocurridos en 2021, se puede señalar que en Fray Luis Beltrán hubo siete intentos de asesinato (seis en Camet y uno en Las Dalias), y otro en Los Pinares.
En el noroeste de la ciudad, se registraron cinco en los barrios Libertad, Jorge Newbery, Coronel Dorrego (única tentativa de homicidio en ocasión de robo), Malvinas Argentinas y 9 de Julio.
Por su parte, el oeste fue el sector de mayor conflictividad según el análisis de los hechos recopilados en este informe: hubo 10 ataques que estuvieron a punto de terminar en crímenes y que, por distintas razones, sus víctimas lograron sobrevivir. Tres se registraron en el barrio La Herradura (aunque uno, en el que fue agredida durante un asalto una mujer embarazada, no se contabilizó judicialmente como tal); uno en Santa Rosa de Lima, otros cuatro en Autódromo (uno al límite con José Hernández), uno en Belgrano y el último en Don Emilio.
En el sudoeste, se suscitaron tres intentos de asesinato: uno entre Las Heras y Parque Palermo, otro en el barrio General Pueyrredon y el otro en Fortunato de la Plaza. Y en el sudeste hubo cinco: uno en Villa Lourdes, uno en Cerrito, uno en el puerto (el único en ocasión de robo), uno en San Martín, uno en Termas Huinco y el último en Peralta Ramos Oeste.
Por su parte, en la zona de Acantilados se registró un caso más y en Batán otro.
En cuanto al núcleo de la ciudad, sólo fueron investigados cuatro hechos de homicidio en grado de tentativa: uno en pleno centro, otros dos en La Perla (uno en ocasión de robo) y uno en la zona de Stella Maris.
Hubo un episodio a comienzo de año que se incluye en el análisis pese a que judicialmente no tuvo por tipificación la tentativa homicidio, pero que resultó significativo y de alta trascendencia mediática: el ocurrido dentro del boliche Ananá que tuvo por víctima a Matías Montín. A Montín lo enviaron a terapia intensiva tras un botellazo y otros golpes durante una pelea.
Tipos de hechos
Describir cada uno de los casos señalados requeriría de horas. Sin embargo, por sus características, muchos son similares. Entonces, la exhaustiva tarea puede clasificarse, y resumirse, de la siguiente manera: por mes y según el móvil del ataque.
El 14 de enero, en Camet recibió un disparo de escopeta una mujer de 28 años que cumplía arresto domiciliario por venta de drogas. Lo mismo ocurrió el 20 del mismo mes en la misma zona, con otra baleada, de 64 años y que también se hallaba bajo prisión domiciliaria en el marco de una causa por comercialización de estupefacientes. Ambos casos fueron investigados por la Fiscalía Nº 1, a cargo de Fernando Castro, primero, y luego de Florencia Salas, tras la jubilación del primero.
El 20 de enero, una pareja intentó asesinar con un cuchillo a un hombre durante una pelea callejera en el barrio 9 de Julio. Instruyó en la causa la Fiscalía Nº 4, encabezada por Andrea Gómez.
Cada semana en la periferia de Mar del Plata se dan casos de heridos de bala que deciden no denunciar o se niegan a aportar datos que sirvan para identificar a los atacantes. Esos hechos ni siquiera se computan en la estadística.
El 26 de enero, un cuidacoches de 34 años intentó matar decinco puñaladas a su ex pareja en el barrio Fray Luis Beltrán, y un hombre de 48 fue apuñalado por otro en las inmediaciones del asentamiento conocido como Villa Lourdes, durante una discusión vecinal. Y lo mismo ocurrió en el barrio Autódromo tres días después, donde recibió cuatro disparos un hombre de 34 años. Ambos hechos fueron investigados por la Fiscalía Nº 5, de Alejandro Pellegrinelli.
El 14 de febrero un adolescente fue apuñalado por un hombre de 40 años tras una pelea en el barrio Santa Rosa de Lima. Y el 25 de febrero, en la zona sur, cerca de Villa Lourdes, un joven apuñaló a un colectivero. El primero de los casos fue investigado por el fiscal Juan Pablo Lódola, y luego quedó a cargo de su reemplazante, Romina Díaz. En tanto, en la instrucción por el segundo intervino Gómez, quien también debió llevar adelante la pesquisa por el balazo que recibió un camionero de 27 años en el puerto, durante un asalto ocurrido al día siguiente; y por el ataque a fierrazos que un hombre le propinó a su cuñado el 27 de febrero en el barrio La Herradura, tras una discusión.
Una seguidilla similar de graves hechos ocurrió entre el 13 y el 15 de marzo siguientes: el primero ocurrió cuando un joven de 20 años le fracturó el cráneo de un cadenazo a otro que se escondía en “aguantadero” del barrio Fray Luis Beltrán y el tercero fue en Batán, donde otro joven fue apuñalado por otro a la salida de un bar. La investigación de ambos fue del fiscal Leandro Arévalo. En tanto, su par Mariano Moyano debió intervenir en la pesquisa por el caso sucedido entre ambos, cuando una mujer de 70 años fue baleada en su casa del barrio Coronel Dorrego por un delincuente que forcejeó con su esposo en medio de un asalto. Para culminar el mes, el 28 de marzo una embarazada de 37 semanas fue apuñalada en el barrio La Herradura durante otro robo, por lo que debieron practicarle una cesárea para que naciera su bebé. Ambos sobrevivieron y por el episodio no se formó una causa caratulada “tentativa de homicidio” en la fiscalía de Castro (y luego de Salas), pero debido a la gravedad de las circunstancias igualmente se incluye en este informe, como ejemplo del azar que a veces rodea a la cuestión.
Abril pareció ser algo más calmo: el 24 un adolescente de 13 años fue baleado en un robo que dos delincuentes cometieron en su casa de Camet, hecho investigado por Moyano, y dos días después un joven de 25 recibió un disparo en el rostro en un presunto ajuste de cuentas ocurrido en una plaza del barrio Jorge Newbery, caso que recayó en la Fiscalía Nº 1.
La captura de imagen del video que grabó la cámara de seguridad del edificio, en el que se puede observar la secuencia del ataque.
El 4 de mayo un hombre de 31 años fue apuñalado al pelearse con un vecino en el barrio San Martín, y como el agresor fue detenido en flagrancia, la pesquisa quedó a cargo de la fiscal María Isabel Sánchez. Al otro día, un joven de 27 hizo lo propio con otro habitante del barrio San Martín: el conflicto vecinal, esta vez, fue investigado por Gómez y se esclareció horas después. El 13 de mayo, en Las Dalias, un hombre fue atacado a balazos por dos motociclistas en un episodio confuso del que no quiso dar mayores detalles, por lo que intervino en su investigación la Ofinica de Determinación de Autores y, como ocurre con muchos de estos casos (que no se incluyen en este informe pero también sirven de ejemplo), la causa acabó archivada. Por último, el 26 de mayo se registró el único caso en pleno centro marplatense, cuando un hombre que vivía en Santa Fe y Bolívar apuñaló a un vecino de su edificio sin motivos, en un aparente brote psicótico.
En junio, sólo se registró un intento de homicidio. Ocurrió el 27, sobre el final del mes, cuando un hombre golpeó a su vecino con un machete en el barrio Pueyrredon en el marco de otra pelea por problemas de convivencia, según investigación de la fiscal Díaz.
En julio, en tanto, hubo dos casos: uno el 3, investigado por Arévalo, y el otro el 8, a cargo de Salas. El primero, en el barrio Los Pinares, fue conmocionante, ya que se produjo cuando un hombre de 51 años baleó a su ex yerno de 28 en la cara tras acusarlo de haber violado a su nieta. El segundo, en tanto, se produjo cuando dos delincuentes balearon a joven y le sustrajeron una mochila con 800 mil pesos en La Perla.
En agosto, los mismos respectivos fiscales tuvieron a su cargo dos casos más: el primero sucedió el 4, cuando un menor y otro sujeto ingresaron a un campo emplazado en Vértiz y 238 (allí funciona una chatarrera allanada por venta de drogas) tras saltar un alambrado y el dueño comenzó a disparar, hiriéndolo al adolescente en el cuello; y el segundo cuatro días después, cuando hombre de 35 años fue baleado en la zona de los Acantiladas en confusas circunstancias.
En septiembre, hubo solo un hecho cuando el 23 un joven que sufrió un brote psicótico fue baleado por dos policías, quienes testificaron ante la fiscal Gómez que éste los había intentado apuñalar.
Octubre fue más ajetreado. El 5 un hombre de 52 años con antecedentes penales recibió cinco balazos en el barrio Belgrano, en un presunto ajuste de cuentas, y el 10 un joven sufrió un ataque similar en el barrio Don Emilio, cuando le dispararon desde un automóvil. Finalmente, el 24 del mismo mes en las inmediaciones del límite de Parque Palermo con el barrio Las Heras una discusión en una fiesta acabó con un joven herido de bala en dos oportunidades. Ese hecho fue investigado por Arévalo, al igual que otro ocurrido en el barrio Malvinas Argentinas el mismo día cuando dos hombres le pegaron dos tiros a una mujer con cuyo esposo mantenían una vieja enemistad por motivos que no trascendieron.
El mismo fiscal instruyó en una causa iniciada en horas de la mañana del 21 de noviembre siguiente, cuando junto a una mujer, dos hombres atacaron a otro con un caño galvanizado a la salida de una fiesta de 15 que se desarrollaba en el barrio La Herradura. En tanto, el 24 de noviembre una confrontación entre personas que se hallaban dentro de una casa tomada del barrio Termas Huinco terminó con uno de los intrusos, de 30 años, gravemente herido de arma blanca y otro de ellos detenido por orden de la fiscal Salas.
En diciembre tres hechos fueron caratulados judicialmente como “homicidio en grado de tentativa”. El primero ocurrió el 5 cuando hombre de 67 años discutió con su propio hermano, de 56, y lo atropelló con su automóvil en el barrio Peralta Ramos Oeste. Luego, se entregó ante la fiscal Gómez. Los otros dos ocurrieron en la madrugada del 24 de diciembre último, cuando un joven de 19 años que se hallaba intoxicado por diversas sustancias recibió un balazo en el abdomen tras ser sorprendido en la casa de su hermana -en el límite entre los barrios Autódromo y José Hernández- por otro con el que mantiene una enemistad desde hace tiempo; el otro, en tanto, se produjo en La Perla, donde un hombre de 64 años apuñaló a otro de 49 tras una confrontación vinculada con un reclamo por el pago de un mobiliario.