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La Ciudad 21 de agosto de 2018

La primaria 20 suspendió las clases por pérdidas de gas en la caldera

Autoridades y padres reclamaron su reparación para otorgar gas al establecimiento, al que asisten 450 alumnos. Y difundieron un informe negativo que había escrito un proveedor.

La caldera de la EP 20, en condiciones lamentables.

La escuela primaria 20, a la que concurren 450 alumnos en dos turnos, no dicta clases desde el jueves porque la caldera que provee gas al establecimiento, ubicado en Castelli casi San Juan, debió ser apagada por una pérdida de gas.

La directora, Verónica Profiti, explicó que “una llamada anónima a Camuzzi” alertó sobre la pérdida y la empresa distribuidora la constató. También señaló que el área de Infraestructura del Consejo Escolar había decidido encenderla a mediados de año pese a la existencia de un informe técnico negativo de un proveedor.

Esta mañana, junto a docentes y padres del establecimiento, Profiti difundió ese informe, en el que se advierte sobre una “emisión de monóxido de carbono en forma continua” y de una “acometida de gas totalmente antirreglamentaria y fuera de toda norma de seguridad vigente”.

“Esto no lo sabíamos, si no no hubiésemos encendido la caldera bajo ningún concepto”, señaló Profiti, y comentó que para suspender las clases tuvo “el apoyo de los padres y docentes”. “No es que no queremos trabajar. En estas condiciones no se puede: hace un frío increíble”, dijo. Y contó que dejaron tarea en la fotocopiadora para que los alumnos la hagan en sus casas.

La directora advirtió que podría haber habido una tragedia: “La caldera está ubicada en un lugar contiguo al patio donde los nenes tienen el recreo. Agradezco que no pasó nada, pero podría haber pasado”.

Verónica Profiti, directora de la primaria 20.

Verónica Profiti, directora de la primaria 20.

Profiti aseguró que la solución de los inconvenientes corresponde al Consejo. En la misma línea, Fernanda Génova, madre de un alumno, recordó que a fines de junio “las autoridades del Consejo Escolar decidieron encender una caldera que no tenía garantías de seguridad y ponía en riesgo la vida de los niños, docentes, auxiliares y directivos”, y apuntó: “Esto no fue una equivocación. Es una irresponsabilidad y una actitud criminal”.

Génova exigió soluciones rápidas: “Como padres esperamos que quien cometió esta equivocación se responsabilice de lo que hizo y que, por otro lado, el Consejo tome las medidas que tiene que tomar para resolver el problema”.