por Marcelo Solari

A los 20 años, Sofía Rivadeneira vivió en Santiago de Chile una de las experiencias más gratificantes en su carrera deportiva. Como parte de La Garra, el seleccionado argentino femenino de handball, jugaron la final del certamen ante Brasil, para colgarse una dulce medalla de plata.

Habitual en las citaciones de los seleccionados formativos “albicelestes”, con participaciones y títulos internacionales, ya estaba en el radar de Eduardo “Dady” Gallardo para la mayor, en la cual ya había debutado.

Había confesado sus aspiraciones de formar parte del plantel en los Juegos Panamericanos, pero no fue incluida en la lista inicial. Sin embargo, así es el deporte, cuando la jugadora formada en ACHA y luego campeona con Sedalo preparaba su equipaje para sumarse a Elda Prestigio Alicante, de España, tuvo que modificar el destino de su viaje para sumarse al equipo argentino en Viña del Mar, subsede para el handball de la cita continental. La historia no pudo coronarse con el oro y el pasaje a los Juegos Olímpicos de París 2024, pero siempre es importante subirse al podio y, más aún, jugar una final. Estas fueron sus impresiones junto a LA CAPITAL, luego de la ceremonia de premiación.

-¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza en este momento?
-Estamos muy tristes, no nos quedamos con buenas sensaciones. Sigo pensando que somos un equipo muy aguerrido, que tiene muchísimo para dar y aportar. No fue nuestro día, pero creo que éste es el camino. Tenemos mucho tiempo por delante para hacer historia, así que por otro lado también estoy contenta y agradecida con todos. Vamos a seguir luchando, entrenando y mejorando para cumplir los objetivos.

-Hasta hace muy poquito jugabas como junior y ahora ya tenés una medalla panamericana en mayores. ¿Lo podés creer?
-La verdad es que es un orgullo y una alegría enorme poder decir esto a mis 20 años. Sin dudas tengo mucho por mejorar y aprender todavía, pero es un gran paso formar parte de este equipo que tiene grandes jugadoras, con muchísima experiencia. Espero poder seguir sumando.

-Obviamente te hubiera gustado jugar un poco más pero eso no te hace menos parte de este logro…
-Sin dudas. Me he sentido parte dentro y fuera de la cancha. Cuando me tocó entrar y cuando me tocó alentar desde el banco. Es el camino. Son los pasos que tengo que seguir para aportar mi granito de arena poco a poco. Reitero mi agradecimiento a todos por esa posibilidad.

-¿Cómo fueron tus vivencias en estos Juegos?
-Fue una experiencia increíble. Nos hubiera encantado poder haber vivido la experiencia de la Villa Panamericana. Pero a pesar de eso, ha sido muy bueno para crecer como jugadora, como persona y para seguir aprendiendo.

-Tenías una hinchada particular, con bandera y todo en la tribuna…
-Tengo la fortuna de que mi papá me sigue y me acompaña a todos lados. Mi mamá y mi hermano también me bancan aunque esta vez no pudieron venir. Les mando un saludo enorme y mi agradecimiento a ellos.