La pistola es una Bersa .380 y tenía cinco municiones en su cargador
La Policía Federal la secuestró luego de que militantes kirchneristas y parte de la custodia de la vicepresidenta detuvieron al agresor.
El arma que empuñó el brasileño Fernando André Sabag Montiel era una pistola Bersa .380 que tenía en su cargador cinco municiones aptas para ser percutadas y disparadas.
Personal de la Policía Federal que participó en la detención del atacante logró secuestrar el arma que, aunque aún debe ser sometida a peritaje balístico, estaba en condiciones de disparar.
La pistola es una de las más poderosas que fabrica Bersa, la fábrica argentina de armas que tiene reconocimiento internacional por su calidad. Se trata de una pistola de calibre grueso, de fácil portabilidad y con un poder de fuego importante. El arma secuestrada cuenta con un diseño ya en desuso, por lo cual se puede calcular que proviene de la década del ’80.