Por Vito Amalfitano
Desde Buenos Aires

La Bombonera latió, tembló, se movió y jugó. Se metió en el partido. Y fue el pulmotor de un equipo que agonizaba. El arquero Agustín Orión terminó de devolverle la vida al atajar tres envíos en la definición con tiros desde el punto del penal. Así Boca venció a Nacional de Montevideo por esa vía, por 4 a 3, después de haber empatado 1 a 1 en el tiempo reglamentario, sin fútbol y casi sin otro tipo de respuestas. Todo lo tuvieron que poner la Bombonera y Orión. Y esa conjunción depositó al equipo de Guillermo y Gustavo Barros Schelotto en las semifinales de la Copa Libertadores de América.
Boca tuvo una situación doble en el arranque del partido a los 4′. Remató Pablo Pérez de media distancia, tapó con esfuerzo el arquero Esteban Conde y en el rebote que tomó Carlos Tevez en clara posición de gol volvió a neutralizar el golero.
Pero una situación doble a favor no significó dominio. Empezó a ser tan impreciso como en la definición de esa acción, nunca supo cómo tener la pelota, con ese empecinamiento de apuntar a los extremos pero sin elaboración. Y paulatinamente se acomodó y creció Nacional de Montevideo en el medio y, al contrario de Boca, supo cómo apoderarse del balón con paciencia y escalonamiento en el toque.
Así, en una jugada elaborada, que se prolongó a los 19′ en un avance con criterio de Sebastián Fernández desde la izquierda hacia el medio, nació el primer gol. “Papelito” derivó en una apertura hacia la derecha para Leandro Barcia, quien mandó un centro cruzado y muy profundo que interceptó desafortunadamente Daniel Díaz en su intento por neutralizar a Leo Gamalho y no hizo más que batir la valla de su propio equipo.
Sobrevino un abismo de juego de Boca, Gino Peruzzi empezó a cometer errores garrafales, el equipo de Guillermo se quedó sin salida y sin reacción. Recién a los 33? Pablo Pérez lo sacó de la confusión y abrió con claridad hacia Cristian Pavón hacia la derecha y el delantero envió un centro de gol para Andrés Chávez, quien desperdició la oportunidad con una muy mala resolución y cabezazo que se fue apenas desviado.
Sobre el final de la etapa sufrió una lesión de consideración en la rodilla Marcelo Meli. Como venía el partido quizá el ingreso de Rodrigo Betancur para tratar de ganar la posesión era lo más aconsejable. Pero Guillermo Barros Schelotto se decidió por Federico Carrizo, para conseguir más desequilibrio vertical. Quedó una formación extraña, con Carlos Tevez como volante interior, con Pavón, Chávez y Carrizo por delante.
Desde el comienzo del segundo tiempo y hasta los 10 minutos la Bombonera se hizo escuchar y se movió como en sus horas más cruciales. Pero ni eso hizo levantar a un equipo sin ideas. El empuje de la gente, con esa acústica única, sostuvo, sin embargo, la paridad y la incertidumbre en el resultado. Amedrentó e hizo aun más cauteloso a Nacional. No apareció Carlos Tevez para ponerse el equipo al hombro y costó penetrar ante el ordenado vallado del equipo uruguayo.
Sobre los 18? Nacional salió y tuvo una chance Fernández con remate franco desde la media luna pero no pudo tomar de lleno la pelota y respondió bien Orion.
Pero la Bombonera siguió jugando. El número 12 fue el estadio, no la “barra”, y un equipo con muchas limitaciones quedó igual a tiro de dar pelea. Y a los 27? Leonardo Jara, con mucha viveza y precisión, lanzó un pelotazo largo que fue pase en profundidad para la entrada por derecha de Cristian Pavón, quien definió con buen remate cruzado y empató el partido. El pase largo de Jara fue la primera fórmula para quebrarle y ganarle espacios a Nacional. Pero Pavón neutralizó su destreza para definir con una tontería. Se sacó la camiseta en el festejo y como estaba amonestado, el árbitro Heber López debió mostrarle la tarjeta roja.
Pero Boca siguió siendo el mismo equipo sin ideas, y Nacional no supo aprovechar el hombre de más y los penales fueron inevitables, además por un error gravísimo del árbitro López que no descontó ni un segundo, por el contrario terminó el partido unos instantes antes de los 90 reglamentarios.
La Bombonera metió a Boca en los penales. Lo mantuvo con respirador artificial. Ese estadio único e irrepetible, que se mete en la cancha y juega, esta vez le dio el aire que necesitaba para seguir viviendo. Y al equipo lo terminó de resucitar Orion, al convertirse en el héroe de la noche y quizá de la Copa, al atajar tres penales, a Gonzalo Porras y Santiago Romero lanzándose a sus costados, y a Felipe Carballo, con la intuición de esperar parado en el arco. Esteban Conde había controlado los envíos de Pablo Pérez y Juan Manuel Insaurralde por lo que tuvieron que ir a serie de uno tras empate en tres en el tramo de los cinco envíos. Después de la última corazonada de Orión, la última bocanada para revivir se la dio el penal convertido de Federico Carrizo. Boca en semifinales. En la noche del arquero, de la mano de San Agustín. Y de una Bombonera mágica que algunos quieren jubilar y que mantuvo a Boca en coma cuando ya parecía muerto.

Sìntesis

Boca 1 (4): Orion (10); Gino Peruzzi (3), Daniel Díaz (5), J.M. Insaurralde (5) y Fabra (6); Pablo Pérez (5), Leonardo Jara (6) y Meli (4); Cristian Pavón (5), Carlos Tevez (4) y Andrés Chávez (3). DT: Guillermo Barros Schelotto.

Nacional de Montevideo 1 (3): Esteban Conde (7); Fucile (4), Mauricio Victorino (6), Polenta (5) y Espino (7); Barcia (6), Gonzalo Porras (5), Santiago Romero (5) y Felipe Carballo (5); Sebastián Fernández (7) y Gamalho (4). DT: Gustavo Munúa.

Goles: en el primer tiempo, 19′ Díaz, en contra; en el segundo tiempo, 27′ Pavón
Cambios: en el primer tiempo, 42′ Federico Carrizo (7) por Meli, lesionado; en el segundo tiempo, 24′ Sebastián Palacios por Andrés Chávez, 28′ Nicolás López por Gamalho y 38? Rodrigo Amaral por Barcia.
Incidencias: en el segundo tiempo, 28′ expulsado Pavón por doble amonestación.
Definición con tiros desde el punto del penal: para Boca convirtieron Tevez, Díaz, Fabra y Carrizo y Conde atajó los remates de Pérez y Juan Manuel Insaurralde; para Nacional convirtieron Polenta, Victorino y Sebastián Fernández y Orion atajó los disparos de Porras, Romero y Carballo.
Cancha: de Boca (mala).
Arbitro: Heber Lopez, de Brasil (3).