Ni Constitución ni Alem, esta temporada la movida nocturna se instaló definitivamente en Playa Grande. Ya sea en el sector norte o sur, en inmediaciones de la escollera Norte o Biología, la música empieza a sonar desde la tarde y no se aplaca hasta la salida del sol.

Con propuestas para todos los gustos y edades, la actividad se extiende todos los días de la semana desde el atardecer hasta la salida del sol. Los diferentes establecimientos ofrecen la posibilidad de disfrutar de una comida antes de emprender la sesión dance.

Así, por ejemplo, en Quba Café de Mar (abre de 9 a 6.30) la movida musical contempla tres sectores diagramados en pisos: a la altura de la arena, en el bar de playa, reinan los “sunsets” con promoción de happy hour, predominando el Aperol con champagne a la hora de pedir en la barra y música proporcionada por DJ’s invitados.

En el nivel vereda, donde funciona el restaurante hasta medianoche, se instala durante toda la temporada el DJ residente, mientras que en el tercer piso funciona el VIP de Vita junto a la terraza utilizada para bailar.

“Los tragos más pedidos varían. La cerveza es un clásico, al igual que el Fernet y el Aperol con champagne, bastante pedido durante el sunset. También hay un regreso a los clásicos, con el gin-tonic”, enumeró el socio gerente del lugar, Matías Iriarte.

Las entradas cotizan desde los $200, aunque los precios de los tickets varían de acuerdo a la sesión musical en vivo y al día elegido para salir, mientras que el target de asistente parte de los 21 años.

Temprano

En el otro extremo de Playa Grande, el complejo La Normandina ofrece el combo nocturno de Stadium, Ananá y Only, destinados a jóvenes mayores de 18 años, proponiendo tres pistas con estilos variados de música, los patios con vista al mar y shows en vivo como los de Damas Gratis (21 y 29 de enero) y Miranda (17 y 27).

Las bebidas del verano van desde las tradicionales como Fernet y cerveza hasta las más modernas como el Aperol con champagne.

“Lo más lindo del lugar son los patios con vista al mar, utilizados tanto para ver el amanecer como para el after beach, ya que les ofrecemos la posibilidad que dejen las heladeritas, después de la estadía playera, y disfruten de un trago temprano”, describió uno de los responsables del sitio, Popi Chiesa.

https://youtu.be/tNor6hK3vgo

Justo en el medio de Playa Grande, en uno de los laterales de las escaleras, Bruto propone música todas las noches a partir de la medianoche con presentaciones de distintos DJ’s, mientras que también se puede comer en el restaurante.

También hay shows en vivo, como el que brindó noches pasadas “El Polaco”, además de un sector VIP y una amplia barra. “Todos los lunes de enero tenemos ‘ladies nigth’ y fiestas temáticas que van variando de días”, detalló Matías Cochilobo.

Bruto, uno de los clásicos de Playa Grande.

Las entradas se pueden adquirir anticipadamente, o a través de los distintos tarjeteros, con variabilidad según los shows o los días, pero partiendo de los $200.

Los tragos más elegidos, como en los demás sitios, son “la cerveza, el Fernet, algún aperitivo y el vodka con naranja, el tradicional destornillador”.