“La mala prensa que le han hecho a la Sputnik no está justificada”
El reconocido traumatólogo Salomón Schächter aseguró que el instituto que produce la vacuna es "excelente". "No vacilaría en colocármela, estoy esperando mi turno", dijo.
Salomón Schächter.
El reconocido y multipremiado traumatólogo Salomón Schächter advirtió que a la vacuna Sputnik V “le han hecho mala prensa”, pero aseguró que el instituto que la produce es “excelente”, por lo que no dudaría en aplicársela.
Schächter, profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires (UBA), doctor honoris causa de la Universidad Católica de Córdoba y jefe honorario de la División de Traumatología y Ortopedia del Hospital General de Agudos Juan A. Fernández de Capital Federal, afirmó en declaraciones a LU6 Radio Atlántica que la mala prensa sobre la vacuna rusa “no está justificada”.
“No soy infectólogo ni epidemiólogo, pero conozco el instituto Gamaleya, que es de donde proviene la vacuna. Es un instituto de epidemiología y de microbiología reconocido con varios premios Nobel en el mundo entero”, indicó. “Es un centro de nivel mundial. Fue fundado en 1891, o sea que tiene una trayectoria de más de 120 años, y desde 1949 lleva el nombre de Gamaleya en homenaje a Nikolay Gamaleya, que fue uno de sus directores”, historió.
Schächter insistió en que el Gamaleya “se dedica a la investigación epidemiológica en Rusia, pero es conocido en el mundo entero”. “Hoy dicen que la vacuna que produce está floja de papeles. ¿Qué significa eso? Que no hay publicaciones internacionales, en revistas científicas, sobre la vacuna. Eso sucede porque todavía no ha completado la fase de investigación”, señaló.
Enseguida explicó que la fase de investigación “es la tercera, la del doble ciego”, donde a un grupo de voluntarios se le inyecta placebo y a otros la vacuna para ver cómo reacciona cada uno.
En el caso de la Sputnik, la fase 3 está en marcha pero recién culminará “a fines de marzo”, dijo Schächter. Y aclaró que la emergencia sanitaria “justifica que se haya empezado la aplicación” antes de que ese proceso termine. “Todos los días hay millones de contagiados y decenas de miles de muertos en el mundo entero”, agregó.
El médico, distinguido con los títulos Maestro de la Medicina Argentina (1998), Cirujano Maestro de Ortopedia y Traumatología y Médico del Año (2001) y el premio Konex 2003, entre otros, sostuvo que “el inconveniente” que tiene la Sputnik es que hay que conservarla a a 80 grados bajo cero, pero aclaró: “Personalmente no vacilaría en colocármela si tuviese la oportunidad. Me llegará mi turno, seguramente, pero es una vacuna que procede de un lugar excelente y para mí es confiable”.
Al responder si elegiría alguna vacuna por sobre otra si estuviesen todas disponibles, aseveró que optaría por “la primera que salga” porque “todas provienen de laboratorios muy buenos”.
Schächter mencionó que “van a aparecer muchas vacunas más”, pero reparó en que de momento “la necesidad mundial supera la capacidad de producción”. “Ninguna plataforma da abasto”, sostuvo. Y aclaró que “no sucede solamente con la Sputnik” sino “con todas”.
“El problema del suministro de vacunas está lentificado en el mundo entero. Sucede en Estados Unidos, en Alemania, en España, en Italia. que usan otras vacunas. La cantidad de vacunas que se fabrica no alcanza”, marcó.
También señaló que “para que la pandemia se termine se tendría que vacunar el 60% de la población” mundial, que alcanza los “7200 millones de habitantes”.