La mafia siciliana, ‘Cosa Nostra’, no se resigna a sucumbir y mantiene plena operatividad
La policía arrestó a tres miembros de la cúpula de la poderosa familia mafiosa de Corso Calatafimi en Palermo. El clan ejercía "un control constante del territorio, recurriendo a amenazas y extorsiones.
ROMA.- La mafia siciliana, ‘Cosa Nostra’, no solo no se resigna a sucumbir sino que “mantiene plena operatividad”, según se desprende de la investigación que ha llevado este martes al arresto de tres miembros de la cúpula de una poderosa familia mafiosa de Palermo, informaron los Carabineros (policía militarizada).
“La operación de hoy dibuja (…) una ‘Cosa Nostra’ en absoluto resignada a sucumbir, que en cambio mantiene plena operatividad y que, por el contrario, es capaz no sólo de infundir miedo generalizado a sus víctimas, sino también de valerse de la fuerza física como forma extrema de control territorial”, según señalaron los investigadores tras desmantelar la cúpula mafiosa de Corso Calatafimi.
Los detenidos, dos de ellos trasladados a prisión, mientras que el tercero se encuentra bajo arresto domiciliario, han sido acusados de los delitos de “asociación para delinquir de tipo mafioso y extorsiones agravadas, consumadas e intentadas, utilizando el método mafioso y con el fin de facilitar la actividad mafiosa”, se indica en una nota.
Los arrestos, efectuados de madrugada por orden judicial tras la petición de la Dirección Antimafia, derivan de las investigaciones que han documentado en el periodo 2021-2023 el control de la familia mafiosa de Corso Calatafimi sobre el territorio, ejercido principalmente a través de constantes presiones extorsivas contra los comerciantes de la zona y que ya habían conllevado 7 arrestos en enero pasado.
La familia recurría sistemáticamente al ‘pizzo’, el pago que la mafia exige para financiarse, que “se intensificaba con la proximidad de las vacaciones de Navidad y Semana Santa, con los comerciantes de la zona de Corso Calatafimi, con el fin de alimentar las arcas de la asociación y mantener a los ‘hombres de honor’ en prisión y a sus familias”, como “expresión de la más amplia obligación de asistencia mutua entre los afiliados”.
El clan ejercía “un control constante del territorio, vigilando de cerca los establecimientos comerciales insistentes, identificando a tiempo los nuevos y acercándose a sus propietarios incluso antes de iniciar el negocio, obligándolos a ‘ponerse en su sitio’ y recurriendo a amenazas explícitas en los casos en que los mismos no quisieran ceder rápidamente a las demandas extorsionadoras”.
Los investigadores descubrieron además que los criminales mafiosos tenían “un código de honor” con sus miembros y uno de ellos fue “golpeado salvajemente a plena luz del día con un mazo por haber sido declarado culpable de infidelidad a su mujer”, en “una especie de aplicación de las reglas del clan”.
EFE.