La madre del policía Cristian Agusti buscará que reabran la causa contra Salaberry
Graciela Panebianco dijo a LA CAPITAL que siente alivio por la captura de uno de los asesinos de su hijo. "Lo quiero atrás de las rejas", señaló.
Graciela Panebianco, madre de Cristian Agusti.
Graciela Panebianco, la madre del policía asesinado en 2003 por Alejandro Salaberry y sus cómplices que asaltaban un local de computación, dijo sentirse aliviada por la captura del delincuente que estuvo prófugo durante más de una década y media.
Si bien Salaberry fue atrapado en el marco de otra causa, ya que la que investigó el crimen de su hijo Cristian Agusti prescribió en 2019, la mujer que durante 15 años luchó por justicia señaló que está agradecida “con toda la gente de Mar del Plata” que colaboró con ella “en todo este tiempo” y que le sigue “teniendo mucha paciencia”.
“Cristian está descansando en paz y yo estoy muy tranquila, aunque sé las consecuencias que van a venir ahora y todo el trajín… No quiero muerto a Salaberry por el cáncer. Lo quiero atrás de las rejas bien fresquito“, mencionó Panebianco en diálogo con LA CAPITAL.
En ese marco, adelantó que ya se contactó con sus abogados y mantiene esperanzas de que la causa por el homicidio de su hijo se reabra, ya que cuando Salaberry se presentó en Tribunales en mayo de 2019 para firmar su sobreseimiento, después de permanecer prófugo más de 15 años, ya tenía pedido de detención por intentar matar a un vecino de Merlo.
“No está todo dicho. La prescripción de la causa se tiene que anular porque cuando el vino a Mar del Plata en 2019 ya estaba prófugo y lo podrían haber agarrado”, finalizó.
El policía Cristian Agusti fue asesinado de tres tiros el 27 de octubre de 2003.
El crimen de Agusti
El 27 de octubre de 2003, cerca de las 17, Salaverry y sus cómplices (Claudio López, Fernando Palomino y Carlos Marcelo De los Santos) asaltaron una casa de insumos de computación ubicada en la zona de 20 de septiembre al 2900.
Cuando escapaban se cruzaron con Agusti y su compañero Cristian Fournier, quien reconoció a Salaverry como un delincuente que había cometido otros hechos anteriores. Entonces se produjo un ataque a tiros de la banda contra ambos policías. Agusti recibió tres impactos de bala que le produjeron la muerte en el acto y Fournier logró sobrevivir pese a las dos heridas.
Desde ese día Salaverry permaneció en la clandestinidad. Palomino y López fueron detenidos a pocas cuadras y De Los Santos en el año 2012.
Durante varios años el Estado Nacional, a través del Ministerio del Interior y de Seguridad ofrecieron generosas recompensas para obtener algún dato de la ubicación del prófugo, pero jamás obtuvieron información “sana”.
Los 15 años 7 meses y 4 días que debían pasar para el cumplimiento del plazo de prescripción se consumieron en mayo de 2019. Finalmente el miércoles 10 de julio, a las 10.10, Salaverry se presentó en el edificio de Tribunales en compañía de un abogado que lo acercó hasta la secretaría del juzgado de garantías de Rosa Frende. Allí le extendieron el escrito con el sobreseimiento, se notificó, firmó y se retiró.
Este domingo, Salaberry se presentó en el Museo MAR para vacunarse contra el Covid-19 y fue detenido al ser identificado y conocerse que sobre él pesaba un pedido de captura de la Justicia de Morón, en el marco de una pelea vecinal en la que casa mata a un hombre tras agredirlo a machetazos. Ese hecho había ocurrido en octubre de 2018.
Alejandro Salaberry hoy tiene 40 años y está detenido en Morón.