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Campo 14 de abril de 2018

La lluvia torrencial trajo alivio a las pasturas del sudeste bonaerense

Fueron alrededor de 200 milímetros entre martes y miércoles. Consideran que fue beneficioso para la humedad de los suelos. Hacía un mes que no llovía y la sequía comenzaba a preocupar también en la zona.

La falta de humedad venía retrasando la siembra de los verdeos.

por Sebastián Plaza

BALCARCE (Corresponsal).- Profesionales de la experimental Balcarce del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) coincidieron en afirmar que el temporal de agua y viento que se abatió esta semana sobre gran parte del sudeste bonaerense fue fructífero para los suelos que albergan pasturas y cultivos en general.

“Hacía un mes que no llovía en los campos de la zona y esa especie de sequía de otoño comenzaba a preocupar a los productores. Se habían producido algunas precipitaciones pero no habían sido significativas para el suelo”, analizaron.

Los alrededor de 200 milímetros promedio que llovieron en la zona (en algunos lugares fue muy superior y en otros no llegó a ese registro) sirvieron para mejorar pasturas y verdeos de invierno.

“Veníamos con una marcada escasez de humedad en los suelos. Por eso algunos productores estaban retrasando la siembra de los verdeos para poder hacerlo en las mejores condiciones posibles. En distintos lotes ya se comenzaron a implantar”, mencionó una fuente consultada.

Forraje y fertilización

Alejandra Marino, especialista en recursos forrajeros de la Unidad Integrada Balcarce (INTA), habló de que existen cuellos de botella para la producción de forraje debido a que el crecimiento de los verdeos y pasturas está frecuentemente restringido por deficiencias de nutrientes.

Para esos casos se recomienda fertilizar con las recomendaciones correspondientes y así se puede lograr que “se ajusten a los requerimientos de cada pastura permiten incrementar la producción de forraje de 5.000-6.000 a 10.000 kilos de materia seca por hectárea al año; lo que significa que con una adecuada planificación y un manejo correcto es posible duplicar el rinde”.

La fertilización debe considerar el ambiente en el que se encuentra y los requerimientos del recurso. “Aplicar un solo tipo de fertilizante sin tener en cuenta las deficiencias nutricionales de la pastura o del verdeo suele no provocar el efecto buscado”, aseguró Marino y aclaró: “Hay un conjunto de nutrientes que pueden limitar la producción del forraje; para el sur de Buenos Aires es habitual que se observen deficiencias de fósforo y de nitrógeno”.

Ahora bien, antes de fertilizar es necesario determinar qué nutrientes ofrece el ambiente. “Las alternativas para obtener esta información son: análisis de suelo, de plantas o determinarlo indirectamente a través del índice de verdor”, indicó Marino y agregó: “Con estos datos se puede ajustar el diagnóstico y planificar una correcta nutrición fosfatada y nitrogenada”.

La cosecha de gruesa

Por otra parte, las intensas precipitaciones también trajeron aparejados inconvenientes y demoras en la cosecha de granos gruesos que estaba en pleno proceso. “Hay girasol, maíz y soja que todavía no pudo ser levantado. Esto puede ser positivo para los cultivos que venían más atrasados porque les va a permitir un mejor llenado de granos”, comentó la fuente.



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