La Iglesia reclamó que se declare la “emergencia nacional en adicciones”
La Pastoral Social cuestionó la "perspectiva represiva" para abordar las problemáticas de consumo y apoyó el uso medicinal de aceite de cannabis.
La Iglesia Católica argentina reclamó hoy que se declare en el país la “emergencia nacional en adicciones”, cuestionó la “perspectiva represiva” para abordar las problemáticas de consumo y apoyó el uso medicinal de aceite de cannabis.
El equipo de trabajo en adicciones de la Pastoral Social, encabezado por el padre “Pepe Di Paola”, mantuvo desde el sábado un encuentro del que participaron delegados de todas las diócesis del país y que concluyó con una conferencia de prensa en la que se leyó el documento conjunto que reclama la emergencia nacional en adicciones.
“Esta declaración representa el pensamiento de toda la Iglesia. La emergencia nacional que pedimos parte de una mirada realista y de nuestro trabajo en los territorios, por eso es necesario que el Estado, las instituciones y toda la sociedad se concienticen y trabajen para que podamos cambiar esta realidad y no haya ni un pibe menos por la droga”, dijo a Télam el padre Pepe, coordinador de la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia.
Precisó que “hay cerca de un millón de jóvenes argentinos que no estudian ni trabajan” y señaló que “en muchas ocasiones en lugares del interior hay ausencia de profesionales de la salud que puedan actuar ante una urgencia”.
“Nos hemos hecho cargo de la problemática de las adicciones como sacerdotes, religiosas y laicos. Trabajamos muchísimo en prevención y recuperación, esa es la prioridad en nuestra agenda y creemos que en eso también debe poner el acento la emergencia, poner el ojo en tantos chicos que hoy podrían no caer en la droga con un trabajo inteligente del Estado y la sociedad civil y en tantos otros que podrían recuperarse”, afirmó.
Los delegados subrayaron que “la respuesta que se sigue dando tiene un fuerte enfoque en la represión a los sectores más vulnerables: basta con comparar el presupuesto del ministerio de Seguridad con el de la Sedronar. Si no ofrecemos oportunidades no alcanza con perseguir al narcotráfico, sobre todo hay que cuidar a los pibes”.
“No queremos la droga en nuestros lugares y apoyamos todos los esfuerzos para erradicar el narcotráfico, pero sería bueno poner el foco en los circuitos financieros, porque el narcotráfico también tiene CEOs que saben tanto de drogas como de comunicación y lobby”, agregaron.
En el documento conjunto la Iglesia también apoyó el uso de aceite de cannabis con fines medicinales: “Es impostergable escuchar la voz de pibes con epilepsia refractaria que en el aceite de cannabis encuentran medicina y que le corresponde al Estado proveerla gratuitamente”, afirmaron.
Consultado sobre la responsabilidad de los gobiernos en el abordaje de la problemática del consumo de drogas el padre Pepe señaló que “no se trata de un problema de un sólo gobierno” y denunció que la temática “no fue el foco de atención de ninguno en los últimos 40 años”.
“Un verdadero progresismo tiene que tener un pie entre los más pobres, porque si los dos pies están en otro lado las conclusiones van a ser de manual y no van a responder a la verdaderas necesidades de la gente”, cuestionó.
“Por la gravedad del momento que estamos viviendo, por las muertes, tragedias y sufrimientos de miles de pibes y pibas a lo largo del país, de hombres y mujeres, por el dolor de sus familias, por nuestros barrios, villas, pueblos y ciudades, por el Padre Juan Viroche y todos los que día a día dan la vida, este equipo pide la pronta declaración de la emergencia nacional en adicciones, y reclama ¡Basta! ¡Basta! ¡¡¡¡Ni un pibe menos por la droga!!!! Hay que ponerse a trabajar”, concluye el documento.
En tanto, mañana un centenar de obispos participará de la 112° asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, en la que analizarán la situación social de país y el particular la “crisis” del sistema penitenciario, informaron hoy fuentes eclesiásticas.
El plenario episcopal, presidido por monseñor José María Arancedo, se desarrollará hasta el viernes en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera de Pilar.