Los titulares de Coomarpes, acusados de haber contaminado el puerto por residuos arrojados al mar desde la fábrica de la harinera portuaria, aseguraron que ofrecieron una compensación económica p ara no llegar a juicio.

Luego de que el fiscal general federal Daniel Adler elevara la causa a juicio y, en su escrito, dejara constancia que los imputados pretendían la aplicación del criterio de menor incidencia penal, esto es la reparación y luego la conciliación, los imputados explicaron que no solo habían ofrecido una compensación económica de 200.000 pesos exigida por la fiscalía y destinada al Fondo de la Ley General de Ambiente, sino también todo un plan de adecuación en leyes del medio ambiente.

Desde Coomarpes explicaron que han invertido 3.159.057 dólares en mejores para que la harinera no contaminara, en equipamientos como ser mejores  en el sistema de conducción y tratamiento de emisiones gaseosas (U$S130.216), reubicación torres de enfriamiento (U$S 60.000), terminador de agua de cola intesa (U$S 93.168),  equipos de Westfalia (U$S 388.700), caldera Gonella apta para quemado vahos (U$S 308.700),  mejoras planta de tratamiento de efluentes líquidos (U$S 79.036), entre otras inversiones. Además, Coomarpes tiene en proyecto una nueva nueva planta de tratamiento de efluentes desarrollada por el INTI, que conllevará una inversión de U$S 210.000.

Más allá de las inversiones, en la conciliación que pidió la empresa, ofrecían hacer un programa de prácticas ambientales, que constaría con el compromiso de proponer a los organismos pertinentes las medidas que permitan la mejora y saneamiento de la pérdida de materia prima en el transporte defectuoso; la capacitación del personar; gestionar la adecuación de la logística del proceso productivo a los efectos de evitar que la materia prima permanezca más del tiempo del esencialmente necesario sin ser tratada e instar ante los organismos pertinentes la posibilidad de desarrollar el proceso productivo en horarios nocturnos.

“La investigación comenzó en el año 2002 y en casi 20 años de investigación, solo se produjo ese derrame que no es un derrame industrial propiamente dicho y fue claramente excepcional. En lo que hace a los gases, a diferencia de lo que piensa la fiscalía y de todo lo que hay en el mundo al respecto (y lo que le dicen los organismos de control) , esos olores en si no contaminan y están dentro de los parámetros permitidos. Y por otra parte, COOMARPES en si no es la única que genera olor ya que desde el momento en que hay desechos orgánicos todas las plantas procesadoras de pescado y el resto de las harineras, también lo producen. Responsabilizar a una sola empresa por un olor propio de los puertos del mundo, es desconocer lo que sucede en esos ámbitos”, dicen en su descargo los imputados.

Las autoridades de la firma habían manifestado en su momento el “más absoluto compromiso con el medio ambiente, con la solución propuesta que se intenta consensuar y para que todas las partes involucradas puedan dar adecuado seguimiento a lo establecido”.

Por último COOMARPES dijo que “por el momento prefería cambiar de etapa y decir que no a la propuesta del Ministerio público , para poder insistir en el futuro , en otras instancias y con otros actores que pueden ver en su totalidad la importancia de lo que se ha ofrecido como reparación y garantía de no repetición”.