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Interés general 1 de marzo de 2022

La “guerra” del langostino en su Máximo esplendor, el pescado a Ucrania y la necesidad de debatir sobre el petróleo

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

Si bien es cierto que desde hace años la flota pesquera de Mar del Plata sigue perdiendo representatividad y presencia en estamentos públicos de decisiones de la política pesquera argentina, en los últimos tiempos ha crecido la presión que llega desde el sur y que ya genera malestar y preocupación en sectores empresariales y laborales del sector en esta ciudad. La influencia patagónica no para de crecer. A pesar de esto, Mar del Plata y la provincia de Buenos Aires, sin representatividad responsable ante el Consejo Federal Pesquero -siendo la única de las cinco provincias con perfil marítimo que no posee una propia subsecretaría de Pesca que represente los intereses del sector-, siguen siendo quienes más buques pesqueros aportan a la actividad. Sin embargo, esto, en los últimos años, no alcanzó.

“Si no se pone un freno, si no trabajamos en forma coordinada y con contundencia, seguiremos perdiendo peso en detrimento de provincias patagónicas que afianzaron no solamente el recurso, que de a poco fue mudando hacia el sur, sino toda decisión de fuste en esa materia”, refirió un empresario pesquero local, en coincidencia con lo dicho por poderoso representante gremial. Ambos detallaron el “caos” que se está generando con penalizaciones y medidas adoptadas tan sólo para favorecer a las empresas sureñas. “La pesca la maneja Máximo Kirchner, quien puso a Carlos Liberman, exsecretario de pesca de Santa Cruz, como subsecretario de Pesca de la Nación. Liberman -claro está- es patagónico y, para aplicar su política pesquera, cerró filas con Adrián Awstin, representante en el Consejo Federal Pesquero por Chubut”, ilustró por su parte un alto representante del Gobierno nacional que -queda claro en sus dichos- no simpatiza con el sector que lidera el hijo de la expresidenta.

Los tres hombres mantuvieron un informal encuentro en Mar del Plata en coincidencia con el fin de semana extra largo de Carnaval. Ya hay “ruido” en el Gobierno provincial y nacional sobre el malestar creciente en esta ciudad. La pelea entre Patagonia y Mar del Plata se profundiza en el manejo del langostino, hoy la “estrella” de la pesca nacional. De hecho, las provincias de Santa Cruz y Chubut ostentan más de 10 mil toneladas de cupo social de langostino. Para Mar del Plata, la cifra es cero. “Mar del Plata tiene un espíritu pesquero único, con gran fuerza de trabajo y si a esta ciudad le das langostino, los tanos te hacen una industria monumental”, remarcan desde la comuna, donde vienen “monitoreando” la marcha del conflicto, silencioso y alejado aún de los grandes medios.

 

“La discusión es estratégica. Si limitan las horas de navegación y las penalizan, dejan fuera del radar al puerto de Mar del Plata, y eso fue lo que logró la resolución 70.018”, expresó el funcionario nacional, emparentado con Mar del Plata, quien no tuvo reparos en mantener también una extensa charla con dos periodistas locales, aunque en estricto off the record. “En el puerto -confió- están que trinan con lo que sucedió con el buque pesquero ‘Ciudad Feliz’, nombre emblemático si los hay. Le metieron una suspensión, regreso a puerto y parada a muelle con el invento de una multa rebuscadísima. Tal es así que sus tripulantes salieron a desmentir a Liberman”. El dirigente sindical local no tiene dudas sobre este incidente: “eligieron el barco adrede. Es el método que emplean. ¿Se quejan? Rompeles un barco. Y así eligieron al ‘Ciudad Feliz’ para dejar perfectamente claro que castigan a Mar del Plata”, dijo.

A Mar del Plata no le defiende nadie en el Consejo Federal Pesquero. Buenos Aires está representada por una chica de La Cámpora que responde a Liberman (en realidad, el titular es Javier Rodríguez, quien participa muy poco y es reemplazado generalmente por Carla Seain); y cuando Fernanda Raverta o Axel Kicillof quisieron hablar de pesca para defender mínimamente a Mar del Plata, fueron muteados. La pesca es de Máximo les dijeron”, confiaba por su parte el reconocido periodista de canal televisivo porteño -se sumó a los miles de visitantes que llegaron a la ciudad en el cierre de febrero- en asado concretado en barrio privado del sur, donde el empresario del café se convirtió en una “máquina de preguntar” sobre este conflicto. “En el Congreso se cuenta que una vez Sergio Massa le preguntó directamente a Máximo si Liberman era suyo. Y Máximo le respondió al toque: míos, míos, son mis silencios. ¡Una genialidad!”, relató el colega.

 

Lo cierto es que Mar del Plata sigue siendo la capital de la pesca, con la mayor flota operativa y gran cantidad de establecimientos industriales modelos, con tecnología de punta para procesos de alimentos; y, sin embargo, desde la Patagonia se esmeran en destacar las “cuevas” amplificando lo que puede llegar a ser negativo. Según pudo establecer este diario, el caos que desataron las imputaciones generadas desde la Dirección Nacional de Control y Fiscalización Pesquera a la flota que operó sobre el langostino en la zafra 2021 en aguas nacionales puso en alerta a la industria pesquera marplatense. “Se atraviesan horas claves en las cuales la autoridad de aplicación debe o debería definir la suerte del programa ‘multas para todos’, aunque especialmente dirigidas a la pesca de Mar del Plata”, refirió un empresario de la pesca local con muchas batallas en su espalda.

Cabe destacar que, siendo que la muy cuestionada norma está vigente desde el 2018, este tipo de “rebuscadas imputaciones” -tal como las definen en el puerto local- se comenzaron a aplicar llamativamente recién en el 2021. “Ni siquiera el anterior director nacional, durante el 2020, el doctor Lucas Pratti, kirchnerista también, se animó a tal despropósito”, refirió al vocero, mientras en el puerto local aún continúa parado el BP “Ciudad Feliz”, el único barco cuyo armador primero recibió la orden de interrumpir la marea y regresar a puerto; y luego se enteró del por qué y a los días recién pudo notificarse y conocer los detalles. En definitiva, en febrero de 2022 le abortaron una marea en curso, por una supuesta infracción de un viaje de agosto del 2021. “No es casualidad que la marea o viaje en el cual se le imputa la infracción supuesta sea por excederse de horas entre inicio de pesca y su ingreso al puerto. Claro está que el buque ingresó al puerto de Mar del Plata. Lo multan por traer el pescado a esta ciudad y aleccionan al resto: ojo que puede pasarles lo mismo, es el mensaje”, consignó un miembro de la tripulación -sin poder trabajar desde hace un mes-, quien añadió que “también fue bochornoso lo que hicieron que el BP “Gurises”, por extender las 72 horas del límite de marea a pesar de navegar remolcando a puerto al “Don Raimundo”.

 

La escalada no se detiene, afirman. A pesar de reconocer la imperfección de la norma, la Dirección Nacional de Pesca no se amilana. En las últimas horas, le cargó una suspensión de 30 días y 20 millones de pesos de multa al buque pesquero “Marta S”, también de Mar del Plata. En el puerto local coinciden en quejarse por la dirección con que se vienen aplicado las sanciones. Por motivo similar -superar las 72 horas de marea o suponer que el buque estaba pescando de noche-, hay imputaciones por 20 mil UP, por 40 mil UP y por 80 mil UP (llegarían a ser multas por 12 mil millones de pesos). Con qué criterio unos reciben 20 mil UP y otros cuatro veces más, tampoco está claro. La unidad de pesca tiene el valor de un litro de gas oil y se aplican desde que se modificó la Ley Federal de Pesca. Se actualizaron e incrementaron las sanciones en octubre del 2020, justamente para que no pierdan valor en un país donde su moneda se devualuó solo el año pasado un 50,9%. A todo esto, las Cámaras de Armadores reclaman al Consejo Federal Pesquero para que se avance en la elaboración de una nueva normativa a fin de regular el funcionamiento de la flota fresquera y congeladora sobre la pesquería del langostino. Un conflicto que crece donde al parecer la política irrumpe con vigor.

Los coletazos del ataque de Rusia a Ucrania también llegan al puerto marplatense. Ambos países son compradores de productos pesqueros y en las últimas horas se paralizaron las operaciones. De hecho, empresas locales tenían dispuestos embarques a Ucrania y otras a Rusia. Días atrás ingresó al puerto el portacontenedores London Trader y no pudieron ser cargados varios containers de filet de merluza congelado con destino a Ucrania. En tanto, en referencia a las cargas previstas con destino a Rusia, se decidió no enviarlos tampoco a la espera de novedades e instrucciones de parte de quienes deben recibir esos embarques, seguramente al aguardo del próximo buque que cruce el Océano Atlántico, informó el sitio “pescare.com”. Cabe destacar que los embarques a Ucrania y Rusia son habituales desde el puerto de Mar del Plata, aunque el fuerte sean Brasil, Italia, España y Estados Unidos.

 

La guerra que mantiene en vilo al planeta volvió a poner sobre el tapete el tema de la exploración petrolera en la Argentina, a partir del fuerte incremento en los precios internacionales no sólo del petróleo sino también del gas. “La nueva realidad mundial agrega el elemento oportunidad a un proyecto que necesita una urgente respuesta acerca de la ecuación costo-beneficio que puede representar”, remarcaba en estas horas el periodista Adrián Freijo, quien describía que la crisis europea y el riesgo de un crecimiento no controlable del valor del petróleo agrega un nuevo elemento al debate generado en nuestro país. Una Argentina dependiente de la importación de hidrocarburos puede llegar a padecer consecuencias sociales y económicas con fuerte impacto en su economía y calidad de vida. “Y eso, guste o no, también comienza a ponerse en el centro del debate por estas horas”, detallaba Freijo.

En un artículo publicado en el sitio libre expresión.net, se resaltaba que las condiciones mundiales han cambiado y la lucha por el abastecimiento energético puede representar para naciones como la nuestra la diferencia entre el atraso y el desarrollo. Argentina, que puede verse beneficiada por el crecimiento mundial del precio de los alimentos, verá licuado todo lo positivo que ello representa por su necesidad de importar petróleo y gas para su propio consumo. En las primeras horas del conflicto entre Ucrania y Rusia, el precio de ambos combustibles se disparó y, tan solo con mantenerse en los niveles actuales, la diferencia negativa entre el plus que ingresaría por la suba de los commodities y lo que debería pagarse de sobreprecio por la energía estaría dando un saldo negativo para el país del orden de los U$S 4.400 millones. Por ello, se detalló, más allá de cuestiones políticas y judiciales que hoy ocupan el centro del debate acerca de la conveniencia o riesgo de iniciar el proceso de exploración con destino a la explotación off shore, que se torna imprescindible que cuanto antes se informe con un criterio científico inatacable cuáles pueden ser las consecuencias reales de avanzar en un proceso que puede ser virtuoso desde lo económico y social, pero debe ser sustentable desde lo medioambiental. El nuevo escenario mundial exige que, al menos por una vez, negociados y prejuicios dejen paso a la verdad, la ciencia y la planificación.

En este contexto, la Asociación de Capitanes Pilotos y Patrones de Pesca y el Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) de Mar del Plata fueron recibidos días atrás en la provincia de Chubut por autoridades del Sindicato del Petróleo y el Gas, quienes brindaron “total apoyo” al proyecto impulsado por el Gobierno nacional y aseguraron que “Mar del Plata no se puede perder la gran oportunidad de desarrollarse en la industria”. El foco del encuentro fue la posibilidad de encontrar y producir petróleo a 400 kilómetros de Mar del Plata. “Ellos conocen muy bien la zona y la parte más grande de la cuenca que viene de Brasil está acá, hay mucho petróleo y la ciudad tiene que ser protagonista”, aseguró Pablo Trueba, secretario general del Simape, luego de la reunión con el titular del gremio petrolero, Jorge Avila. De la mesa de trabajo formó parte también el secretario general de la Asociación Argentina de Capitanes Pilotos y Patrones de Pesca, Jorge Frías. “Los años de experiencia en la actividad petrolera de las plataformas a la altura de Chubut hacen que Avila sea una imprescindible fuente de consulta y asesoramiento para los representantes de los trabajadores de a bordo de la flota pesquera, que ven la demanda laboral que generará este proyecto y la necesidad de contar con personal capacitado en esta nueva especialidad para desarrollarlo”, comunicó el gremio.

 

Trueba, en tanto, indicó que los responsables del Sindicato del Petróleo y el Gas de Chubut, provincia fuerte en la materia, “tienen mucho conocimiento de lo que pasa acá y están convencidos de que hay mucho petróleo, ya que Brasil lo descubrió frente a sus costas, lo que hizo que Petrobras se disparara, pero la parte más grande de esa cuenca está frente a Mar del Plata, entre 300 y 400 kilómetros mar adentro”. “Lo que nos dejó en claro Avila es que Mar del Plata no se puede perder la gran oportunidad de desarrollarse en esta industria”, dijo y remarcó el “fuerte impacto económico” que implicaría que eso ocurra. También contó que el dirigente de Chubut hizo hincapié en que “debe utilizarse tecnología nueva y específica para la exploración, la cual YPF ya tiene” para evitar cualquier riesgo de impacto ambiental, una de las mayores preocupaciones de la comunidad. “Mar del Plata tiene que ser la protagonista, con los miles de trabajos que esto va a generar no solo en la ciudad, sino también en localidades de la zona, con muy buenos salarios. No se puede dejar pasar esta oportunidad histórica”, añadió Trueba.

Mientras tanto, la multiplicidad de voces científicas que se expresaron sobre la exploración en vistas a la explotación de petróleo en aguas profundas frente a la costa bonaerense da cuenta una vez más cómo el sistema científico tecnológico argentino interviene y se compromete en los debates en torno de problemáticas económicas, sociales y ambientales. La primera carta colectiva del ámbito científico fue del Grupo CyTA (Ciencia y Técnica Argentina) conformada por una veintena de investigadoras e investigadores de diferentes disciplinas como Adrián Paenza, Adriana Serquis, Alberto Kornblihtt, Ana Franchi, Andrea Gamarnik, Andrés Kreiner, Dora Barrancos, entre otras y otros. En este documento de apoyo al proyecto, las y los autores expresaron que “el Estado y las organizaciones ambientalistas deben ser socios en la búsqueda de soluciones para un desarrollo que contemple la realidad y las prioridades de nuestro país”. “El inmenso drama que atraviesa nuestro país es el de la pobreza. Luchar para superar la pobreza implica dos frentes simultáneos: crecer industrializando y crecer incluyendo. Hay que industrializar para incluir e incluir para traccionar de la industrialización mediante la demanda de un mercado interno en crecimiento”, indicó a la agencia Télam el ingeniero mecánico Eduardo Dvorkin, uno de los autores de esta carta.

Dvorkin aseguró que, de encontrarse, “el petróleo off shore aparece como una oportunidad para disponer de grandes cantidades de petróleo y gas (P&G), que permitiría alimentar al desarrollo industrial, generar divisas exportando y ahorrar las divisas que hoy se usan para importar energía (por ejemplo, GNL)”. El ingeniero sostuvo que “el modelo no es crear un enclave petrolero en el mar argentino que importe insumos y equipos y exporte P&G”, sino que “al igual que lo que está haciendo YPF en Vaca Muerta, el off shore traccionará sobre una industria nacional que proveerá insumos y equipos, y esto favorecerá la localización en el país de cadenas productivas”. Dvorkin aseguró que es posible el desarrollo de esta actividad “sin degradar el ambiente ni perjudicar el desarrollo de actividades locales como la pesca”. “Noruega, un país de enorme y de acelerado desarrollo económico, apoya su economía en la pesca y la explotación de petróleo off shore. El liderazgo de YPF, empresa de bandera no sometida a la angurria de accionistas privados que exigirían ganancias rápidas a toda costa, es la garantía del proceso de producción off shore sin degradación del ambiente”, señaló Dvorkin.
Consultado por la agencia Télam sobre el desarrollo de las denominadas “energías limpias”, el ingeniero recordó que “Argentina está trabajando en el desarrollo de energías renovables, por ejemplo: en Y-TEC estamos trabajando con la Universidad de La Plata y con Conicet en el desarrollo de las tecnologías requeridas para producir industrialmente celdas y baterías de litio y en la producción de hidrógeno verde y azul”. “Sin embargo -sostuvo- aún en los países de alto desarrollo industrial, la transformación de la matriz energética desde la actual preponderancia de los combustibles fósiles a una futura preponderancia de las energías renovables llevará no menos de 30 años y en ese período los combustibles fósiles seguirán siendo imprescindibles”.

Por otra parte, más de 500 investigadoras e investigadores también de diferentes disciplinas de todo el país, entre los que se encuentran Maristella Svampa, Lucía Maffey, Guillermo Folguera, Gabriela Lichtenstein, Pablo Alabarces -y un largo etcétera-, respondieron a esta carta y se manifestaron en contra del proyecto, argumentando un fuerte impacto ambiental ya desde la etapa de exploración.
“Las exploraciones autorizadas recientemente son en aguas ultraprofundas (entre 1.700 y 3.800 metros de profundidad); en cambio, las exploraciones y explotaciones que se vienen realizando en Argentina son en aguas someras, es decir, de poca profundidad, a menos de cien metros. Aún así, los pescadores denunciaron ‘desaparición’ de los stocks de merluza en el mar por más de un año, por eso se oponen a esas prácticas exploratorias”, expresó la ecóloga e investigadora Irene Wais, una de las firmantes de esta segunda carta.

 

Y continuó: “La costa de la provincia de Buenos Aires tiene mucha fauna de aves y mamíferos marinos. Los pingüinos y los cetáceos (ballenas, delfines, toninas, orcas) y pinnípedos (lobos marinos) son particularmente sensibles a las fuertes vibraciones que producirían los impactos de aire comprimido que se expulsan para hacer la exploración. No basta con ‘no verlos’ en el área, porque son sensibles a las vibraciones que se trasladan por el agua salada a varios cientos de kilómetros y a profundidad”. “En el mejor de los casos, los animales se desorientan y luego varan por repercusiones neuroendocrinas y en el peor de los casos, mueren. De la flora aún se desconocen los aspectos del impacto ambiental, pero se sabe que en la Patagonia los ‘bosques’ submarinos de Laminariales, algas marrones que se emplean comercialmente para varios usos, sufrieron un deterioro a posteriori de exploraciones”, describió Wais.

La especialista explicó que “hay que comprender que esto no sólo afecta a esa flora y esa fauna, es decir, no se trata de proteger una especie, sino que la naturaleza es un entramado y, cuando se rompe el equilibrio en cadenas alimentarias, se genera ‘un efecto dominó’ cuyas consecuencias son imprevisibles”. Wais sostuvo que los nuevos proyectos para la producción de energía deberían focalizarse hacia “fuentes renovables, no sólo las más usadas -la eólica y la solar-, todo el oeste de la Argentina en los Andes es parte del denominado ‘Arco de fuego del Pacífico’, en el cual la energía geotérmica es súper abundante”.



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