Con una inversión superior a los 4,5 millones de pesos, la gestión del intendente Carlos Arroyo pretende enrejar el perímetro del Palacio Municipal y realizar una serie de trabajos de refacción tanto en la fachada como en el hall de acceso al edificio. Si bien el proceso de contratación de la obra ya fue puesto en marcha, su primer llamado a licitación fue declarado desierto debido a la ausencia de empresas oferentes.

Por ese motivo el Departamento Ejecutivo no descarta la posibilidad de realizar una nueva convocatoria o bien, subdividir los trabajos para poder contratarlos de manera directa. En su título el proyecto -en cuyo diseño el intendente Arroyo puso especial interés- revela la intención del gobierno por lograr que el edificio adquiera mayores condiciones de seguridad especialmente ante la creciente protesta social.

Por esa razón el pliego de bases y condiciones describe que las obras tendrán como propósito central proveer “seguridad y control en los accesos” del Palacio Municipal.

En este marco, una de las principales intervenciones consiste en instalar una reja de 2,45 metros de alto que rodee a todo el inmueble. Según los pliegos, “las rejas se realizarán con barrotes y columnas de hierro, empotradas fijas en el piso, salvo en los sectores de acceso donde se realizarán portones corredizos y se colocarán puertas”.

De acuerdo a lo previsto, el enrejado se extenderá sobre la vereda de la calle Hipólito Yrigoyen, desde la medianera junto a la cual se encuentra el despacho del jefe comunal, y continuará a través de la vereda de la avenida Luro, hasta concluir en el acceso a una de las cocheras del municipio.

Pero eso no es todo, ya que el pliego también contempla la realización de tareas para “acondicionar la fachada de la Municipalidad” lo que incluiría la reparación de su carpinteria y herrería exterior y la coloación de vidrios de seguridad.

Dejando en claro que uno de los objetivos más relevantes del plan consiste en resguardar al Palacio y a sus ocupantes, otro de los trabajos previstos contempla la realización de algunas intervenciones en el hall de acceso.

Según el proyecto el lugar no será refuncionalizado, como se lo había planeado años atrás, como un espacio de reuniones y de actividades culturales.

El nuevo plan consiste en restringir el acceso del público, para lo cual se prevé la colocación de un mostrador de atención, informes y control de acceso, junto a mamparas que limiten la libre circulación.