El fiscal Carlos Russo en su alegato solicitó que condenaran 20 años de prisión a Nicanor Pereyra y Julián Coppola por el crimen de Jonathan Costadura ocurrido en agosto de 2021, a quien según sus conclusiones asesinaron por error tras haber salido a “cazar” a un joven con quien se habían peleado en una fiesta en el barrio Villa Primera.

Los alegatos comenzaron este lunes al mediodía en el Tribunal N° 3, integrado por los jueces Federico Wacker Schroder, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro. En la sala estuvieron presentes los hermanos de Costadura, quienes se encuentran representados por la abogada Mariela Escudero; el fiscal Carlos Russo -la investigación había estado a cargo de su colega, Leandro Arévalo- y también se encontraban los imputados, que se negaron a dar unas últimas palabras: Nicanor Pereyra, representado por Sandra Pérez y Julián Coppola, asistido por Romina Merina y César Sivo.

Si bien la jornada de esta lunes iba a iniciar con un testigo propuesto por la defensa, la abogada Merino explicó que a pesar del esfuerzo no pudieron hallar al hombre, por lo que tuvieron que desistir.

Quien inició los alegatos fue el fiscal Russo, a cargo de la acusación de Pereyra y Coppola, quien primero remarcó el tiempo de dos años desde que se pidió que la causa llegara a juicio hasta que iniciara el debate, lo que consideró una injusticia y un sufrimiento mayor para las víctimas. Luego explicó los argumentos por los cuales entendía que estaba probada la participación de ambos en el crimen: Pereyra como autor de homicidio agravado y Coppola como partícipe necesario.

El fiscal explicó que el crimen fue un caso difícil de resolver, ya que ocurrió de noche en una zona sin testigos y con un barrio temeroso de aportar información contra los acusados. Incluso, destacó que la víctima que sobrevivió al ataque, Jano Cejas, e íntima amiga de Costadura, se mostró cohibido y temeroso a la hora de declarar durante el debate.

El fiscal inició su debate con un hecho objetivo: que en la madrugada del 8 de agosto de 2021 se realizó una fiesta en una casa de Necochea al 6100 donde se produjo una pelea entre un grupo liderado por un joven conocido como “El Chino” y otro que provenía del barrio Libertad, entre los que estaban los imputados Pereyra y Coppola.

En esa fiesta se armó una gresca y el grupo de “El Chino” sacó corriendo a los del barrio Libertad del lugar, luego se pelearon el Chino cortó con el pico de una botella a uno en el rostro, que, según el fiscal, sería amigo de Pereyra y Coppola. Ante esta situación, que el fiscal calificó de una “humillación en los códigos barriales”, los imputados habrían jurado venganza.

Para el fiscal Pereyra y Coppola tenían una motivación revanchista, y por eso es que volvieron a su casa a buscar una moto Honda Titán con la que “salieron a dar caza al Chino” en la zona del conflicto inicial.

En ese contexto de venganza, según el fiscal, es que ocurrió la “fatal confusión” que terminó en el homicidio de Costadura: Coppola y Pereyra observaron que otra motocicleta con dos ocupantes doblaba en la esquina, y fue entonces que se abocaron a perseguirla a lo largo de los pocos metros que había en medio. El ataque fue sin mediar palabra: dieron por sentado que alguno de los dos ocupantes del vehículo era “El Chino” y dispararon.

Cuatro tiros dieron en Costadura, mientras que un quinto hirió a Cejas en una pierna. El repartidor murió en el lugar, mientras que su acompañante fue trasladado luego al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).

Finalmente, el fiscal Russo destacó que Costadura era “un pibe bueno, apreciado, trabajador con sueños de progreso y sin conflictos barriales” y señaló que Pereyra fue el autor del crimen y que Coppolla partícipe necesario.

En el cierre de su alegato, pidió al Tribunal Oral N° 3 que condenara a ambos a 20 años de prisión por el delito de “homicidio agravado por uso de arma de fuego y lesiones en concurso material entre sí”.

A su turno, la abogada de la familia Costadura, Mariela Escudero, expresó que acompañaba todo lo planteado por el fiscal y remarcó ese ánimo “revanchista” o de “venganza” de Pereyra y Coppola y sostuvo que no se trató de ningún robo.

“Era un joven que ayudaba en el barrio, su familia quedó destrozado y sus amigos están afuera pidiendo justicia. Le pegaron cuatro disparos a quemarropa por una confusión sinsentido”, concluyó la abogada.

Las defensas plantearon la absolución

Tanto la defensa de Pereyra como la de Coppola plantearon que no existen pruebas contundentes contra los imputados, por lo que solicitaron al Tribunal la absolución de ambos.

Primero fue el turno de Sandra Pérez, en representación de Pereyra, quien inició su alegato remarcando lo que consideró una obviedad: que toda sentencia debe estar sustentada en hechos probados con pruebas objetivas, despojando toda duda razonable al respecto.

Para la abogada del acusado de haber sido el autor del crimen de Costadura, la hipótesis fiscal es una “construcción basada en conjeturas, en la desesperación de conseguir justicia”. “¿Es justicia acusar con el ánimo de calmar un dolor? La respuesta es no“, expresó Pérez.

La abogada insistió en que “los testimonios recolectados durante la instrucción no eran prueba suficiente, las pruebas no son suficientes”. “La apariencia de responsabilidad no basta. Era una débil hipótesis fiscal basada en chismes barriales”, agregó.

Por otra parte, la abogada defensora aseguró que no existieron amenazas por parte de los imputados.

“Lamentamos la muerte del joven, lamentamos que no se haya investigado de manera responsable”, concluyó Pérez y solicitó la absolución de Pereyra.

Tras un cuarto intermedio, fue el turno del alegato de Merino y Sivo en representación de Coppola, quienes como su colega defensora también solicitaron la absolución del imputado.

“Nos morimos con él”

La familia de Jonathan Costadura estuvo presente en cada una de las audiencias del juicio, con remeras, carteles y hasta con banderas en las que pedían justicia.

“Es duro estar acá, porque estamos recordando todo lo que pasó, pero con confianza que va a haber justicia“, expresó José, el hermano mayor de la víctima y agregó: “Pedimos que los condenen para que no vuelva a sufrir otra familia lo que sufrimos nosotros. Si a esta gente le dan la libertad le puede tocar a cualquiera, porque son asesinos”.

“Los asesinos fueron a buscar venganza y se los confundieron: esta vez le tocó a mi hermano y lo mataron como un perro”, dijo José, quien recordó a su hermano como “un laburante, que no tuvo nunca problemas con nadie, con toda la vida por delante”.

Según explicó, existieron amenazas, sobre todo hacia el testigo principal, Jano Cejas. “El amigo de mi hermano que fue baleado fue amenazado, testificó en el juicio pero casi nada porque está asustado. Pero nosotros tenemos todos los indicios que fueron ellos”, aseguró.

“Pido que se haga justicia, el dolor que sentimos nosotros es tremendo, nos morimos con él”, finalizó José, hermano mayor de Jonathan Costadura.