La Fiscalía General apoyó el pedido de sobreseimiento del policía Arcángel Bogado por la muerte de Brandon Romero (18), considerada para los investigadores como un caso de legítima defensa.

Por lo complejo y sensible del caso, el fiscal Alejandro Pellegrinelli contó con otros dos fiscales para analizar la causa: Fernando Berlingeri y David Bruna. Entre los tres llegaron a una misma convicción: que Bogado no debía llegar a juicio por “homicidio agravado” ya que había actuado en legítima defensa en un intento de robo el 5 de julio a la madrugada a la altura del kilómetro 6 de la ruta 226.

El juez de garantías Saúl Errandonea deberá analizar el pedido de sobreseimiento para Bogado, que ya cuenta con el aval de la Fiscalía General. Si la familia de Romero -representada por César Sivo y Romina Merino-, que sostienen desde un principio que se trató de un caso de “gatillo fácil”, rechaza el sobreseimiento e insiste con seguir con la causa para llegar a juicio, se podría dar un raro caso en el que la acusación es solo sostenida por la querella y se llega de esa manera a juicio.

Brandon Romero, un joven de 18 años que trabajaba en una panadería y no tenía antecedentes penales, murió el 5 de julio de 2020 luego de que el policía Arcángel Bogado le impactara siete disparos -dos en la cabeza- y ser atropellado por uno o más automóviles que pasaron en ese momento por la Ruta 226.

Brandon Romero.

En el pedido de sobreseimiento firmado por el fiscal general adjunto, Marcos Pagella, explica que ese 5 de julio del 2020, a las 6.40, el subteniente de la Policía Bonaerense Bogado circulaba a bordo de su moto por la ruta 226 cuando, a la altura del kilómetro 6, fue interceptado con fines de robo por “un grupo armado de -al menos- tres personas” y en ese contexto fue que disparó su arma reglamentaria y mató a Brandon Romero.

Según consta en la causa, Bogado primero intentó evadir a los supuestos delincuentes, frenó la marcha y retomó la ruta 226 con dirección a Sierra de los Padres por el carril en contramano, “desplegándose una raid con disparos finalizando en un enfrentamiento en el km 6 de la ruta 226 con resultado muerte de uno de los agresores, el joven Romero, quien fallece por un paro cardiorespiratorio traumático secundario a traumatismo severo de cráneo como consecuencia de fractura por estallido de cráneo (al ser arrollado por uno o varios rodados que circulaban por Ruta 226 con sentido hacia Mar del Plata) y herida de arma de fuego”.

En su declaración, el subteniente Bogado hizo referencia a un “estampido” propio de un disparo de arma de fuego a sus espaldas, cuando intentaba evadir a los jóvenes que estaban en otra moto, por lo que intentó guarecerse en la oscuridad de esa zona de la ruta.

“La amenaza de sentir en peligro su vida y sus bienes se corresponde con la presencia de un grupo con superioridad numérica que tripulaban motos de mayor cilindrada, los cuales intentaban sustraerle el vehículo mediante la utilización también de armas, en un escenario de condiciones adversas (de noche, en una ruta de escaso tránsito en el mes de julio, en cercanía de barrios periféricos)”, consideró el fiscal general adjunto.

“La utilización y detonación de armas de fuego por parte del grupo agresor contra Bogado surge corroborada también de los testimonios de los padres de Brandon Romero, permitiendo así considerar que concurren 5 personas en el hecho en que Bogado fue víctima y que existieron al menos tres disparos hacia Bogado”, agregó Pagella.

En la causa se encuentran identificadas el resto de las personas que habrían estado en el grupo de Romero y, también, se encuentra identificado el joven que habría disparado contra el policía Bogado. Esto surge por un audio de unos de los jóvenes, en el que hace referencia a la existencia de armas en poder del grupo, estando uno de ellos apodado Panchito “reloco”, con clara referencia a una sobreestimulación por el consumo de drogas.

Para el fiscal general adjunto, en esas circunstancias, y tratándose de una agresión ilegítima, “resulta razonable que Bogado haya repelido la agresión utilizando su arma reglamentaria a los fines de preservar su vida y bienes de su
propiedad. Es razonable que Bogado sintiera inminente peligro de perder su vida y sus pertenencias”.

Finalmente, el fiscal remarcó que la primera actitud de Bogado ante el acecho de la moto con tres personas, fue alejarse del lugar con una maniobra evasiva de huida aún cuando tuviera que hacerlo en contramano en una ruta como la 226.