Siguen las celebraciones y reuniones por el Día del Periodista. En la realizada en una de las firmas comerciales más importantes de la ciudad se escuchaban quejas por la falta de mercadería, concretamente de indumentaria y ropa deportiva, aunque también se resaltaba que escasean numerosos insumos para la industria. La agitada semana económica, con la disparada del dólar, fue tema de varias de las charlas, y también estuvieron los que se lamentaron por el desmoronamiento del Bitcoin. “No hay respuestas milagrosas para convertirse en millonario”, repetía sonriente el padre del anfitrión.

Se manifestaba también que vendrán muchos turistas el próximo fin de semana largo, aunque se señalaba que hubiese sido mejor si no coincidía con la celebración por el Día del Padre. “Tener entre un 50 y un 60% de reservas es una cifra más que alentadora”, refirieron. ¿Alguien sabe cuáles son los próximos fines de semana largos que quedan en el año?, preguntó colega televisiva. Teléfono en mano, un “colado” informó que habrá uno entre el viernes 7 y el lunes 10 de octubre, otro entre el sábado 19 y el lunes 21 de noviembre, y finalmente el del jueves 8 al domingo 11 de diciembre. En tanto, dos periodistas animadamente charlaban sobre las declaraciones de Joe Kahn, nuevo director del emblemático diario The New York Times, quien aseguró que uno de los mayores retos del periodismo es la polarización política, defendió el modelo de acceso selectivo a noticias a través de suscripciones y alertó sobre el peligro de tomar a Twitter como parte del trabajo de campo, al considerar que esa red social genera debates muy tóxicos.

Como en la Argentina, Kahn sostiene que la polarización política supone un gran desafío para el periodismo. “No sucede solo en Estados Unidos sino en las democracias occidentales. Nos planteamos cómo lograr que nuestra oferta resulte más valiosa para más personas al margen de su punto de vista político”, explicó. Uno de los periodistas de este medio, en tanto, decía que adhería fervientemente a lo que el nuevo director del The New York Times recomienda a su equipo de trabajo. “Queremos que los periodistas sigan su misión periodística al margen de las redes. Esta recomendación es un mensaje para que los periodistas se centren en lo importante. Twitter -explicó- genera debates muy tóxicos y no deberíamos utilizarlos como una especie de barómetro de lo que es bueno y lo que no”.

Mientras Germán Lagrasta, de Canal 10, le comentaba al ya medio marplatense Pablo Silva -el descubridor del spray que utilizan los árbitros y que acaba de ganarle un resonante juicio a la FIFA- que a seis meses del incendio se apresta a reabrir sus puertas la pizzería y hamburguesería Mambrú, colega radial se mostraba indignado por lo vivido en Córdoba durante sus minivacaciones. “Me habían dicho que lo de las multas de tránsito en Córdoba y lo de la Policía Caminera era algo de temer. Y es así. Es la peor provincia en cuanto a multas. Tenía puestas las luces reglamentarias y me pararon a la salida de una estación de servicio y me multaron por no tener las cortas. ¿Saben de cuánto es la multa? Te cobran entre 13 y 26 lucas. Espantan a los turistas. Hasta te infraccionan si manejás fumando. Si llego a volver a ir alguna vez lo haré en micro”, se despachó en lo que fue un monólogo.

El furor por los recitales musicales generó un lindo debate en una amplia mesa frente al mar en otro de los agasajos, en este caso en el Torreón del Monje. Y hubo muchos datos. Más allá de las 10 funciones de Coldplay, con 600 mil entradas vendidas, los números no dejan de sorprender. “En el Lollapalooza estuvieron 300 mil personas, Duki vendió 180 mil tickets para cuatro Vélez, Harry Styles llenará dos River con 120 mil fans, La Renga convocó a 165 mil en tres shows en La Plata y los Guns N’Roses harán dos conciertos para 120 mil personas”, describió Pepe Basko. “Pará que tengo más para la lista”, intervino la locutora Maricel Cabral, y siguió aportando: “Sumale las dos funciones de Justin Bieber con 120 mil fanáticos, las dos fechas que tuvo el Quilmes Rock con 120 mil más, los seis conciertos de Tini Stoessel en el Hipódromo de Palermo, con cien mil localidades agotadas en minutos, los dos Vélez que hará Bad Bunny para otros 90 mil y la gira nacional de Fito Páez, ya con cinco Movistar Arena explotados con 75 mil espectadores”. Todo esto, sin lugar a dudas, explicó quien en su momento editó una revista para los jóvenes de la ciudad, es fruto de la pandemia. Y lo intentó justificar con lujo de detalles.

En tal sentido, hizo suyas las palabras de Sebastián Carlomagno, CEO de Move Concerts -organizador del show de Justin Bieber-, quien sostuvo que existe un consumo reprimido por la pandemia. “La gente escuchó más música a través de las plataformas digitales, venimos de dos años sin tener música en vivo, y esto generó una necesidad de consumo de música en vivo contenida por las restricciones generales y por eso la demanda de tickets está muy por encima de lo habitual”, se detalló. Mientras se indicaba que el fenómeno también se está viviendo en Mar del Plata -el viernes pasado coincidieron los shows de Iván Noble, Mimí Maura y La Mississippi, mientras figuran en agenda Pedro Aznar, Andrés Calamaro e Ismael Serrano, entre otros-, se coincidía en subrayar que el aspecto emocional todo lo condiciona tras el confinamiento que generó el Covid-19.

“Carpe Diem”, vivir el momento. Como lo anticipaban algunos especialistas y analistas en medio de la pandemia, finalizada la misma se potenció el deseo de consumo inmediato. “Aunque suene paradójico, el impacto de la crisis económica ayuda a que esto suceda. Hoy es imposible acceder al triángulo aspiracional de los argentinos. Si no puedo comprar casa, auto ni viajar al exterior, me saco el gusto y voy a recitales”, confió el consultor Guillermo Oliveto en un artículo publicado días atrás por un matutino porteño. Marcelo Dionisio, responsable de la productora Foggia, por su parte, cree que la gente “tomó conciencia de lo efímero y que la vida es ahora, hay una explosión de consumo de entretenimiento, pero también de cine, gastronomía y turismo interno”. ¿Otro ejemplo? Fernando Lang, director comercial del Movistar Arena -inaugurado en 2019, tres meses antes de la cuarentena, y con capacidad para 15 mil personas- recordó que en 2021 se efectuaron allí 30 funciones, mientras que para este año ya tiene programadas 100.

El nivel de satisfacción con la marcha general de las cosas es del 10% y llega a su nivel mínimo desde que comenzó el gobierno. Los encuestados que se posicionan en la centro derecha (91%) y derecha (93%) son los más insatisfechos con la situación actual; mientras que los encuestados que se perciben como de centro izquierda (23%) son los más satisfechos. En lo que respecta a las generaciones, todas tienen una insatisfacción superior al 80%. En ningún nivel socioeconómico la satisfacción supera al 15%. Finalmente, entre los votantes de las últimas elecciones (2021), los más satisfechos son los votantes del Frente de Todos (33%), mientras que los más insatisfechos son los votantes de Juntos por el Cambio y los Libertarios con 98% y 95% respectivamente. Tal una de las conclusiones que surge de una encuesta de satisfacción política y opinión pública realizada por la Universidad de San Andrés a partir de 1.043 entrevistas.

En cuanto a la satisfacción con las distintas políticas del gobierno, se observa que la política científica y de salud continúan encabezando la lista como las más valoradas entre los encuestados. Un 29% dice estar algo o muy satisfecho con la política científica, y un 26% con la de salud. En el otro extremo, el mayor nivel de insatisfacción lo presentan la política de seguridad y la política económica, alcanzando el 90% y el 89% respectivamente. Las siguen la política educativa y la política social, cuyos niveles de insatisfacción total son del 81% y el 79%. En todos los casos, la insatisfacción supera el 54%. Los encuestados consideran que el principal problema que afecta al país actualmente es la inflación (55%), seguida de la delincuencia, robos e inseguridad (39%) y la corrupción (39%). Además, estas fueron la primera mención del 18%, 13% y 12% de los encuestados, respectivamente.

Observando la evolución de la percepción sobre los cinco principales problemas que afectan hoy al país se encuentra que la inflación sigue encabezando la lista (55%) y sigue aumentando desde diciembre de 2021. Al igual que en las mediciones de agosto, octubre y diciembre de 2021 y de marzo de 2022, la siguen la corrupción (39%) y la delincuencia, robos e inseguridad (39%). En menor proporción, en cuarto lugar están los políticos (25%) y en quinto lugar aparece la pobreza (25%). Según el trabajo de la Universidad de San Andrés al que accedió LA CAPITAL, respecto a la situación personal de los encuestados, 10% considera estar mejor y el 55% dice estar peor, una diferencia de 45 puntos porcentuales. Prospectivamente, es decir, considerando las expectativas respecto a la situación dentro de un año, el 60% considera que la situación del país empeorará, mientras que el 11% considera que mejorará. En cuanto a la situación personal de los encuestados, un 40% opina que estará peor, mientras que un 18% considera que su situación mejorará.

En lo que respecta a las iniciativas propuestas por el gobierno nacional y/o la oposición, el 56% de los encuestados está a favor de la eliminación de la actual boleta de partido y su reemplazo por la “Boleta Única de Papel”, y el 52% está de acuerdo con la modificación de la actual ley de alquileres. El 44% está de acuerdo con la media sanción del proyecto de ley para la creación de un Fondo Nacional para la Cancelación de la Deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), medida a la cual se opone el 32% de los encuestados. Por el contrario, el 54% de los encuestados no está de acuerdo con la creación de un impuesto a las ganancias inesperadas o extraordinarias obtenidas por las empresas durante la pandemia, y un 52% está en contra de la eliminación del peso y su reemplazo por el dólar estadounidense como moneda.

Asimismo, en relación con la extensión de la pandemia, el 54% de los encuestados considera que no terminará, sino que nos acostumbraremos a vivir de este modo. En el otro extremo, un 12% cree que la pandemia ya terminó. Mientras que hay otro grupo que considera que no terminó pero que lo hará dentro de unos meses (7%) o dentro de unos años (17%). En lo que respecta al coronavirus, la percepción sobre su peligrosidad se redujo desde la medición de diciembre de 2021. Un 89% consideraba que el coronavirus era muy o algo peligroso en diciembre de 2021, esta percepción disminuyó al 73% en junio de 2022. Un 21% lo ve como poco o nada peligroso. Respecto a la exposición al contagio, un 68% de personas encuestadas consideran que están algo o muy expuestas al contagio en esta medición. Mientras el 25% se ve muy expuesto, solo el 5% considera que no está nada expuesto.