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Policiales 30 de mayo de 2018

La estudiante asesinada no fue golpeada: la envenenaron

La autopsia reveló que el femicidio de Gladis Lorena Alberto se produjo por envenenamiento.

El cuerpo de la joven de 24 años hallada sin vida en un inquilinato de San Salvador de Jujuy no tenía signos de abuso sexual ni agresión física, según la autopsia practicada en su cuerpo, que determinó el deceso se produjo por envenenamiento.

Gladis Lorena Alberto, de 24 años, cursaba el primer año en la Academia de peluquería que se dicta en la Escuela Sarmiento de la calle San Martín de San Salvador de Jujuy y fue hallada sin vida en la madrugada del domingo en un inquilinato del barrio Alto Gorriti.

Los resultados del examen forense que se le practicó en las últimas horas confirmaron que fue envenenada, según informó al diario El Tribuno el médico del Poder Judicial, Guillermo Robles Avalos.

Sólo falta determinar qué tipo de sustancia se utilizó para quitarle la vida a la joven de la localidad de El Moreno.

La autopsia arrojó además que Gladis no presentaba signos de violencia ni abuso.

El único detenido por este hecho, Anibal Casimiro, de 25 años, el dueño del lugar donde apareció el cuerpo, dijo a los efectivos que llegaron esa madrugada al inquilinato que era el novio de la víctima.

Por su parte, la familia de la joven niega que estuviera de novia con el hombre que se encuentra detenido.

Casimiro fue quien llamó al SAME para que Gladis fuera atendida, pero cuando llegaron los paramédicos la joven ya no presentaba signos vitales y no reaccionó a los intentos de reanimación.

Desde un principio, un grupo de compañeras de estudios de Gladis sospechan que fue raptada y obligada a consumir algunas sustancias que terminaron intoxicándola y matándola.

Ana María Villarroel, la persona que probablemente más conocía a Gladis señalo que “era una excelente persona, y una chica humilde, responsable y muy buena”.

“Salía del colegio y regresaba de inmediato, jamás se demoraba, siempre llegaba a horario, tenía una rutina marcada”, agregó.
Francisca Castillo y José Alberto son los padres de Gladis y aún no pueden entender lo que pasó y el llanto casi no les permite hablar.
“Mandé a mi hija a estudiar, vino a perfeccionarse y ahora la llevo a enterrar”, dijo Francisca.

José por su parte remarcó, “ella no estaba de novia, salía a estudiar y regresaba a la casa de esta señora a quien le ayudaba en el negocio, no salía a bailar ni nada. Pedimos justicia”.